Cuba atraviesa un nuevo pico de apagones en la prolongada crisis energética que sufre la isla.
La constante salida de unidades térmicas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) no da oportunidades de recortar el crónico déficit de generación, que se mantiene durante todo el día.
Así ocurrió este lunes, cuando la máxima afectación escaló nuevamente por encima de los 1700 MW —1749 MW a las 9:40 PM—, debido a una “demanda superior al pronóstico” y también a la desconexión de la unidad 6 de la termoeléctrica de Renté, en Santiago de Cuba.
Con ella, al amanecer eran ocho los bloques fuera del SEN —incluido el 3 de Cienfuegos, con dos roturas en las últimas semanas luego de varios meses de mantenimiento—, aunque la unidad santiaguera debe reincorporarse este propio martes, según la Unión Eléctrica (UNE).
No obstante, su entrada en el pico nocturno no disminuirá mucho la afectación, que en ese horario debe volver a los 1700 MW de acuerdo con las estimaciones oficiales.
Durante el día, el déficit también será superior a los 1000 MW.
Ya a las 7:00 de la mañana, luego de otra madrugada de generación insuficiente, la afectación era de 1101 MW y para el mediodía el pronóstico se sitúa en los 1200 MW.
Además de las ocho unidades térmicas paradas por roturas o mantenimientos, la producción eléctrica está nuevamente afectada por la falta de combustible y aceite para los motores de generación distribuida.
Por ambos motivos dejarán de generarse 552 MW —445 por el combustible y 107 por el aceite—, ninguno de los cuales debe recuperarse para el horario pico.
Con este escenario, los apagones deben prolongarse nuevamente por largas horas consecutivas a lo largo de la isla y en el horario de máxima demanda serán simultáneos en cerca de la mitad del país. Ello, de no ocurrir una avería que complejice aún más la situación.