Científicos estadounidenses investigarán el estado de las aguas costeras de Cuba, junto a colegas y estudiantes cubanos. Un equipo de la Universidad del Sur de Florida (USF), radicada en Tampa, viajará a la Isla el 9 de mayo a bordo del barco “R/V Weatherbird II”, para realizar estudios ante posibles derrames de petróleo en el golfo de México.
Según el Tampa Bay Times, los investigadores del Departamento de Ciencias Marinas de la USF están haciendo mediciones alrededor del golfo, para contar con datos actualizados que faciliten la acción en caso de un desastre ecológico en el área.
La publicación señala que uno de los mayores problemas de la catástrofe medioambiental causada por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon operada por la empresa British Petroleum (BP), en abril de 2010, fue la inexistencia de medidas sobre las condiciones de esa cuenca oceánica.
David Hollander, oceanógrafo químico de la USF que investigó sobre los efectos del derrame de BP, considerado el mayor de la historia, comentó que la intención de los estudios de su universidad es “evitar que algo así se repita”.
De acuerdo con Hollander, el equipo estadounidense presta una atención especial a las condiciones en el estrecho de la Florida “porque esos son los entresijos del agua que entra en el Golfo de México”.
Por esta razón, durante sus estudios en Cuba se tomarán muestras de la composición química de las aguas y se analizarán “aspectos de los niveles de contaminación y condiciones de pesca, para compararlos con lo que encontramos en México y las aguas de Estados Unidos”, comentó Hollander.
El gobierno cubano ha promovido las perforaciones y exploraciones en sus costas, con una reserva de crudo estimada en unos 20,000 millones de barriles, aunque hasta ahora sin los resultados esperados. No obstante, la prospección petrolera continúa entre las prioridades, a través de convenios entre la estatal Unión Cuba Petróleo (CUPET) y compañías extranjeras.
Ante este escenario, los científicos de la USF contarán con el respaldo de una treintena de alumnos graduados, profesores y biólogos de la Universidad de La Habana y de la Agencia de Pesca Cubana. La colaboración busca, según Hollander, “compartir información sobre tecnología”.
Autoridades de Cuba y Estados Unidos firmaron en enero un convenio de protección medioambiental, para la preparación y respuesta a la contaminación por derrames de hidrocarburos y otras sustancias nocivas en el golfo de México y el estrecho de la Florida.
El acuerdo formó parte de los instrumentos de colaboración suscritos entre Washington y La Habana durante el mandato de Barack Obama, los que también incluyeron otros aspectos relacionados con la investigación y la protección de la naturaleza como la conservación de la Fauna Silvestre, las Áreas Protegidas y la colaboración en materia sismológica y meteorología.
La cooperación entre investigadores del mar cubanos y estadounidenses ha tenido importantes resultados previos, como el programa de restauración de arrecifes coralinos de los acuarios de la Florida y el Nacional de Cuba. Este programa busca aumentar las poblaciones del coral conocido como Cuerno de Venado, en la región marina común de los dos países.