La ganadería cubana atraviesa una crisis devastadora y sostenida que amenaza con colapsar uno de los sectores agropecuarios más importantes del país, según datos y testimonios presentados este lunes en una de las comisiones de trabajo de la Asamblea Nacional de la isla.
Desde 2019, el número de cabezas de ganado ha disminuido en más de 900 mil, con un impacto directo en la producción de leche y carne, que se ha desplomado en niveles alarmantes y ha aumentado las cotas de inseguridad alimentaria en la isla.
El director general de Ganadería, Arián Gutiérrez Velázquez, informó ante la comisión agroalimentaria que al cierre de 2024 la masa vacuna en Cuba se ubicó cerca de los tres millones de animales, casi 400 mil menos que el año anterior, según un reporte del diario Granma.
La diferencia entre nacimientos y muertes fue positiva en unas 145 mil cabezas, pero el hurto y sacrificio ilegal aumentó en más de 27 mil, para agravar la crisis productiva.
“Desde 2019, las entregas de leche al balance nacional se han reducido a la mitad y la producción de carne cayó un 73%”, señaló Gutiérrez.
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Productores vulnerables y una avalancha de multas y decomisos
El 84.5 % del ganado está en manos de productores individuales, que suman más de 124 mil, mientras que solo el 8.2 % pertenece a empresas estatales. Sin embargo, la desprotección legal, los decomisos y multas millonarias afectan a estos productores, quienes concentran el 58 % de las vacas.
La crisis se refleja también en los decomisos y multas: en 2024 se registraron 476 decomisos y más de 7 mil multas por un importe superior a 205 millones de pesos cubanos, por incumplimientos en la gestión ganadera
La fiscalización nacional detectó 181 854 irregularidades en el control de la masa vacuna, incluyendo nacimientos sin declarar, compraventa ilegal, animales sin inscribir, faltantes y muertes sin documentar, según fuentes oficiales.
El ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, afirmó que la ganadería debe “salvarse por sí misma”. “Hay que darle más tierra a quienes tienen más masa ganadera y conocimiento”, dijo, subrayando la necesidad de reaprovisionar el sector con recursos y apoyo técnico.
Sin embargo, el viceministro Alain Rodríguez León advirtió que “hace falta entre 15 y 20 años para amortizar los créditos” y que muchos productores han abandonado la actividad debido a las dificultades económicas y las trabas estructurales.
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Ganadería cerca de imitar colapso azucarero
El secretario de la Asamblea Nacional, Homero Acosta Álvarez, enfatizó que “nada se puede resolver si no se solventan antes otros problemas de la macroeconomía”.
“Lo más importante es qué proteínas llegan a la mesa de los cubanos. Hay que ser más audaces para que la ganadería evite el mismo colapso que el sector azucarero”, añadió.
En tal sentido, el funcionario propuso extender subsidios directos a las personas y descentralizar aspectos como el combustible para facilitar la producción.
En provincias como Guantánamo, la crisis es especialmente grave. En 2024 murieron 5 mil reses por desnutrición, falta de agua y mal manejo, y la producción de leche en Villa Clara cayó un 77,4% respecto a 2019.
Tal escenario ha provocado que “sea imposible entregar un litro de leche diario a los niños de cero a seis años”, un derecho básico que ahora se cumple de forma irregular y con retrasos, según reportes oficiales.
Mientras, el robo y sacrificio ilegal de ganado sigue siendo un problema crítico, que golpea con fuerza la masa ganadera en medio de la severa crisis socioeconómica en la isla.
Diputados como Víctor Manuel y Noel Rolando señalaron que “cuando tienes que guardar los animales a las cuatro de la tarde, no puedes producir ni vivir como productor”. El delito afecta todos los indicadores productivos y ha cambiado el sistema de vida en el campo, dijeron.
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Iniciativas para revertir el desplome
Entre las propuestas planteadas por las autoridades para revertir la actual crisis se encuentran priorizar proyectos de ganadería comercial, rescatar el sistema integral de reproducción, conservar financiamientos estatales por más de mil millones de pesos anuales, y potenciar la exportación de carbón vegetal para beneficiar a los productores.
También se busca trabajar con ganaderos que posean más de diez vacas, desarrollar el mercado de insumos y resolver el abasto de agua mediante fuentes renovables de energía.
La informatización de los registros pecuarios y la implementación de un modelo de gestión más eficiente son otras medidas consideradas esenciales para ordenar las cadenas de valor y suministro, así como para fomentar encadenamientos productivos con la industria nacional y territorial, si bien los reportes oficiales no detallan cómo podrían materializarse esas ideas.
Por su parte, el ministro Pérez Brito anunció que se comercializará en divisas el 95 % de la leche y carne bufalina, con retorno directo al productor, mientras que el 5% restante se destinará al autoabastecimiento municipal. Esta estrategia busca incentivar la producción y mejorar la sostenibilidad económica del sector.
La crisis ganadera se suma a un contexto general de depresión económica en Cuba —agravada por las sanciones estadounidenses y las deficiencias internas—, con limitaciones en el acceso a insumos, largos apagones y restricciones financieras que afectan la capacidad productiva.
En particular, la ganadería, pilar fundamental para la alimentación nacional, enfrenta un momento crítico que requiere respuestas urgentes y coordinadas, en opinión tanto de autoridades como de especialistas y académicos.
El vicepresidente Salvador Valdés Mesa y el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca participaron en el debate en la comisión de la Asamblea, junto a otros funcionarios y representantes del sector agropecuario, quienes coincidieron en la necesidad de impulsar reformas estructurales y fortalecer el apoyo a los productores para evitar un colapso irreversible.
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Un desastre en cifras
Mientras tanto, los productores cubanos continúan enfrentando la incertidumbre y las dificultades diarias, teniendo como telón de fondo una sombría realidad expresada en cifras.
Más de 900 mil cabezas de ganado pérdidas desde 2019, una producción lechera que ha descendido desde entonces en un 50 %, en tanto la de carne lo ha hecho en 73 %. Por su parte, más de 264 mil reses han perecido por causas naturales y sacrificios ilegales, en un entorno donde los decomisos suman 476 y las multas ascienden a 7191.
La provincia ganadera por excelencia, Camagüey, que llegó a acopiar 90 millones de litros anuales, produce hoy menos de la mitad que hace cinco años.
Según datos oficiales, el año 2024 cerró con una masa ganadera de 432 749 cabezas, tras perder más de 66 mil animales en solo doce meses. Solo en 2024, se reportaron 58 963 muertes de reses por diversas causas y 7 143 sacrificios ilegales.
Esta sangría podría dejar a esa provincia sin ganadería en solo 15 años.