El servicio de Caja Extra, una iniciativa destinada a facilitar el acceso a efectivo fuera de los canales bancarios tradicionales, enfrenta obstáculos que recortan severamente su efectividad y alcance, en momentos en que el proceso de bancarización continúa mostrando sus limitaciones a la hora de satisfacer transacciones y servicios diversos.
Un reportaje publicado en el periódico Granma deja traslucir que la iniciativa, que en sus inicios disminuyó las tensiones causadas por la escasez de efectivo, ahora ha perdido su utilidad en muchas provincias cubanas y dista de cumplir con las expectativas colectivas.
En Granma, la situación es particularmente preocupante. “Desde que esa alternativa se comenzó a aplicar en mi bodega, muchos vecinos nos beneficiamos… Pero de un tiempo acá, el servicio comenzó a mermar, y ya constituye un problema poder acceder a este beneficio”, lamentó Carmen Aguilar Vega, residente de Bayamo, quien recuerda los tiempos en que la bodega local ofrecía un respiro para obtener efectivo.
De acuerdo con la Resolución 231/2021 del Banco Central de Cuba, el servicio de caja extra está orientado, en lo fundamental, a la entrega de efectivo a las personas naturales. Es resultado de la colaboración entre un banco comercial, ETECSA y la entidad en que se ubica la caja, por lo regular una unidad comercial, definida en la resolución como “agente corresponsal”. El sistema es simple: el cliente escanea el código QR del establecimiento y hace una transferencia a la cuenta bancaria de este por el monto que desea extraer. Luego, el dependiente que lo atiende comprueba la validez de la operación, inscribe sus datos en un registro y le entrega el dinero debitado (el monto máximo de extracción al principio de la implementación del sistema era de 500 pesos diarios, luego de mil, y recientemente fue elevado a 5 mil pesos). La norma especifica que el “dinero en efectivo que los agentes corresponsales entregan a los clientes procede de los ingresos que perciban por sus ventas […] Los bancos no anticipan dinero en efectivo a los agentes corresponsales”. Los agentes corresponsales reciben una comisión por transacción, que varía en dependencia del banco al que prestan el servicio. En promedio, esa comisión es de cinco pesos por cada mil transferidos y un peso adicional por operación. |
Un problema cotidiano
La falta de liquidez en los puntos de venta y la disminución de la recaudación son factores clave en la declinación del servicio tan socorrido, sobre todo en provincia, donde conseguir efectivo en los cajeros y oficinas bancarias se ha convertido en un problema cotidiano.
De acuerdo con Danilo Sánchez Aguilar, otro usuario, la Caja Extra ha terminado siendo “una misión imposible”.
Por su parte, Juan Miguel Cabrales Perdomo, director de Desarrollo del Grupo Empresarial de Comercio en Granma, ofrece una perspectiva interna: “La Caja Extra surgió como una alternativa ante la carencia de efectivo… pero esa situación ha ido cambiando”.
De las 862 cajas extras habilitadas inicialmente en la red de Comercio, menos de 400 siguen operativas, precisó el funcionario.
Cabrales Perdomo señala dos factores principales que tributan a este escenario de crisis.
“La propia carencia de efectivo en los bancos” y “el fraccionamiento en la entrega de los productos de la canasta familiar normada”.
La prioridad de depositar el efectivo en los bancos y la irregularidad en la distribución de productos básicos impactan directamente la disponibilidad de efectivo para el servicio de Caja Extra.
Especialistas del Banco de Créditos y Comercio (Bandec) en Granma indicaron que el desinterés de algunos organismos debido a la escasez de efectivo ha frenado la expansión del servicio. Además, la implementación de la bancarización, que promueve los pagos electrónicos, busca reducir la dependencia del efectivo.
Villa Clara, un contraste
Sin embargo, no todo el panorama es sombrío. En Villa Clara, el servicio de Caja Extra muestra mayor estabilidad. Maylín Martín Aguilera, jefa del Departamento de Banca Electrónica de Bandec en la provincia, destaca que 2 243 comercios ofrecen esta facilidad a la población.
Digna Morales Molina, directora del Grupo Empresarial del Comercio en Villa Clara, revela el impacto positivo del servicio.
“El pasado año, solo por concepto de prestación por el servicio de Caja Extra en las unidades del Comercio, la población villaclareña fue beneficiada con 815 425 000 pesos”, contabilizó.
Entretanto, Carlos Portal Pérez, director del Comercio en Santa Clara, enfatiza la importancia del control y la transparencia al explicar que han detectado “algunos casos que han intentado aprovecharse de esta facilidad con fines personales o para favorecer a otros, los que han sido detectados y neutralizados con inmediatez”.
A pesar de los desafíos en la distribución de la canasta familiar, se han buscado alternativas para aumentar los ingresos y, por ende, la disponibilidad de efectivo. La comisión que reciben los comercios por cada operación también incentiva la prestación del servicio, explicó el reportaje de Granma.
Iniciativas como la creación de grupos de WhatsApp para informar sobre la disponibilidad de efectivo y la vinculación de trabajadores de sectores clave a bodegas específicas demuestran la búsqueda de soluciones creativas, entre ellas la realización de operaciones valiéndose de las pasarelas de pago Transfermóvil o EnZona.
De acuerdo con Granma, hay que resaltar algunas iniciativas muy valiosas, siempre con la mediación de las sucursales bancarias, como vincular a educadores y personal de Salud, entre otros, a determinadas bodegas, mercados y establecimientos que generen efectivo, de modo que puedan acceder al cobro de su salario mensual por esta vía.
Los casos de los municipios de Santo Domingo y Camajuaní resultan referentes en esa labor, según Maylín Martín Aguilera, jefa del Departamento de Banca Electrónica de la dirección de Bandec en el territorio villaclareño.
Causas del déficit
La falta de efectivo en Cuba, dada la carestía de la impresión de moneda que el gobierno asegura no poder asumir en toda su magnitud, se ha agudizado en los últimos años.
Entre otros factores que explican la falta de efectivo se cuenta el alto déficit fiscal, lo que lleva a una mayor emisión de moneda para cubrir sus gastos, contribuyendo a la inflación y la escasez de efectivo.
La propia inflación y depreciación del peso cubano, actualmente por encima del 20 % interanual, aumenta la demanda de efectivo, ya que la gente prefiere mantener sus ahorros en monedas más estables como el dólar.
Por otra parte, la falta de billetes de alta denominación, no más allá de los mil pesos, complica la circulación de efectivo y aumenta la necesidad de unidades y, por si fuera poco, la desconfianza en el sistema bancario, sus propios cepos que limitan la extracción y la necesidad de acumular grandes sumas de dinero por empresarios privados que las necesitan para obtener dólares en el mercado cambiario informal, contribuyen a la escasez sostenida del papel moneda.
Todo ello se traduce en largas colas en bancos y cajeros, que muchas veces se vacían a las pocas horas, o su servicio se trunca por el apagón, siendo los jubilados y pensionados las principales víctimas de tal estado de cosas en el país.
Saludos, !!! No saben que inventar para mantener a flote esta sociedad y mantener las promesas en su discurso. José Martí no se equivocó y expresó : “” la justificación es la prostitución del carácter “” y siempre estará en lo cierto.