Con más de 140 mil seguidores en su cuenta de Instagram, Flavia Blanco, conocida por su perfil en la plataforma como Super Fla Cuba, se encuentra entre las influencers cubanas que encontraron en la gastronomía nacional su contenido para las redes sociales, especialmente en los bares y restaurantes habaneros.
Graduada de Estomatología, carrera que ejerció durante casi dos años y medio, decidió dedicarse exclusivamente a sus redes sociales en 2023. Como parte de su trabajo, colabora con establecimientos que pagan por ser publicitados. Flavia suma a su sustento un empleo como community manager. Aunque siempre se le escucha de buen ánimo en sus videos, el mundo detrás de la pantalla de Super Fla no está libre de sinsabores.
¿Qué tipo de contenido creabas en tus inicios en las plataformas? ¿Cómo llegas al formato actual?
Era muy variado al inicio: baile, canto, moda, maquillaje…Luego encontré un nicho un poco más cerrado. De casualidad, cuando hago mi primer video de reseña, veo que entonces el mundo de la gastronomía estaba prácticamente virgen en Instagram en Cuba, y decido empezar a hacer las reseñas de hoteles, negocios, emprendimientos. Hoy día hago contenido para mostrarles a mis seguidores lugares o productos.
¿Qué ha sido lo más difícil desde que comenzaste las reseñas gastronómicas, de marcas y de productos?
Para mí el proceso no fue difícil, porque cuando empecé todavía en Cuba casi nadie hacía reseñas. Puedo considerarme de las primeras en producir este tipo de contenido. Subí muy rápido, tanto en alcance como en seguidores, y eso me abrió muchísimas puertas. Desde el segundo reel que subí sobre este tema comencé a tener contacto directo con marcas que querían trabajar conmigo.
Sin embargo, todo llegó de golpe y no sabía manejar bien mi tiempo, no tenía organización para llevar mi vida personal al mismo tiempo de las redes sociales, no tenía claro lo que quería, mis derechos como creadora de contenido, qué podía ofrecerles a mis clientes, cuál sería la forma de colaborar, etc. Esa parte fue un poco más complicada.
¿Te consideras influencer o creadora de contenido?
Me considero tanto creadora de contenido como influencer. Una cosa lleva a la otra, ya que el contenido que creo tiende a tener muchísima influencia. Cada vez que hago una reseña, sea de un hotel, un restaurante o un producto, la gente que me sigue tiende a guiarse por mi opinión, visitar esos lugares y hacer compras de productos que promuevo.
En cuanto al formato del contenido, me gusta mucho la edición, hacer bien las tomas de video a todos los productos, ese tipo de cosas.
¿Cuánto determina la cantidad de seguidores la calidad de una cuenta?
Considero que la cantidad de seguidores no tiene nada que ver con la calidad del contenido que se propone. Conozco a muchísimos creadores de contenido a los que se les hacen virales videos que no aportan nada a la sociedad, y otros que hacen un contenido educativo, más elaborado, bien pensado, y no tienen tantos seguidores. Una cosa no va de la mano con la otra.
En tus publicaciones —sobre todo en reseñas de bares y restaurantes— pueden leerse comentarios en los que te llaman “millonaria” por promover ciertos patrones de consumo a pesar de vivir en Cuba. ¿Cómo respondes a esto?
En la actualidad, debido a los problemas en nuestra isla, las carencias, los bajos salarios, cuando determinada persona ve mis videos y publicaciones, sin saber nada de mi vida, hace comentarios como ese, o “recibes dinero del extranjero”, “eres dueña de una mipyme”… No tengo familiares en el extranjero, mis padres son médicos, yo soy dentista y todo esto ha sido un proceso, paso a paso. Empecé desde abajo y poco a poco.
Con trabajo, disciplina y esfuerzo, he logrado lo que tengo hoy, que es vivir de mis redes sociales; lo mismo como community manager (mi trabajo de más peso económico, con varias cuentas que llevo dentro y fuera de Cuba) que como influencer, trabajo basado en mis colaboraciones con diferentes negocios.
