Más de un año ha pasado desde la última vez que hubo grandes colas para entrar a La Merci, otrora una de las tiendas en MLC más concurridas de la Ciudad de Camagüey. Ahora lo común es que sus trabajadores pasen buena parte del día luchando contra el aburrimiento, mientras ven a sus antiguos clientes cruzar la Carretera Central para llegarse a dos mipymes ubicadas en la acera de enfrente, conocidas entre los camagüeyanos como “las mipymes de La Merci”.
Muchos de los productos que antes se encontraban en sus anaqueles se agolpan en los pequeños locales que los negocios privados cercanos a la tienda arriendan en un taller estatal.
“La Merci está llena de cosas que son lujos para casi todo el mundo… cereales para desayunar o aceite de oliva extra virgen. ¿A quién se le ocurrió que en Cuba compraríamos eso por encima de lo que se necesita día a día: aceite común, pollo y aseo lo más barato posible? Las mipymes sí se dieron cuenta de lo que hacía falta vender y por eso han acaparado el mercado”, razonó Gladys, una mujer de unos 50 años que hacía cola frente a uno de los negocios privados para comprar 4 litros de aceite de girasol, a 880 pesos cada uno.
A finales de julio no había aceite en La Merci; en El Encanto (la mayor tienda en MLC de la ciudad) solo podía encontrarse en un formato menor al litro y por un precio mayor: 900 mililitros a 3.40 MLC (equivalente a 986 pesos al cambio informal).
Hasta el último dólar
A mediados de julio el primer ministro cubano Manuel Marrero minimizó ante el plenario de la Asamblea Nacional las críticas contra los precios de las cadenas de tiendas en MLC. Las calificó de “revuelo en las redes sociales”.
Según sus declaraciones, como ni Cimex ni Tiendas Caribe importan desde los mismos países que las mipymes, sería lógico que sus precios sean más elevados; aunque, aseguró entonces, “se tomarán medidas sobre el asunto”. Ni los parlamentarios ni la prensa acreditada pidieron detalles al respecto.
En la misma sesión, el Gobierno anunció un “mecanismo para asignación de divisas”, término utilizado por Cubadebate, que tendrá entre sus principales ámbitos al comercio minorista de bienes y servicios y entre cuyas medidas, según el propio medio, se encuentra “aceptar el efectivo en divisas en determinados sectores y actividades como el turismo.”
Un avance de este proceso fue puesto en práctica desde el 1° de marzo, cuando se abrió una red de gasolineras y tiendas basadas en nuevas tarjetas en dólares. Pocos meses después, el 1° de junio, el Gobierno sumó al esquema comercial otras 17 gasolineras, y ahora parece decidido a dar un paso más: en la Asamblea se supo que tanto en las gasolineras como en las tiendas y comercios anexos comenzarán a aceptarse pagos en efectivo en dólares (desde este 1° de agosto, de parte de turistas extranjeros), y en divisas también pasarán a cobrarse los aranceles de las importaciones no estatales.
“Es lógico que si las mipymes tienen que importar en divisas tengan para pagar aranceles en esas monedas. Pero esas mipymes hasta ahora vendían en pesos cubanos. Si tienen que pagar aranceles en divisas, subirán los precios o subirá el dólar respecto al peso en el cambio ilegal. O suben precios o cierran. Entonces, solo quedarán las tiendas en MLC y las del Mincin. LQQD: el objetivo es recuperar el sector de mercado que han perdido las tiendas estatales, sobre todo las de MLC, no bajar precios ni ampliar oferta a la población”, razonaba ante el discurso de Marrero un lector de Cubadebate.
Según apuntó Granma a partir de declaraciones del primer ministro: “En cuanto a las importaciones de las FGNE, debe tenerse en cuenta […] que al cierre de junio alcanzan los 936 millones de dólares, tendencia que, de continuar, superará el monto previsto en el plan de la economía 2024. Esta actividad financiera y comercial tiene relevancia tributaria, y genera una espiral incontrolable de demanda de divisa, diversificándose las vías, métodos y personas que se implican de manera ilegal”.
En Cuba es un secreto a voces que las mipymes son las principales compradoras de divisas, y que cualquier oscilación en sus niveles de actividad impacta en la tasa de cambio informal. La intención gubernamental de que todas las operaciones en el exterior se realicen a través de bancos cubanos, según las medidas aprobadas recientemente, también se anticipa como un desestímulo para esos negocios, que de 2022 a 2023 experimentaron un crecimiento de casi el 1.000 % en sus ventas, de acuerdo con datos publicados en junio por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).
El mismo informe detalla cómo, de un año a otro, la participación en el comercio minorista de los negocios no estatales (cooperativas no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia y mipymes) pasó de poco más del 26 % al 44 %, con particular preponderancia en los alimentos.
“Se ha formado aceleradamente un mercado minorista con un sector no estatal, mayormente de carácter privado, ínfimo peso cooperativo, y muy baja presencia de ventas agropecuarias nacionales. No existen datos precisos, pero parece razonable asumir un alto peso de importaciones”, analizó el economista Pedro Monreal, en X.
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“La misma tablilla de siempre”
A casi un mes de la nueva “gestión de divisas” y las decisiones anticipadas por Marrero Cruz en cuanto a la reorganización de las mipymes, las tiendas en MLC siguen sin convertirse en la alternativa que podrían ser.
“Esa es la misma tablilla de siempre, con los embutidos caros y las mismas costillas de cerdo, que de tanto tiempo que llevan ahí deben estar cristalizadas. Pero nadie va a comprar un kilo de queso por más de 3 MLC (casi 900 pesos) cuando en la calle la libra no pasa de 350 pesos. Es matemática”, razonó uno de los bicitaxeros que hacen piquera frente a La Merci, y quien era también uno de sus compradores habituales.
Dos kilómetros al oeste, junto a la rotonda del hospital oncológico “Marie Curie”, se ubica el servicentro Sputnik, el único de la provincia incorporado a la modalidad de ventas en dólares para los combustibles y productos de su tienda anexa. A mediados de julio, por las mismas fechas en que Marrero intervenía ante la Asamblea Nacional, una camagüeyana se quejaba en Facebook porque le habían impedido pagar allí con su tarjeta de MLC: “¿Cómo es posible (…), como si no fueran los mismos dólares?”. En estos establecimientos solo se reciben pagos con tarjetas extranjeras o con las Clásicas, la nueva tarjeta habilitada por la Financiera Cimex S.A. para pagos en dólares en la isla.
Pero no son, en efecto, los mismos dólares. Los depositados en su cuenta de MLC hace tiempo perdieron su valor de compra considerando el deterioro progresivo de las tiendas que comercializan productos en esta moneda. El Gobierno cubano también necesita otros, frescos. Las medidas que se adopten en los próximos meses tendrán como principal objetivo obtenerlos.
Muy cierto todo lo dicho. Con mucha elocuencia. Sólo faltó decir que toda la culpa es del emporio GAESA, que ya no sabe cómo va a robar los dólares de los cubanos. Ellos son los que suben todo e imponen las medidas.
Es increíble que en las Tiendas Recaudadoras de Divisas, los precios han ido en ascenso. Sabemos los que hemos viajado al exterior que los precios en las TRD son elevadisimos. No se pide que los mismos causen perdidas al Estado, no eso es imposible porque todo el que comercializa no puede tener pérdidas pero tampoco Liborio tenga que pagar por las ineficiencias de otros