Aunque no se trata de un fenómeno nuevo en Cuba, los robos siguen golpeando a instalaciones del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Desde los parques solares ya en uso o en montaje en estos momentos en la isla hasta las baterías de grupos electrógenos son objeto del robo de piezas, aceite y otros insumos necesarios para su funcionamiento, en medio de la severa crisis económica y energética que sufre el país.
Ante este escenario, el Gobierno cubano ha proclamado una política de mano dura y “tolerancia cero” con quienes comentan los robos y ha esgrimido incluso el término de “sabotaje” para referirse al creciente número de delitos contra el SEN.
La postura gubernamental se produce en un entorno de emergencia energética, con apagones de más de 20 horas consecutivas a lo largo de la isla, con la consiguiente paralización de actividades y la caotización de la vida cotidiana, lo que genera malestar social y agudiza la crisis.
Ciego de Ávila, epicentro del problema
La provincia de Ciego de Ávila se ha convertido en uno de los puntos críticos del problema al presentar un aumento significativo de estos delitos, según denunció el periódico local Invasor.
De acuerdo con la fiscal jefa del Departamento de Procesos Penales, Keilyn González Varela, entre 2024 y lo que va de 2025 se han registrado 43 incidentes delictivos que afectan la generación eléctrica en la provincia, con 32 personas sujetas a proceso penal.
⚡ #CiegodeAvila ha sido objeto de 43 hechos delictivos que afectan a la generación eléctrica entre los años 2024 y lo que va de 2025, en tanto 32 imputados están sujetos a proceso penal.#Economia @rocdecubano @JHGcasanova @MariposaAvilena @filiclary https://t.co/k5t6l8njHo
— Periódico Invasor (@Invasorpress) February 18, 2025
Los delincuentes se dedican a sustraer aceite dieléctrico de transformadores, combustible de grupos electrógenos, así como piezas y partes de los parques solares fotovoltaicos.
La escasez de combustible e insumos, junto con el aumento astronómico de los precios especulativos en el mercado negro, han contribuido al incremento de estos robos, según las autoridades citadas por el medio avileño de prensa.
Entre los casos más sonados está la sustracción de 6625 litros de diésel de un grupo electrógeno en Cayo Coco en 2024, lo que pudo haber provocado un corte del servicio eléctrico durante unas10 horas en más de tres hoteles del polo turístico Jardines del Rey, refiere el medio.
El robo de aceite dieléctrico de los transformadores —motivo por el cual colapsan y luego es difícil su reposición—, ha afectado también a comunidades urbanas y rurales avileñas, y ha agravado el cuadro de apagones provocado por el déficit de generación.
Por otra parte, la sustracción de tornillos, arandelas y tuercas del parque solar fotovoltaico Ciego-Norte, en un “número significativo”, amenazó la capacidad de la instalación para generar 21 MW cuando sea concluido, apunta el reporte.
La fiscal jefa provincial, María Victoria Sifonte, aseguró que la Fiscalía tiene “tolerancia cero” con este tipo de delitos, lo que implica una política penal severa que incluye la solicitud de prisión provisional, basándose en los delitos de sabotaje y cohecho.
A la par, según Invasor, se desarrolla una campaña de prevención liderada por la propia Fiscalía Provincial, de conjunto con la Empresa Eléctrica, el Ministerio del Interior y organizaciones políticas y comunitarias.
Acusaciones y medidas antirrobo
Los robos y otros delitos contra el SEN, y las acciones de las autoridades para su enfrentamiento han saltado a la prensa oficial en los últimos tiempos.
Así, por ejemplo, se han publicado recientemente otros casos, como el robo de componentes del parque solar de la localidad matancera de Jovellanos y otros que han golpeado los sistemas de bombeo asistidos por panelería fotovoltaica en distintas comunidades de Holguín.
En un reciente programa televisivo Hacemos Cuba, autoridades aseguraron que a quienes roban aceite de los transformadores, se les acusa de robo con fuerza, malversación y sabotaje, de acuerdo con los daños reportados; en tanto aquellos que compran el aceite —por ejemplo, para usarlo como diésel en sus tractores— pueden ser acusados de “receptación”.
Por su parte, el director de la Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López Valdés, explicó que se están soldando las válvulas de los transformadores y colocando “capuchas” y cámaras de vigilancia en las subestaciones para evitar los robos.
Según dijo el directivo, las subestaciones de la UNE en zonas rurales aisladas y remotas entregan electricidad a entre 4 mil y 5 mil viviendas, pero no hay nadie que las opere y ese contexto es aprovechado por los ladrones para operar la válvula que se usa para sacar el aceite al transformador, drenan ese aceite —unos mil o más litros— y lo venden.
El problema, según López Valdés, es que cuando se saca ese aceite, se quema el transformador y se produce un cortocircuito, una avería que puede, incluso, ocasionar la muerte del infractor.
En el programa se afirmó que ya hay detenidos relacionados con este delito, pese a la dificultad que entrañan los arrestos y las investigaciones, debido a que los hurtos se producen en zonas muy aisladas, lo que “da un aire de impunidad” a los ladrones.
A la par se están diseñando sistemas de iluminación, cámaras y garitas de vigilancia con guardias obreros y directivos para proteger estas instalaciones.
Las autoridades advierten sobre el peligro de electrocución en los campos solares, donde ya se ha registrado un fallecimiento por intento de robo de cables.
El Gobierno cubano tiene previsto poner en servicio 55 parques solares en todo el país este año, como parte de un plan en colaboración con China que se extiende hasta 2028 y busca generar más de 2 mil MW. El director de la UNE precisó que cada uno de estos parques lleva una inversión de 16 millones de dólares en suministros.