Durante un viaje de vacaciones a Varadero en 2020, Brisbany Recio coleccionó los menús de los establecimientos que visitó en el balneario para disponer de las ofertas en visitas futuras. Ese interés personal, que luego se extendió a otros bares, restaurantes y cafeterías en La Habana, fue el germen de lo que es hoy Menú Cuba, una comunidad digital que permite acceder a las ofertas gastronómicas de cientos de locales.
Surgido en 2021 y alojado en la aplicación de mensajería Telegram, muy popular en la isla en ese momento, Menú Cuba funciona hoy día como un directorio colaborativo: son los usuarios quienes envían la información para que sea compartida con la comunidad. Incluso, en los comentarios de las publicaciones, expresan opiniones sobre la calidad del servicio y recomiendan las mejores ofertas.
A Recio, de 26 años, al inicio no le parecía un emprendimiento ni sospechaba siquiera el alcance que tendría. “Una vez que hice público el canal en septiembre de 2021, empezó a interesarle a mucha gente. Se dio una suscripción masiva porque fue en el periodo en que se levantó la cuarentena en La Habana y muchos lugares estaban reabriendo con nuevos precios y ofertas. La gente estaba muy interesada en revisar los menús”, comentó.
Desde entonces, Menú Cuba no ha dejado de crecer. Se muestran los precios de más de 300 bares, restaurantes y cafeterías de La Habana y otras provincias. Actualmente, cuenta con casi 22 mil suscriptores en Telegram y un poco más de 14 mil en Instagram, comunidad creada tiempo después.
Precisamente, la irrupción en esta red social les hizo ver a Brisbany y a su novio y socio, Bryant Díaz, el potencial que tenía Menú Cuba para ser, además de servicio público colaborativo, un negocio capaz de garantizar su sostenibilidad.
“Poco a poco empezamos a crear contenido promocional de los lugares, a partir de nuestras propias experiencias. Gracias a que nos fue bastante bien y tuvimos alcance, muchos establecimientos se interesaron en colaborar con nosotros.
“No estamos interesados en hacer crítica gastronómica o contenido foodie, sino mostrar las ofertas para que los interesados no se queden solo con el menú. Que puedan tener además imágenes, algún comentario sobre el ambiente del lugar, los horarios, las características”, explicó Brisbany.
“Foodies” en Cuba: recomendando restaurantes en redes a pesar del desabastecimiento
La base del crecimiento del emprendimiento es precisamente el público, aquellos que toman fotografías de los menús en sus salidas y las comparten con los administradores del canal.
Sin embargo, Recio lamenta que no exista mayor colaboración de los dueños y gerentes de los establecimientos para obtener la información de forma más sencilla y con mejor calidad.
“Creo que valoran el marketing digital, las promociones en redes sociales; pero aún no le dan la importancia debida. No comprenden todavía la relevancia de que exista alguien que gestione las redes sociales de un negocio, por ejemplo”, comenta.
De existir mayor flujo de intercambio de información, sobre todo en un mercado que cambia con frecuencia los precios y obliga a actualizar el canal con gran sistematicidad, podría beneficiar tanto a clientes como a Menú Cuba, que, reconoce Brisbany, consume casi la totalidad de su tiempo, a pesar de no ser, como parecía al inicio, del todo rentable.
“Es un volumen de información bastante grande. De hecho, en este momento tengo pendiente actualizar una especie de directorio que creé con hipervínculos con los nombres de todos los establecimientos, ordenados alfabéticamente”.
“Nos gustaría que Menú Cuba se convirtiera en el futuro en un equipo, en el que las tareas pudieran repartirse más equitativamente. De ese modo, el volumen de trabajo de cada uno disminuiría. Eso dependerá de conseguir hacerlo rentable”, dijo.
Por el momento, publican promociones de algunos bares, restaurantes y cafeterías en el canal, lo cual genera algunos ingresos por concepto de publicidad.
Otro de los planes es migrar todo el sistema creado en Telegram a una aplicación propia, con mayores posibilidades para evaluar las ofertas de los establecimientos, así como otras ideas; por ejemplo, las encuestas que realizan para conocer los mejores sitios y productos. Sin embargo, no cuentan con los recursos suficientes para llevarlo a cabo, realidad común para los emprendedores cubanos.
En cualquiera de las variantes que implementen para aumentar ingresos y hacer sostenible su negocio, el acceso al contenido se mantendría gratuito, afirmó Brisbany.
Casi cuatro años después de su lanzamiento, Menú Cuba ha logrado consolidarse como herramienta de búsqueda, a pesar de que, en la isla, como en resto del mundo, Telegram no es la aplicación de mensajería más popular. “Muchos se abren la cuenta para buscar las ofertas en el canal”, reconoció Recio, quien poco sospechaba que su interés por coleccionar menús para sus salidas le daría la oportunidad de crear un proyecto mayor que tendría tanta aceptación.