Como ha venido sucediendo en los últimos años, el déficit de maestros sigue golpeando la educación cubana a solo una semana del inicio del nuevo curso escolar, el próximo 1 de septiembre.
Aunque el escenario no es igual en todos los territorios, la situación es extensiva a toda la isla y se suma a otras dificultades derivadas de las “serias limitaciones materiales” que afectan al sector en medio de la severa crisis económica, según han reconocido las propias autoridades.
A falta de divulgarse el dato general del país, cifras trascendidas durante un reciente recorrido por distintas provincias cubanas de la ministra de Educación, Naima Trujillo Barreto, ilustran la complejidad del actual panorama docente.
En Sancti Spíritus, por ejemplo, la cobertura de maestros se encontraba apenas al 68.2 % a fines de la semana pasada, mientras que en Camagüey ese porcentaje es del 75.5 %, “lo que representa una necesidad de más de 2 mil plazas”, de acuerdo con el periódico Adelante.
Hay que agotar todas las alternativas posibles para garantizar la cobertura docente
Expresó la doctora en Ciencias Naima Ariatne Trujillo Barreto, ministra de Educación, durante un recorrido por #SanctiSpíritusEnMarcha @CubaMined https://t.co/LdQtPISsPf
— Escambray (@escambraycu) August 23, 2025
En esta última provincia, los números se agravan si enfocan en determinados niveles educativos. Así, la Educación Técnica y Profesional (ETP) solo cuenta con un 51 % de cobertura, mientras que el nivel preuniversitario dispone del 62.9 % de profesores que necesita.
Este déficit, según el medio, está provocado “en gran medida por la migración de profesionales del sector estatal al privado y por la ineficiente matrícula de ingreso a carreras pedagógicas”.
Entre las asignaturas con menos disponibilidad de docentes en el territorio camagüeyano se hallan Matemáticas, Física e Inglés, un espejo en el cual seguramente también se miran otras provincias.
Como alternativas, las autoridades locales han apelado a contratos por hora para los maestros, una “convocatoria especial” de profesores en otros sectores y organismos, e, incluso, una reducción de 19 escuelas “para aprovechar mejor la infraestructura y capacidades existentes”, apunta Prensa Latina (PL).
La Habana y la región oriental
En el caso de La Habana, históricamente una de las provincias con más baja cobertura docente —lo que ha llevado al Gobierno a “importar” maestros desde otros territorios— no han trascendido datos exactos sobre el actual déficit de maestros, pero las autoridades reconocieron la pasada semana que se trata del “principal desafío” de cara al ya cercano inicio de curso.
Durante una reunión en la que participó el primer ministro Manuel Marrero —y de la que no se revelaron cifras en los reportes oficiales—, se confirmó que los municipios de El Cerro, La Lisa, Boyeros, 10 de Octubre y Guanabacoa cuentan con la situación más crítica, mientras que Secundaria Básica y Preuniversitario son los niveles educativos con mayor carencia de maestros.
En contraste, el oriente de la isla exhibe un mejor escenario, con Santiago de Cuba y Granma con una cobertura docente sobre el 98 %. En esa región, Holguín es el caso más complejo, con el 83.3 % de plazas ocupadas y una necesidad superior a los 2700 profesores.
Para hacer frente a este déficit, se apela a alternativas como la “contratación de fuerza de trabajo por pluriempleo y el uso del teletrabajo”, en tanto también se unificaron escuelas y cerraron centros anexos en varios municipios en función de “la mejora de la cobertura y como estrategia en el uso eficiente de los recursos”, según refirió el periódico Ahora.
Los bajos salarios, el salto al sector privado y la emigración se cuentan entre las causas del creciente déficit de maestros en Cuba en los últimos años.
Esta situación repercute en la calidad y estabilidad de los procesos docentes en la isla, según han admitido las propias autoridades, que han instando a “encontrar variantes innovadoras para compensar las limitaciones y proteger los indicadores de calidad”.
Además, contra la actividad educativa atentan igualmente dificultades con la base material de estudio, el uniforme escolar y el estado constructivo de las escuelas, que como cada año vuelven a estar en el foco de las estrategias gubernamentales y los cuestionamientos ciudadanos a las puertas del nuevo curso.