¿De qué forma asumes la crítica?
El contenido que creo es muy criticado. Desde que comencé, me hice de una coraza, tanto para las críticas constructivas como para las destructivas. Las primeras son desde el respeto, la educación; un comentario negativo con el fin de que mejore; pero eso casi nunca ocurre. No obstante, las escucho, porque en un inicio tenía errores en la comunicación y esas críticas me ayudaron a usar mejor el lenguaje.
Las otras son más basadas en vivencias personales de quien está comentando. No lo tomo personal. Cada cual da lo que tiene en su corazón. Si voy a responder, tengo que tener respuesta para todos los comentarios positivos que me hacen, llenos de buena vibra y bendiciones.
¿Cómo dificulta tu trabajo el hecho de vivir en Cuba?
Lo más preocupante es la conexión a Internet. En Cuba es muy mala; paso muchísimo trabajo para crear el contenido, ya sea utilizando aplicaciones que demoran mucho en cargar, o a la hora de publicar. También estamos restringidos: hay funciones de Instagram, Facebook y YouTube que no están disponibles para Cuba. El tema de la monetización tampoco está permitido. No puedo acceder a aplicaciones de pago; es complicado.
La otra parte es la emocional. En muchas ocasiones tengo problemas familiares, espirituales, no tengo deseos de editar; pero a veces hay que anteponer la responsabilidad y el trabajo a lo personal.
¿A qué atribuyes el crecimiento constante de tu cuenta?
Creo que a día de hoy soy un referente en la toma de decisiones de quienes me siguen; cuando escogen qué lugar visitar, para conocer alguna provincia… Pienso que, en un futuro, cuando pueda viajar fuera de Cuba, sea además un referente no solo nacional, sino internacional. Es mi deseo.
Voy a seguir haciendo crecer mi cuenta con este contenido, porque no vamos a dejar de crear, adaptarnos a las nuevas tendencias, vamos a mejorar cada día. Cuando la creatividad, la disciplina y la innovación se unen, la cuenta sigue creciendo.
¿Has pensado llevar las reseñas a YouTube?
Tengo un canal de YouTube, pero no lo utilizo. En algún momento pienso dedicarme a ello, pero quise concentrarme en Instagram, tener una comunidad sólida, de respeto, grande, para poder diversificarme luego.
Por ahora solo va a ser ahí, pero estoy trabajando en un proyecto muy hermoso que sí será en YouTube. No puedo dar más detalles.
¿Qué te gustaría sumar o cambiar en el contenido que realizas?
Quisiera agregar muchos lugares de fuera de Cuba. Uno de mis grandes sueños es viajar y hacer esto mismo en otros países. Pero, como dice el dicho, “conozca Cuba primero y el extranjero después”. Estoy haciendo un recorrido por toda Cuba. Cuando llegue el momento de viajar fuera, haré lo mismo.
Sería muy conveniente para mi cuenta el plus internacional.
¿Qué es lo mejor y qué lo peor de tu trabajo?
Lo mejor es tener el cariño de muchísimas personas que, aunque no me conozcan ni yo a ellas, virtualmente somos como familia. La cantidad de mensajes lindos que me llega a diario, poder resolverles algunos problemas a mis seguidores, ya sea recomendando lugares o dándoles palabras de aliento, demostrándoles que cuando uno trabaja, es educado, estudia, se prepara, la vida abre puertas y si no, uno puede derrumbarlas.
Lo peor es que hay que lidiar todos los días con el cambio de algoritmos en las redes sociales, con las nuevas medidas en el país y fuera; y con clientes, que a veces son muy complicados.
¿Si no hubieras emprendido este camino crees que tus ingresos serían los mismos?
Soy una mujer muy emprendedora. Antes de las redes sociales, no solo vivía de mi salario como dentista; tenía un pequeño salón donde hacía uñas. Creo que si no hubiera tenido la oportunidad de vivir de las redes sociales, hoy tendría mi propio negocio, un salón de belleza. Habría buscado alternativas para vivir bien, dentro de lo que cabe, haciendo las cosas que me gustan.