Getting your Trinity Audio player ready...
|
El Programa Mundial de Alimentos (PMA o WFP, por sus siglas en inglés) ha destinado 57,9 millones de dólares a Cuba en el marco de su ciclo de cooperación 2021-2025.
Los fondos han tenido el objetivo de apoyar proyectos vinculados a la seguridad alimentaria y nutricional en medio de la profunda crisis económica que afecta al país, informó este jueves la prensa estatal.
Según detalló el área de Comunicación del PMA a la Agencia Cubana de Noticias (ACN), con esos fondos se han adquirido productos básicos como arroz, granos y aceite vegetal, destinados a responder emergencias alimentarias y asistir a los sectores más vulnerables de la población.
PMA en Cuba: alimentos para la infancia y ayuda directa a comunidades
Del total asignado, al menos cinco millones de dólares se han utilizado para complementar una dieta variada y nutritiva dirigida a niños y niñas de entre cinco y once años que cursan la educación primaria.
Esta asistencia se implementa a través del proyecto “Apoyo de la alimentación escolar sostenible a partir del fortalecimiento de los sistemas de producción local de alimentos en Cuba”, que se ejecuta en municipios seleccionados de las cinco provincias orientales.
El programa incluye la entrega regular de alimentos y el respaldo a cadenas locales de producción, con el objetivo de fortalecer la resiliencia de los sistemas escolares de alimentación.
¡Actúa diferente! en el terreno.
Visitamos círculos infantiles, escuelas primarias, fincas; centros apoyados por el proyecto de #WFPCuba con fondos de #KOICALos impactos y resultados, contados por sus protagonistas en Urbano Noris, Holguín.@ACN_Cubahttps://t.co/X1zjXdeb6p pic.twitter.com/2fGcswgyjs
— WFP Cuba (@WFP_Cuba) June 26, 2025
Rusia, el principal donante
De acuerdo con los datos proporcionados por el PMA, el 32 % de los fondos disponibles para Cuba en este ciclo provienen del gobierno de la Federación de Rusia.
Así, Moscú realiza estos donativos a través de su Ministerio para la Protección Civil, Emergencias y Eliminación de las Consecuencias de Desastres (EMERCOM), al que se ha señalado como socio estratégico clave en esta cooperación.
Con ese financiamiento, en lo que va de 2025 se han podido adquirir 844 toneladas métricas de aceite vegetal, de las cuales ya han arribado 656 toneladas al país, según confirmó la ACN.
Una parte significativa de ese cargamento —unas 470 toneladas métricas— llegó el pasado 18 de junio a Cuba como donativo oficial de Rusia, en un acto celebrado en el Centro de Carga y Descarga de Distribución del Ministerio de Comercio Interior (Mincin), en La Habana Vieja.
Durante la ceremonia, el embajador ruso en La Habana, Víctor V. Koronelli, aseguró que su país “continuará brindando apoyo a la hermana Cuba, tanto a través de organismos internacionales como en el formato bilateral”.
El diplomático recordó que solo en 2024 el Gobierno ruso entregó también al sistema de salud cubano módulos de emergencia, medicamentos, motos de bomberos y rescate, bolsas sanitarias y filtros para purificación de agua, además de envíos previos de chícharos y aceite de girasol.
Koronelli señaló que esta “modesta contribución” será de “perceptible apoyo para el fraterno pueblo cubano”, en particular para niños, ancianos y otros sectores sociales vulnerables.
El diplomático criticó el “recrudecimiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero” impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
Rusia dona a Cuba más de 460 toneladas de aceite a través del Programa Mundial de Alimentos
Petición formal y crisis estructural
La cooperación reforzada del PMA con Cuba llega en un momento de fuerte crisis para la isla, refirió la agencia española EFE.
Desde hace más de cuatro años, Cuba sufre una grave crisis económica reflejada en el desabastecimiento generalizado de alimentos, medicinas y combustible; el deterioro del poder adquisitivo; una inflación persistente y frecuentes apagones.
En febrero pasado, el Gobierno cubano solicitó por primera vez ayuda de forma oficial al PMA, ante la imposibilidad de garantizar la entrega de leche a niños menores de siete años, marcando un precedente en la relación con agencias del sistema de Naciones Unidas.