En medio de la escasez de productos y serios atrasos en la distribución de la canasta familiar normada, una mipyme en Villa Clara abastece a casi la totalidad de bodegas del municipio de Caibarién.
REMpeZ, S.R.L. & Comercio, un proyecto de desarrollo local, distribuye a “precios asequibles” alimentos básicos como pan, galletas y hamburguesas en 39 de las 41 bodegas de esa localidad.
Se trata de una oferta que “la gente agradece”, pues “viene a paliar un tanto el déficit de otros productos”, dijo citada por Granma la directora de Comercio de ese territorio, Ketty Orozco Mederos.
Lázaro Morilla, titular de REMpeZ, explicó que desde el 13 de agosto pasado la mipyme colabora con la Empresa de Comercio y Gastronomía de la localidad para garantizar precios razonables en bodegas, carnicerías y ventas directas en su sede, donde laboran 30 trabajadores.
Los precios incluyen bolas de pan a 30 pesos, paquetes de galletas a 250 y 400 pesos, y hamburguesas a 100 pesos, accesibles para muchos residentes, agrega el reporte.
2025, año “retador” para Comercio Interior
En abril pasado, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, alertaba de otro año “retador” para el sector del comercio, en medio de “serias afectaciones” en la elaboración y distribución de productos en el país.
En entrevista a Granma, la titular señaló entonces que las afectaciones se deben a varios factores, entre ellos, que la gastronomía estatal no tiene acceso a recursos externos, y reconoció que “los precios no son los más asequibles”.
“Hemos tenido serias afectaciones en la canasta familiar normada, que es un programa priorizado, lo cual nos impuso buscar diversas alternativas para diversificar las ofertas en las bodegas y centros del sector”, dijo.
Si bien los productos de la canasta familiar son insuficientes para los cubanos, representan cierto alivio para varios hogares. Sin embargo, tras la pandemia y sobre todo en los últimos años, la llegada a tiempo de los productos normados a la mesa de las familias cubanas se ha vuelto difícil.
En ese contexto, la ministra destacó que el Gobierno cubano ha establecido alianzas con el sector privado para establecer “contratos favorables para ambas partes, aprovechando la posibilidad que tienen ellos de acceder al financiamiento externo”.
De ahí que el Gobierno vea con urgencia multiplicar la producción de alimentos en centros de elaboración nacionales y de “ejercer un mayor control sobre los recursos”, añade Granma.
El año pasado, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo en 2024 que el Gobierno destina 230 millones de dólares mensuales para garantizar los productos de la canasta básica y distribuirlos en más de 12 mil bodegas en todo el país.
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis económica y energética desde hace más de cinco años, evidente en la escasez de productos básicos (alimentos, medicinas y combustible), la elevada inflación, la contracción económica, una dolarización creciente y prolongados apagones diarios.
De acuerdo con estimados del economista cubano Pavel Vidal, la inflación real en la isla en 2025, que, a diferencia de los informes mensuales de la ONEI, incluye los precios en el mayoritario y mejor surtido mercado informal, “rondaría el 70 %”.
La inflación ha triplicado los precios en la isla desde el año 2020, según las estadísticas oficiales. El índice de precios al consumo (IPC) cerró en el 2021 por encima del 77 %; mientras que en 2022 se situó en el 39,07 %; en 2023, en el 31,34 %, y en 2024, en el 24,88 %.
La combinación de la pandemia de la Covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses desde la primera Administración Trump (2017-2021) y las fallidas políticas económicas y monetarias nacionales han agravado los problemas estructurales de la economía nacional.












