Primer bojeo a Cuba de Oceania Cruises

El crucero estadounidense Insignia en la bahía de Santiago de Cuba. Foto: Claudia García.

El crucero estadounidense Insignia en la bahía de Santiago de Cuba. Foto: Claudia García.

Ocho meses después de su estreno con el destino Cuba, Oceania Cruises realizó un nuevo viaje inaugural a la Isla. Esta ocasión la línea naviera perteneciente a la compañía estadounidense Norwegian Cruise Line Holdings llegó por primera vez a los puertos de Cienfuegos y Santiago de Cuba.

El itinerario, nombrado “Panoramic Caribbean”, tuvo como punto de salida la ciudad de Miami, e incluyó también paradas en La Habana –a donde los cruceros de Norwegian han viajado durante 2017–, Jamaica y Bahamas antes de regresar a Florida.

El Insignia, uno de los barcos clásicos de Oceania, fue el encargado de abrir una ruta que a partir de ahora estará incluida en más de treinta itinerarios de la compañía hasta finales de 2019 y que respeta las más recientes regulaciones sobre la Isla puestas en vigor por el gobierno de Estados Unidos.

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Bojeando Cuba

Con capacidad para 684 huéspedes y apreciado por su elevado servicio y confort, el Insignia bordeó las costas cubanas tras salir de La Habana el jueves 16 de noviembre, justo en el aniversario 498 de la fundación de la capital cubana en su asentamiento actual.

Mientras muchos habaneros y visitantes esperaban su turno para dar las tradicionales vueltas a la Ceiba del Templete y pedir un deseo, el barco abandonó la rada capitalina después de dos días de estancia en la urbe.

En La Habana, sus pasajeros visitaron desde las plazas y palacios del Centro Histórico hasta el legendario cabaret Tropicana, tal como lo han podido hacer los huéspedes de los anteriores cruceros de Norwegian desde la llegada del Marina a inicios de marzo.

Pero Cuba es más que La Habana, y por eso el Insignia navegó hasta el extremo occidental de la Isla y enrumbó luego hacia el este para recorrer el sur y entrar el 18 de noviembre, a las 7:00 de la mañana, en el puerto de Cienfuegos.

En la llamada Perla del Sur, una de las ciudades más hermosas de la Isla cuyo Centro Histórico –como el de La Habana– fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, los pasajeros del barco pudieron conocer de primera mano la historia y la cultura cienfuegueras, y visitar –si así lo deseaban– otros sitios cercanos como el célebre valle de Trinidad y Guamá, en la Ciénaga de Zapata.

Representantes de la agencia Havanatur, coordinadora de los recorridos en grupo por la parte cubana, comentaron a OnCuba la intención de que los visitantes no solo vieran las ciudades y sus edificaciones, sino que también intercambiaran con las personas y conocieran proyectos socioculturales de las comunidades visitadas.

Varias de las excursiones, como el de la propia ciudad de Trinidad y el nombrado Cienfuegos: arte en sus manos, incluyeron la interacción con artistas y artesanos, en particular los vinculados a trabajos manuales.

Además, escucharon sobre los tesoros sumergidos del puerto, los secretos de los pescadores locales, y caminaron por las calles cienfuegueras, hasta la salida del crucero con destino a Santiago ya cayendo la noche.

Bueno para todos

Poco después del mediodía del 19 de noviembre, el Insignia atravesó la estrecha entrada de la bahía santiaguera y minutos después atracó en el puerto de la segunda ciudad en importancia de Cuba, la principal de todo el oriente de la Isla.

Los pasajeros fueron recibidos por el intenso sol de la “tierra caliente” y la vista de las montañas de la Sierra Maestra, que bordean la urbe. Como en Cienfuegos, visitaron la ciudad y sus alrededores, entre ellos el poblado del Cobre –donde radica el Santuario de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba– en recorridos organizados por la agencia Havanatur o, si así lo prefirieron, caminar por su cuenta las empinadas calles de Santiago o tomar alguno de los taxis privados, autos clásicos estadounidenses en su mayoría –conocidos en Cuba como almendrones–, que los esperaban a la salida del puerto.

Víctor, uno de los taxistas, compartió con OnCuba su expectación. “Es muy bueno que vengan cruceros –dijo. Bueno para uno, porque en ellos llegan posibles clientes, que pagan bien, y bueno también para la ciudad en general, porque eso mejora la economía”.

Ataviado de sombrero y camisa de mangas largas “para dar buena impresión”, Víctor repitió su propuesta de recorrer Santiago en su almendrón a todos los grupos de visitantes que dejaban a pie la terminal de cruceros. Tuvo su recompensa.

“Lo importante es no desesperarse –aseguró. Yo espero que Trump no siga cortando y nos quite los cruceros también.”

La opinión de Víctor es compartida por otros choferes y artesanos que –tanto en Santiago como en Cienfuegos– ofrecían servicios y mercancías a los recién llegados. Para ellos, como para otros trabajadores del sector privado, la llegada de estadounidenses es una oportunidad para sus negocios y las restricciones aplicadas por la administración Trump generan incertidumbre. Que lleguen cruceros como los de Norwegian es entonces una buena noticia.

