A unos 80 kilómetros de la ciudad de Camagüey está el batey Jaronú, construido hace casi un siglo alrededor del central del mismo nombre, hoy Empresa Azucarera Brasil. La fiebre de la zafra hizo que muchos propietarios de fincas abandonaran sus cultivos tradicionales así como la cría de ganado y convirtieran sus tierras en cañaverales. Allí, en el poblado de Esmeralda, el 26 de diciembre de 1921 empezó a moler caña uno de los ingenios más grandes de Cuba, cuyo batey es hoy uno de los más atractivos del país, considerado Monumento Nacional en 2011. En Jaronú conviven con los solares y cuarterías, lujosas construcciones que reproducen elementos de la arquitectura rural alemana. Hay también, casas de madera, muy pobres, la locomotora de un tren Zepelín, y mucha gente andando en bicicleta.