La prolongada crisis energética que sufre Cuba ha vuelto a agravarse en los últimos días.
Las averías y el déficit de combustible siguen impactando seriamente la capacidad de generación y haciendo caer la disponibilidad eléctrica en la isla.
Ayer, la máxima afectación volvió a superar el pronóstico oficial, que de por sí ya era bien elevado. En definitiva, no fueron 1890 los MW afectados en el pico nocturno, sino 1961, de acuerdo con lo reportado por la Unión Eléctrica (UNE).
Ello se debió, según la entidad, a “la pérdida de 150 MW en Energás Jaruco por fallo en válvula de gas”.
Esta rotura se une a las ya existentes en las unidades térmicas cubanas, siete de las cuales estaban desconectadas este lunes, entre ellas las tres de la termoeléctrica Rente, de Santiago de Cuba.
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Disponibilidad en picada
A las roturas se unen también las afectaciones por falta de combustible, a pesar del aporte que realizan los parques fotovoltaicos en el horario diurno. Ayer, estas instalaciones produjeron 2753 MWh, con 556 MW como máxima potencia entregada en el horario de la media.
Aun así, esta mañana la disponibilidad apenas era de 1669 MW, en tanto la afectación ya ascendía hasta los 1417 MW. Para el mediodía, el déficit se mantendrá en un rango similar (1400 MW).
El escenario se complica aún más en el pico nocturno, para cuando la UNE proyecta un incremento de la generación hasta los 1844 MW. A pesar de ello, la afectación será mayor que la disponibilidad y rondará nuevamente los 2000 MW.
Se trata de una barrera que ya fue sobrepasada en un anterior pico de apagones y a la que ahora el país vuelve a acercarse peligrosamente.
En definitiva, el estimado oficial eleva la afectación máxima en la noche hasta los 1976 MW, superior incluso a la de ayer, lo que se traducirá en cortes eléctricos simultáneos en más de la mitad del país a esa hora y la posibilidad de que se incrementen si ocurre otro problema.