Ya no son tres, sino dos, las patanas turcas que permanecen en Cuba como apoyo al deprimido Sistema Eléctrico (SEN) de la isla, cuando apenas faltan unos días para el fin de año.
El pasado martes ante una comisión parlamentaria el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, había dicho que solo “persistían” tres de las ocho centrales flotantes, las que totalizaban 337 megawatts (MW). Ello, según reseñaba entonces el diario Granma, era “consecuencia de la imposibilidad de cumplir los compromisos de pago por la ausencia de divisas”.
Sin embargo, ya este jueves al hablar ante el plenario de la Asamblea Nacional sobre el estado actual del SEN y sus perspectivas para 2025, De la O Levy rebajó la cifra a dos.
“La generación móvil (las conocidas patanas), que desde 2019 había tenido una tendencia al crecimiento, ha ido retirándose por problemas de imposibilidad de pago, con lo cual se han perdido 301 MW. Actualmente, solo quedan dos patanas con una potencia de 257 MW”, reseñó Cubadebate la intervención del ministro.
Las dos centrales flotantes que permanecen en Cuba son las situadas en La Habana, a juzgar por los más recientes partes de la Unión Eléctrica (UNE). Ellas son la de Melones y la de Regla, por lo que las patanas que hasta poco se encontraban en las bahías del Mariel y Santiago de Cuba ya habrían partido de la isla o, al menos, estarían paradas y desconectadas del SEN.
Por demás, como ha sucedido a lo largo del año, la falta de combustible golpea el funcionamiento de las que se mantienen trabajando. Este jueves, según la UNE, estaban parados 11 motores en la patana de Melones con 184 MW y la patana de Regla con 54 MW.
Y para este viernes la entidad rebajó esa afectación a solo 4 motores en la patana de Melones (65 MW), aunque estos deben incorporarse en el pico nocturno, de acuerdo con el pronóstico oficial.
Sin récord, pero con otro alto déficit
Aunque finalmente este jueves el déficit eléctrico no llegó a los niveles récord previstos inicialmente por la UNE, los apagones se extendieron durante todo el día y la madrugada, y han llegado a ser de 15 y más horas seguidas en diversas localidades, según publicaciones en redes.
La UNE informó que la máxima afectación fue de 1608 MW a las 6:30 PM, inferior a los 1 711 MW anunciados, pero aun así una cifra muy elevada y por encima de las reportadas en los últimos días.
Para este viernes el escenario no será mucho mejor. Ya a las 7:00 AM había 803 MW afectados, y al mediodía pasarán del millar (1100 MW) “con mayor incidencia en la zona centro oriental por altas transferencia de energía hacia esa zona”.
Para el pico nocturno, por su parte, el pronóstico es de 1525 MW, pero para ello deben incorporarse los 4 motores de la patana de Melones ya mencionados y también la unidad 5 de la termoeléctrica de Nuevitas, que hasta ahora se encontraba en mantenimiento.
De no ocurrir, el déficit sin dudas será superior —la demanda prevista es de 3150 MW—, lo que aumentaría la ya de por sí baja disponibilidad prevista (1695 MW) y aumentaría la precariedad del sistema.
Esta deficitaria condición es consecuencia de la actual baja de nueve unidades de termoeléctricas —tres por roturas y seis por mantenimientos—, y de una severa falta de combustible que mantenía sin funcionar a 73 centrales de generación distribuida, los mencionados motores de la patana de Melones y la central de motores del Mariel.
Por demás, apunta la UNE, la unidad 1 de Felton opera “limitada” para “garantizar el empate con su próximo suministro”. En total, 682 MW están afectados en esta jornada por no contarse con el combustible necesario para generarlos.