El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, acusó este jueves de tráfico de divisas y evasión fiscal al medio independiente El Toque, conocido por publicar la tasa de cambio del mercado informal que se ha vuelto referencia en las transacciones informales.
Su denuncia en redes se produce un día después de la difusión en la televisión estatal de un documental que señala al medio —con sede en Miami— de esos delitos y de recibir fondos estadounidenses para desestabilizar a Cuba.
Ayer denunciamos, con evidencias, el vínculo de El Toque y un esquema de tráfico de divisas y evasión fiscal en #Cuba.
Se trata de un programa integral de guerra económica organizado, financiado y ejecutado directamente por el gobierno de EE.UU. #NoAlToque#NoAlTerrorismo pic.twitter.com/kG3kbdkyrp— Manuel Marrero Cruz (@MMarreroCruz) November 13, 2025
“Se trata de un programa integral de guerra económica organizado, financiado y ejecutado directamente por el Gobierno de EE.UU.”, aseguró Marrero.
El primer ministro aseguró que la tasa que publica diariamente El Toque —y que difiere mucho de la fijada por el Gobierno cubano— es “una farsa” y “resultado de una burda manipulación”.
Por su parte, los medios oficiales han salido en tromba a criticar a El Toque, con acusaciones de “mercenarismo”, “enriquecimiento ilícito”, “manipulación cambiaria” y de actuar “en contra del bienestar del pueblo” cubano.
Mientras la tasa fija oficial es —desde 2022— de 1 dólar (USD) por 24 pesos cubanos (CUP) para personas jurídicas y de 1 USD por 120 CUP para personas físicas, El Toque situaba este jueves el cambio en 1 USD por 460 CUP.
La inmensa mayoría de las transacciones monetarias informales en la isla se rigen por El Toque o lo toman como referencia.
Distorsiones
La convivencia de tres tipos de cambio provoca serias distorsiones en la economía cubana y dificulta la solución de otros problemas macroeconómicos del país, como la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, la dolarización, la escasez, el déficit o la descapitalización de los bancos estatales.
Mientras tanto, la isla se encuentra sumida en una grave crisis desde hace más de cinco años y sin perspectivas a corto o medio plazo de recuperarse.
El propio Marrero anunció ya a finales de 2023 medidas para corregir las distorsiones en el mercado cambiario, pero por el momento no se ha aplicado ninguna.
Incluso se anunció para la segunda mitad de este año una nueva tasa “flotante” —sin especificar el modelo de tasa o el tipo de cambio oficial—, pero hasta el momento no se ha concretado ni adelantado el plan de implementación.
Por el camino, el Gobierno cubano ha puesto en marcha un programa de dolarización parcial de la economía con el objetivo de generar ingresos en divisas con los que poder comprar en el exterior —Cuba importa el 80 % de lo que consume— y recapitalizarse.
En los últimos meses se han abierto decenas de tiendas estatales en dólares y la administración pública y las empresas estatales han empezado a cobrar en divisas por muchos de sus servicios.
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El Toque ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones del Gobierno y explicado que la tasa de referencia se calcula con un algoritmo —sin intervención humana— que sigue anuncios de compraventa de divisas en foros y redes sociales, y filtra valores anómalos y extremos. Supervisa el proceso el reconocido economista cubano Pavel Vidal.
Varios economistas cubanos consultados por EFE consideran confiable el método, aunque con limitaciones como recoger el valor de las ofertas y no de las transacciones finales, o emplear la mediana y no la media como tasa.
El Toque ha sufrido varias campañas en su contra en la isla, una de las cuales llevó a la renuncia y salida del país de gran parte de la plantilla que el medio aún tenía en Cuba tras una serie de citaciones de los periodistas con agentes de la Seguridad del Estado.











