Como parte del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos una delegación agrícola norteamericana, la más significativa en la última década, comenzó este lunes en La Habana una ronda de tres días de reuniones para estrechar lazos con posibles socios comerciales de la Isla.
La visita fue organizada por la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba, creada a raíz del anuncio de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama el pasado 17 de diciembre sobre el inicio de un proceso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países; proceso en el que se enmarcan las rondas de conversaciones sostenidas entre delegaciones de alto nivel de ambas naciones los días 22 de enero y 27 de febrero, en La Habana y Washington respectivamente.
Entre los integrantes de la delegación de 95 estadounidenses se destacan dos exsecretarios de agricultura, funcionarios y representantes de varias granjas estatales. Devry Boughner Vorwerk, una ejecutiva de la multinacional Cargill que preside la coalición, declaró a la agencia británica Reuters que esperan volver a Estados Unidos con el mensaje de que son “una voz unificadora que le gustaría ver actuar al Congreso en 2015 y terminar con el embargo”.
Según Vorwerk, los agricultores estadounidenses anhelan insertarse en el cercano mercado de dos mil millones de dólares que representa Cuba y al que su gobierno les ha prohibido el acceso como parte de las restricciones comerciales del bloqueo económico, comercial y financiero que Washington ha impuesto a La Habana por más de medio siglo.
La coalición liderada por Vorwerk surgió en enero con el objetivo de constituirse en un elemento de presión para el Congreso, para que este apruebe leyes que normalicen las relaciones comerciales con Cuba pues las medidas aplicadas por el presidente Obama en uso de sus facultades ejecutivas, aunque aliviaron algunas restricciones, no atentaron contra la mayor parte del bloqueo y quedó entonces en manos del Congreso su eliminación o progresiva flexibilización.
Para Vorwerk, los principales competidores de los agricultores estadounidenses ante una eventual posibilidad de comerciar sin restricciones serían países como Argentina y Brasil; pero “una cosa es competir con Brasil por el mercado chino” y otra muy distinta “cuando nuestro propio gobierno nos impide ser competitivos en nuestro propio patio trasero”, explicó.
Cuba importa anualmente entre el 60 y 70{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de los alimentos que necesita. En 2014 esto representó una suma de dos mil millones de dólares, de los que sólo 291 fueron compras a Estados Unidos, como parte de la excepción creada en el año 2000 para permitir la venta de alimentos de este a Cuba, pero con la condición de que la Isla pague en efectivo, y sin derecho a créditos de ningún tipo.
Vorwerk debería revizar donde queda su propio patio trasero…