En medio de la avalancha de reformas y contrarreformas que lleva adelante el Gobierno cubano para intentar paliar la crisis económica y oxigenar sus contraídas finanzas, el Ministerio de Finanzas y Precios presentó este martes una propuesta de “actualización” de la política tributaria.
Al explicar la propuesta en la Comisión de Asuntos Económicos del parlamento cubano, el ministro Vladimir Regueiro Ale precisó que la misma incluye “no solo la estructura de los impuestos, sino todos los procedimientos de gestión, fiscalización y control fiscal”, refiere Cubadebate.
El funcionario sustentó la actualización en las normas en “varios procesos trascendentales” ocurridos en el país desde la aprobación hace 12 años de la vigente Ley del Sistema Tributario.
Entre estos hechos mencionó “el surgimiento de nuevos actores económicos”, como las mipymes y cooperativas no agropecuarias y “la aprobación de otros cuerpos normativos que han incidido en el dinamismo de nuestro sector económico, como la Ley de Inversión Extranjera”.
Precisamente, una de las novedades de la nueva política es, de acuerdo con la reseña de Cubadebate, “el reconocimiento de la posibilidad de cobrar determinados impuestos para operaciones específicas en moneda extranjera”.
Al tratarse todavía de una “posibilidad” y no estar oficializados aún los cambios en las normativas, no es posible saber con precisión a qué impuestos en específico y a qué moneda extranjera se hace referencia.
Tampoco ayuda a la comprensión la falta de detalles o, al menos, adelantos al respecto en la relatoría oficial. Pero la sola mención de ese elemento indica que las autoridades valoran darle luz verde a impuestos de esta naturaleza, que se conocerían cuando se oficialice la “actualización”.
Los cambios
De acuerdo con Cubadebate, la nueva Ley del Sistema Tributario y su Reglamento será “emitida en un decreto” y el Ministerio de Finanzas y Precios se encargará de promulgar las resoluciones complementarias de la legislación.
La publicación oficial, sin embargo, no precisa una posible fecha para la promulgación y la entrada en vigor de la nueva política tributaria y sus complementos legales.
En cambio sí explica que “en el caso de los impuestos sobre los ingresos personales, se propone sustituir la residencia temporal o definitiva por el concepto de residencia fiscal como criterio de sujeción al pago del impuesto” así como “generalizar gradualmente la obligación de liquidar y pagar el impuesto al cierre del ejercicio fiscal mediante la presentación de declaración jurada”.
Otras modificaciones comprenden la escala progresiva general para la liquidación anual y el impuesto para las distintas fuentes de ingresos, como salarios y otras remuneraciones.
Entre lo informado por Regueiro Ale se cuenta la incorporación de “incentivos fiscales en la liquidación del impuesto vinculado a las políticas sociales aprobadas”, la eliminación del régimen simplificado para los trabajadores por cuenta propia, un tratamiento diferenciado a los productores agropecuarios y la regulación del mínimo exento sobre las gratificaciones.
También, “revaluar los incentivos aprobados de las exportaciones, para los parques científico-tecnológicos, las entidades de alta tecnología, los regímenes especiales de la inversión extranjera, para la ZED Mariel y el sector agropecuario”, apunta el la publicación oficial.
IVA, propiedades y otros
La relatoría de Cubadebate confirma un “tránsito” a un impuesto al valor añadido (IVA), “cuya gradualidad será definida teniendo en cuenta la necesidad de crear condiciones técnicas como incrementar el nivel de bancarización de las operaciones de cobros y pagos”.
Mientras, para la transmisión de bienes y herencias se establece “el pago de los impuestos asociados a las compraventas y donaciones de autos y viviendas entre particulares de forma simultánea al acto de transmisión, y actualizar los valores referenciales de autos y viviendas”.
Habrá “incrementos en las cuantías” en los impuestos sobre el transporte terrestre —incorporando “criterios medioambientales”, como el tipo de combustible utilizado—, los impuestos en los trámites de documentos, y el impuesto sobre la ociosidad de las tierras agrícolas, entre otros.
Entre estos, refiere la publicación, se incluye la “actualización” del “importe de la tasa de servicios de aeropuertos a pasajeros a 40 USD”.
En cambio, Regueiro Ale consideró que “no existen las condiciones necesarias en lo económico y lo social para implementar los impuestos sobre la propiedad de viviendas y solares yermos y sobre la propiedad o posesión de tierras agrícolas”.
Sobre la contribución a la seguridad social, el ministro dijo que “se evaluará incrementar el tipo de gravamen que pagan los empleadores y la aplicación a “las personas naturales que desarrollan actividades económicas autorizadas” de la “contribución territorial para el desarrollo local”.
La nueva política ratifica “la facultad del Ministerio de Finanzas y Precios para aprobar beneficios fiscales”, al tiempo que reconoce “las facultades de los Gobiernos locales para adecuar elementos de cuantificación de los tributos, dentro de los marcos previstos en la ley, en función de las características de los territorios”.
“Atención desproporcionada a la función recaudatoria”
La mayor cantidad de propuestas en la nueva política “se encuentra en los procedimientos tributarios, que establecen ampliar las facultades de la ONAT” y así como en “los supuestos de aplicación del embargo preventivo, y organizar el régimen de reclamaciones en sedes administrativas y judiciales”, explica el medio oficial.
Los cambios propuestos ya están siendo objeto de análisis y cuestionamientos, tanto de quienes pagan impuestos, que temen un gasto por este concepto, como de expertos como el economista Pedro Monreal, quien señaló la “atención desproporcionada a la función recaudatoria” de la nueva política en la nota de prensa sobre la misma.
Para el reconocido analista “la política tributaria sería una política defectuosa si se implementase en un contexto de bajo crecimiento económico como el actual”.
Los tributos “no solamente tienen un efecto en los equilibrios macroeconómicos, sino también en los incentivos y penalizaciones de los actores que crean oferta”, reflexiona Monreal, quien estima que “las propuestas de actualización tributaria que se limitan a enunciar normas y a presentar supuestos —como parece que se hace ahora— son problemáticas porque no están acompañadas de estimados numéricos de sus presuntos efectos económicos”.
5/7 Las propuestas de actualización tributaria que se limitan a enunciar normas y a presentar supuestos -como parece que se hace ahora- son problemáticas porque no están acompañadas de estimados numéricos de sus presuntos efectos económicos
— Pedro Monreal (@pmmonreal) July 17, 2024
Además, en su opinión la mención del “tránsito” hacia un impuesto al valor añadido (IVA), aun cuando indica el proyectado reemplazo de un impuesto regresivo sobre ventas y servicios, representa “una mayor carga para las familias de menores ingresos”.
“Una propuesta como el paso hacia el impuesto al valor añadido (IVA) pudiera ser útil para examinar públicamente una dimensión de la justicia social, pero además de no conocerse estimados sobre su posible impacto, parece ser un tema al que oficialmente se le pasa de puntillas”, concluye el experto su reflexión.