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Viaje excelente y seguro

El Insignia permaneció fondeado en el puerto de Santiago hasta este lunes 20 de noviembre. La noche previa sus pasajeros tuvieron la posibilidad de experimentar la vida nocturna santiaguera, en lugares como la legendaria Casa de la Trova o el cabaret Tropicana Santiago, o en alguno de los bares o de las conocidas paladares –restaurantes privados– de la ciudad.

Esta experiencia, unida a las de La Habana y Cienfuegos, les permitió acercarse con mayor intensidad a Cuba y su gente.

“La palabra ‘excelente’ la hemos escuchado mucho más de lo habitual”, le comentó a nuestra publicación Peter Morris, manager de los Servicios de Destino del Insignia.

“Por los comentarios recibidos, los huéspedes están muy satisfechos con el viaje –explica. Dicen que lo han pasado muy bien. Hablan de lo hermoso de las ciudades, de la seguridad, de la calidad de los tours organizados, de la buena preparación de los guías, incluso muchos dicen que les gustaría volver en otra ocasión. Nosotros en la compañía tratamos de tener diferentes perspectivas, para ofrecer un servicio cada vez mejor, pero las opiniones han sido realmente muy buenas”.

Para Morris, que este sea un comentario generalizado entre los visitantes es una evidencia del éxito del itinerario. “Más sabiendo que el viaje incluía puertos nuevos y para ellos no es su primer crucero, la mayoría ha hecho muchos viajes ya, y el que mostraran este interés y dijeran sentirse satisfechos es algo muy bueno para nuestro barco y para compañía en general”, asegura.

Partiendo de esta experiencia, y del éxito de travesías anteriores a la Isla, Morris no duda en recomendarles a los ciudadanos estadounidenses visitar Cuba “y hacerlo en nuestros barcos”, a pesar de las más recientes regulaciones del gobierno de Trump.

“Lo positivo de estas nuevas regulaciones es que podemos seguir viajando a Cuba y para nuestros clientes es relativamente más sencillo porque nosotros nos ocupamos del papeleo, de que todo esté en regla, y para ellos no se genera ninguna incertidumbre”, afirma.

“La mayoría de nuestros clientes estaban deseosos de venir, sabían que no había dificultades porque nuestros viajes cumplen con las reglas establecidas, así que estaban dispuestos e interesados y por los comentarios recibidos se marchan muy satisfechos de Cuba”.

El Insignia en la bahía de Santiago de Cuba. Foto: Claudia García.
El crucero Insignia, de Oceania Cruise Line, en la bahía de Santiago de Cuba. Foto: Claudia García.
Los cruceristas pudieron recorrer las ciudades visitadas e intercambiar con artesanos locales. Foto: Claudia García.
Los cruceristas pudieron recorrer las ciudades visitadas e intercambiar con artesanos locales. Foto: Claudia García.

Desde el punto de vista operativo, Peter Morris tampoco tiene queja alguna. “Todo ha sido muy fácil, muy organizado –dice. Cuando se planea un viaje como este siempre se maneja la posibilidad de que pueda ocurrir un imprevisto pero siendo honestos todo ha ido muy bien. Tenemos experiencia en muchos puertos del mundo, y acá todo ha marchado de la mejor manera. En sentido general ha sido un viaje excelente.”

Luego de este exitoso viaje, Oceania Cruises continuará navegando a Cuba. Para lo que resta de 2017 se anuncian otros itinerarios que incluyen igualmente a los puertos de La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba, como el llamado “Hemingway’s Hideaways”, que también hará escala en Cayo Hueso; el “Timeless Cuba”, exclusivo para la Isla, y el “Holidays in the Tropics”, que junto a los destinos cubanos contemplan otros sitios como Cozumel (México), Nassau (Bahamas) y Santo Domingo (República Dominicana).

Todas estas travesías parten y finalizan en Miami.

Para 2018 y 2019, Oceania Cruises ha anunciado ya nuevas travesías a la Isla no solo en el Insignia sino también en otros barcos como el Regatta y el Sirena. Además, Norwegian Cruise Line Holdings también ofrece diferentes visitas a Cuba en otras de sus líneas de cruceros como la marca homónima y Regent Seven Seas Cruises.

A Cuba también viajan otras compañías de cruceros de Estados Unidos, como Carnival –la primera empresa estadounidense de su tipo en llegar a puertos cubanos en más de 50 años–, Royal Caribbean y Pearl Seas, las que han programado ya travesías para los próximos meses.

De acuerdo con un reciente análisis del experto cubano José Luis Perelló, hasta el cierre de octubre habían viajado a Cuba unos 477 mil visitantes foráneos a bordo de cruceros, tanto desde los Estados Unidos como desde otras latitudes. En el caso de los estadounidenses, más de 500 mil llegaron a la Isla en los primeros diez meses de 2017, muchos de ellos en cruceros según el experto.

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