La Unión Europea (UE) podría ofrecer su asesoría a Cuba para la reunificación monetaria, uno de los principales pendientes de la economía cubana que el propio presidente Raúl Castro ha urgido solucionar.
El director general de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, Stefano Manservisi, dijo este miércoles en La Habana que la UE está en disposición de brindar al gobierno cubano una asistencia técnica a partir de su experiencia con la transición al euro.
Manservisi, de visita en la Isla para participar en un Foro sobre Energía Sostenible auspiciado con fondos europeos, comentó en una rueda de prensa que el bloque europeo puede compartir su experiencia tanto en el sentido macroeconómico como en las técnicas para poner en marcha la reunificación, entre ellas el control de precios.
El alto funcionario aseguró que la UE tuvo “la más importante transformación monetaria del mundo” con la implantación del euro y está dispuesta a apoyar a Cuba en su propio proceso.
Dijo no haber conversado sobre este tema con las autoridades cubanas durante su visita y estimó que el impacto de la unificación monetaria sobre los préstamos para la inversión extranjera dependerá de las vías que emplee la Isla para eliminar la dualidad monetaria.
Manservisi recordó que la mayoría de esos préstamos ahora se hacen en divisa extranjera, por lo que la reunificación no debería tener repercusiones sobre los proyectos que ya están en marcha.
En diciembre pasado, Raúl Castro afirmó en el Parlamento cubano que “no puede dilatarse por más tiempo” la solución a la circulación de doble moneda en Cuba, a la que atribuyó un “elevado costo” para el sector estatal y el establecimiento de una “injusta pirámide invertida, donde a mayor responsabilidad, se recibe una menor retribución”.
En Cuba circulan dos monedas: el peso cubano (CUP) y el peso convertible en divisa (CUC, equivalente al dólar y a 25 CUP), con el que la inmensa mayoría de los cubanos cobra sus salarios y paga servicios básicos. La reunificación, según las autoridades, busca restablecer el valor del CUP como moneda nacional y sus funciones como dinero, y en opinión de algunos expertos podría ocurrir este año.
Inversiones, energías renovables, agricultura
La UE busca potenciar las inversiones en Cuba. Lo había adelantado semanas atrás la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en su visita a la Isla, y este miércoles lo confirmó Stefano Manservisi.
“Nuestro papel es garantizar las inversiones”, dijo Manservisi a la prensa al referirse a las perspectivas de cooperación del bloque regional con Cuba.
“Vamos no solo a intervenir de manera clásica, con donaciones y capacidad técnica, sino a trabajar también con las empresas europeas para que vengan a Cuba y hagan inversiones”, explicó.
En particular, comentó sobre las posibilidades existentes en el terreno de la energía renovable, un sector al que han destinado 18 millones de euros en ayuda con la intención de apoyar la apuesta de las autoridades cubanas de obtener el 24 por ciento de la producción de energía en 2030 con fuentes renovables.
Junto a esta cooperación, aseguró, la UE está interesada en promover inversiones europeas en la producción energética tanto solar y eólica, como a través de la biomasa, y potenciar así de conjunto el enfrentamiento al cambio climático, un tema en el que, a decir de Manservisi, Cuba y el bloque son “aliados estratégicos”.
En este sentido, el director general de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea habló sobre la urgencia de promover la agricultura sostenible y ecológica, que permita a la vez proteger el medioambiente y crecer productiva y comercialmente.
La agricultura es técnicamente es el primer sector de la cooperación europea con Cuba, con 20 millones de euros destinados para su desarrollo.
Manservisi explicó que el convenio de financiación se firmará en marzo y en este momento se identifican posibles proyectos que ayuden a la transformación de la agricultura cubana y el desarrollo de su “enorme potencialidad productiva”.
“Cuba puede ser mañana, con inversiones y educación, capaz de producir, no solo para sí misma, sino ser también un productor de referencia para todo el Caribe”, opinó.
El peso del embargo
La intención de incrementar las inversiones europeas en Cuba choca, según Stefano Manservisi, con el obstáculo que representa el bloqueo económico de Estados Unidos.
Sobre este tema, confirmó, “la posición de la UE es muy clara y alineada con Cuba y con todos los que ven al bloqueo como un obstáculo para el crecimiento y el diálogo”, lo que motiva la condena del bloque cada año en la Asamblea General de la ONU.
Manservisi explicó que aunque hay empresas europeas presentes en la Isla, no pueden trabajar “en un sentido de normalidad para los negocios” porque “deben hacerlo en marcos muy estrechos, apelar a soluciones jurídicas que no son imposibles, pero no responden a las formas del comercio mundial, a la mejor manera de hacer las inversiones”.
Dijo que existen otras empresas a las que les gustaría hacer negocios en Cuba pero tienen miedo. “Y no se puede construir una economía internacional sobre el miedo y la amenaza unilateral”, aseguró.
Por otro lado, habló de la necesidad de mejorar el clima para las inversiones como parte de las reformas económicas que se realizan en la Isla. A partir de la experiencia de empresas europeas en Cuba, señaló la burocracia y la necesidad de aumentar la agilidad en los trámites para crear un ambiente más propicio para los inversores, un aspecto sobre el que continuarán dialogando con las autoridades cubanas.
Además, anunció el comienzo de las negociaciones para un nuevo acuerdo de la UE con el grupo de Estados de África, Caribe y Pacífico (ACP), en sustitución del tratado de Cotonú, firmado en el año 2000 y del que Cuba no fue signataria.
Manservisi comentó el interés de la UE de que la Isla tenga una “posición activa” en las negociaciones “por lo que representa para los intereses regionales frente a las vulnerabilidades existentes, y también por el liderazgo que Cuba puede desempeñar en el Caribe”.
Aclaró que los diálogos recién comienzan y que, a partir de los escenarios actuales, el nuevo tratado no será excluyente como el anterior sino que debe ofrecer a cada país la “posibilidad de participar al menos en algunos de los mecanismos”.
“La idea es que tendremos que construir un acuerdo con los que quieran estar, y a los que no quieran darles la oportunidad de asociarse a mecanismos de financiación, de definición de proyectos, de política y de diálogo”, aseguró y puso como ejemplo el respaldo financiero de alrededor de 4 millones de euros dado a Cuba tras el huracán Irma, a pesar de que la Isla no hubiese accedido a este por no ser firmante del tratado.
“Debemos fortalecer el acuerdo bilateral y ver cómo esto sirve de base a las negociaciones del acuerdo post Cotonú”, consideró.
En 2016, Cuba y la UE firmaron un nuevo acuerdo para fortalecer las relaciones bilaterales y dejar atrás la llamada “posición común” que distanció al bloque europeo de la Isla por varios años. El acuerdo está en vigor de manera provisional mientras es ratificado por parte de los estados miembros de la UE.
EFE / OnCuba