Santiago de Cuba es una de las provincias con mayor cantidad de mipymes y otras formas de gestión no estatal, desde que hace casi tres años el Gobierno de la isla diera luz verde a estos actores del sector privado.
Desde entonces, ese territorio oriental cuenta con cerca de 725 mipymes y nueve cooperativas no agropecuarias aprobadas, aunque no todas están actualmente en funcionamiento.
Ahora mismo están en operación 585 pequeñas y medianas empresas, lo que, al decir de Reynier Limonta Montero, director provincial de Desarrollo Territorial en Santiago, es un “número considerable si tenemos en cuenta que es mayor a la cifra de empresas estatales, sociedades mercantiles y unidades presupuestadas”, reseña Sputnik.
El funcionario explicó al medio de prensa que existen “muy buenas experiencias” con los actores no estatales, relacionadas con la sustitución de importaciones y la producción de bienes en la provincia.
Además, dijo que planean su incorporación en renglones como el turismo y la “exportación de ciertos insumos” —sin aclarar cuáles—, lo que considera “un proceso lleno de retos”, pero que, a pesar de ello, “transcurre de manera favorable”.
“Para nosotros resulta una esfera comprometida, con responsabilidad social e involucrada en acciones que favorecen a las comunidades, niños y ancianos, a partir de su incidencia, por ejemplo, en hospitales pediátricos y el programa de atención materno-infantil”, consideró.
Actividades mejor posicionadas
Entre las actividades “mejor posicionadas” entre las formas no estatales figura la construcción, por tratarse de “una ciudad industrial, envejecida y con un nivel significativo de deterioro de sus inmuebles”, precisó a Sputnik Víctor Luis López Lescay, presidente de la filial santiaguera de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC).
Según el artículo, a estas actividades le siguen otras iniciativas privadas —con un comportamiento similar al del resto del país— en sectores como la gastronomía, la comercialización y producción de alimentos, así como la transportación de pasajeros, la comunicación y la tecnología.
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Basado en lo anterior, López Lescay comentó que las mipymes y demás actores privados de Santiago desempeñan “un papel determinante en la dinamización del mercado minorista local y territorial y el encadenamiento productivo”.
Como ejemplo de éxito, Sputnik presenta a la mipyme WBoix Fábrica de Juguetes, liderada por el santiaguero William Boix Meriño y dedicada al diseño, elaboración y venta de juguetes didácticos de madera y tela para niños de las primeras edades de vida.
La empresa fue creada bajo la filosofía de “juega y aprende”, en la que todos sus productos son interactivos y, “más allá del entretenimiento, influyan en la educación de los niños”, detalló su fundador.
Con 16 trabajadores en su plantilla, esta mipyme mantiene alianzas con el sector estatal para la obtención de materias primas recicladas, al tiempo que colabora con otras mipymes y negocios privados como el Proyecto de Desarrollo Local El mundo de Amalia, en La Habana.
De igual forma, cuenta con una tienda en el Zoológico de Santiago de Cuba y con una guardería infantil para el cuidado de niños entre uno y cinco años, al tiempo que trabaja junto a la Universidad de Oriente en el diseño y certificación de juguetes para menores en situación de discapacidad.
Necesidades y desafíos
Para Limonta Montero, para el fortalecimiento de los actores no estatales en la provincia resulta necesario “invertir en el tratamiento y fabricación de materias primas nacionales”, como es el caso del “procesamiento de frutas y de fibras textiles y elementos para calzado”.
No obstante, otros retos del sector privado en Santiago radican en “la dificultad para adquirir los insumos y la mejora de la calidad de su trabajo, a partir de la incorporación de tecnologías y herramientas”, en opinión de la periodista Zaida Fabars.
Para Fabars, “la mayoría de la población encuentra la solución a sus necesidades básicas en las formas de gestión no estatal”, una muestra de su “auge dentro del territorio”, pese a que “los precios no van en concordancia con el ingreso promedio del cubano”.
Hasta el momento el Ministerio de Economía y Planificación ha aprobado más de 11 mil mipymes y cooperativas no agropecuarias. Tras estar prohibidas desde 1968, estos actores no estatales retornaron al escenario cubano en septiembre de 2021, en el contexto de un paquete de reformas gubernamentales destinadas a dinamizar la economía.
Los mismos pueden ser estatales, privados o mixtos, y cuentan con una personalidad jurídica con características propias. Su actividad ha cambiado el panorama comercial en las grandes ciudades de la isla, generando empleos con sueldos muy superiores a los estatales.
Además, han propiciado el aumento de la oferta de productos básicos, aunque a elevados precios, lo que es motivo frecuente de cuestionamientos por parte de la población.