Una avería en una línea de salida y el disparo de otras dos sacó de servicio a la planta de gas de Boca de Jaruco, lo que a su vez volvió a disparar los apagones en Cuba en las últimas horas.
La desconexión este domingo de la planta gasífera de la provincia de Mayabeque provocó “un incremento en la afectación”, de acuerdo con un breve mensaje del Ministerio de Energía y Minas (Minen), publicado en sus redes sociales.
La nota no precisa el alcance de esas “afectaciones”, aunque de la misma se infiere que la máxima afectación este domingo debe haber superado los 1590 MW previstos por la Unión Eléctrica (UNE) para el pico nocturno.
Mientras, diversos reportes en las redes refieren disparos en varios circuitos del país y un incremento de los apagones durante la noche y la madrugada.
No obstante, según el Minen lo ocurrido ya estaba en vías de solución y la planta de Boca de Jaruco había comenzado a funcionar parcialmente.
La nota asegura que habían vuelto a funcionar cuatro turbinas de gas y se esperaba la posterior entrada de una quinta y de la turbina de vapor.
Una avería en una de las líneas de salida de Energas y el disparo de las otras 2, sacó de servicio la planta de Boca de Jaruco, provocando un incremento en la afectación.
Ya en servicio 4 turbinas de gas, paulatinamente entrará la 5ta y la turbina de vapor posteriormente.— Ministerio de Energía y Minas de Cuba (@EnergiaMinasCub) June 2, 2025
Por su parte, el periodista José Miguel Solís, de la emisora Radio Rebelde, aseguró en Facebook que la avería que forzó la salida de la planta de Boca de Jaruco ocurrió en la subestación eléctrica del Diezmero, en La Habana. Esta subestación ya había sido responsable del colapso del Sistema Eléctrico (SEN) el pasado marzo.
Entonces, la avería provocó una “pérdida importante de generación en el occidente de Cuba y con ello la caída del SEN”, según confirmó el Ministerio de Energía y Minas, y la recuperación demoró unos dos días.
Ahora la situación no llegó a ese punto, aunque la rotura sí sacó de circulación a una planta que, de acuerdo con Solís, generaba 160 MW en el momento de su salida.
La de Boca de Jaruco es una de las plantas gasíferas en funcionamiento en la isla, pertenecientes a empresa mixta Energas, constituida por la compañía canadiense Sherritt y las cubanas Unión Eléctrica (UNE) y Cubapetróleo (Cupet).
Se trata de instalaciones que procesan el gas asociado al petróleo que se extrae de los yacimientos de la franja Norte Habana-Matanzas, el cual se emplea para la generación de electricidad y también para la producción del llamado gas manufacturado y otros componentes.
La salida de la planta de Boca de Jaruco es un nuevo episodio de la prolongada crisis energética que sufre Cuba en los últimos años y que ha tenido un agravamiento desde los meses finales de 2024 y a lo largo de 2025.
En esta situación han incidido las reiteradas salidas por averías y mantenimientos de las antiguas y sobreexplotadas centrales termoeléctricas y la ya crónica falta de combustible que golpea especialmente la generación distribuida y también a las patanas turcas que permanecen en la isla.