La situación carencial del gas licuado, que se extiende ya por más de 50 días en provincias como Sancti Spíritus y afecta a todo el país, ha generado incertidumbre, malestar social y una creciente desazón ante la falta de referencias claras sobre el restablecimiento del servicio.
De acuerdo con el periódico Granma, la Empresa de Gas Licuado mantiene 310 puntos de venta para satisfacer la demanda de más de 1 700 000 clientes.
Las autoridades han ofrecido explicaciones de las causas del desabastecimiento y han desmentido rumores sobre la posible venta exclusiva en dólares, pero el panorama sigue siendo incierto, mientras el impacto de la carencia sobre la vida cotidiana de los cubanos se profundiza hasta el drama.
Sine die
“No hay gas, ni se sabe cuándo entrará al país”, dijo a la prensa de Sancti Spíritus José Alberto Martínez, director de la Casa Comercial del Gas Licuado en la provincia, declaraciones que reprodujo el periódico local Escambray.
El funcionario adelantó que “hoy continuamos sin disponibilidad en inventario de gas licuado en el país. En este momento se está refinando en Cienfuegos para los sectores vitales como Salud y Educación para toda Cuba. No tenemos pronóstico, en cuanto entre el gas al país y nos liberen, estaremos vendiendo en la provincia”.
La falta de información concreta ha ido alimentando rumores y especulaciones en la calle, incluyendo la posibilidad de que el servicio no se restablezca hasta 2026 o que, cuando se recupere, se ofrecerá solo en dólares. Martínez desmintió ambas versiones: “Eso es falso. La fecha exacta no la tenemos, pero tampoco pensamos que demore un año ni seis meses sin vender gas”.
En marzo pasado, la entidad encargada de comercialización y distribución de gas, perteneciente a la Unión Cuba-Petróleo (CUPET), manifestó en sus redes que “en estos momentos se encuentra afectada la distribución y venta por déficit del producto hasta que se realice la próxima importación”.
La breve nota, que tampoco precisó una fecha para la reanudación de las ventas, apuntaba que “CUPET desarrolla las gestiones pertinentes” para restablecer el servicio lo antes posible”.
Además, reafirma el compromiso de la empresa de “informar oportunamente, a través de los canales oficiales, sobre el reinicio de la actividad comercial y los ciclos de compra a partir de la última fecha de adquisición”.
Nueva crisis con el gas licuado: CUPET paraliza las ventas hasta “la próxima importación”
Causas del desabastecimiento
La raíz de la crisis actual del gas licuado en Cuba está en la profunda crisis multidimensional que atraviesa el país, dado el agotamiento del modelo económico, un plan incoherente de reformas y el agravamiento de las sanciones estadounidenses.
Según la empresa estatal Unión Cuba-Petróleos (CUPET), la escasez se debe a una combinación de factores, entre ellos, demoras en la descarga de los barcos por parte de los proveedores internacionales y cambios imprevistos en las formas de pago, incluyendo el retiro de créditos, lo que ha complicado la adquisición del combustible en el mercado internacional.
Igualmente, las autoridades del sector alegan aumento de los precios internacionales. Entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, el precio del gas licuado importado por Cuba subió un 39%, pasando de 27,30 a 37,80 dólares por barril.
La baja disponibilidad en los inventarios y distribución irregular desde finales de 2024, ha obligado a suspender la venta en numerosas provincias y a prolongar los ciclos de compra hasta dos meses en lugares como Ciego de Ávila y Las Tunas.
La prioridad en la distribución, según las autoridades, se ha dado a los sectores considerados vitales, como la salud y la educación, dejando al sector residencial en una situación de extrema vulnerabilidad.
Apagones, mercado negro y sacos de carbón
El gas licuado es el principal combustible con el cual se cocina en la mayoría de los hogares cubanos, especialmente ante los constantes apagones y la limitada disponibilidad de electricidad.
La falta de este recurso ha obligado a muchas familias a buscar alternativas como la leña o el carbón, cuyos precios se han disparado en el mercado informal, a unos 2000 pesos el saco y cuya disponibilidad también es limitada.
Cambian los contratos de gas licuado para los cubanos que están fuera del país
En las redes sociales y medios independientes abundan los testimonios de ciudadanos que deben salir de madrugada, cargando las “balitas” de gas, en busca de un producto que casi nunca encuentran.
“El precio del carbón vegetal es similar al oro, la leña está perdida como la leche para los niños. Ahora nos dicen que tenemos que cocinar con nuestros propios esfuerzos, aplicando una resistencia creativa”, relata un usuario de Las Tunas.
El mercado negro ha proliferado, con reportes de precios de hasta 30 mil pesos por cilindro de gas, una cifra inalcanzable para la mayoría, especialmente los jubilados y personas vulnerables.
En algunas provincias, la venta de gas licuado se ha limitado a una balita cada dos meses, y en otras, la comercialización está completamente paralizada.