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La producción de bienes y servicios del sector estatal cubano cayó un 2,9 % en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período del ejercicio anterior.
El informe trimestral “Indicadores seleccionados del sistema empresarial y presupuestado”, publicado por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), indica que la producción estatal de bienes y servicios ascendió a 276.901 millones de pesos (11.537 millones de dólares al cambio oficial para personas jurídicas, pero apenas 750 millones de dólares al cambio informal).
Esa producción incluye la del sector empresarial (empresas estatales autofinanciadas) y la del sector presupuestado (empresas de servicios sociales y administrativos financiada total o parcialmente por el presupuesto estatal).
La primera categoría registró una contracción interanual del 4,2 % en ese período, mientras que la segunda experimentó un avance del 4,3 %, según cifras de la ONEI.
La producción en los primeros meses del año se ha visto afectada por los prolongados cortes eléctricos diarios —incluido un apagón nacional— y la falta de combustible e insumos por las dificultades financieras del país
Por su parte, el consumo intermedio del sector estatal se incrementó en un 3,6 % y la formación bruta de capital fijo repuntó un 28,5 % en términos interanuales, según estas estadísticas oficiales, impulsado principalmente por la inversión en equipos (50,6 %).
La ONEI no recoge en este informe el aporte de las cooperativas, las empresas extranjeras y mixtas, y las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de capital cubano.
El Producto interno bruto (PIB) cubano se encuentra actualmente en niveles similares a los de 2010, según datos oficiales, después de que registrase contracciones en los años 2019, 2020, 2023 y 2024, además de un crecimiento reducido en los restantes ejercicios desde 2015.
La isla sufre una profunda crisis, sin posibles soluciones a corto o medio plazo, desde 2020, cuando la combinación de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y las fallidas políticas nacionales agravaron desequilibrios crónicos de la economía cubana.
El país sufre escasez de productos básicos (alimentos, medicinas, combustible), fuerte inflación, prolongados apagones diarios, una fuerte depreciación del peso en el mercado informal y un elevado endeudamiento estatal, además de encontrarse en un incierto proceso de dolarización.