El Rey Felipe VI de España se reunió este jueves en privado con el ex presidente de Cuba, primer secretario del secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y General de Ejército, Raúl Castro, antes de terminar su visita de Estado a la Isla.
La reunión, que no estaba prevista en el programa oficial de la visita, ocurrió a primera hora de la jornada de este jueves.
Así lo confirmó el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell quien dijo a la prensa que Felipe VI recibió la invitación para este encuentro después de la cena ofrecida por los Reyes de España al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su esposa, Lis Cuesta.
Durante la cena Felipe VI leyó un discurso en que resaltó la necesidad de instituciones que representen a todos los ciudadanos y que éstos puedan expresar por sí mismos sus preferencias y encontrar en ellas «el adecuado respeto a la integridad de sus derechos, incluyendo la capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación o la de reunión».
Por su parte Miguel Díaz-Canel reivindicó este miércoles ante Felipe VI el sistema cubano que, aseguró, está dirigido a conseguir el mayor bienestar para su pueblo, y agradeció el apoyo de España ante las «injustas» sanciones de Estados Unidos.
Sobre el encuentro con Raúl Castro Borrell valoró la invitación como una muestra de “aprecio y reconocimiento de la importancia de la visita” que servirá para “redondear” las relaciones al máximo nivel.
Aunque Borrell no especificó qué asuntos se trataron en la reunión afirmó que se habló “de todo”.
“Ha sido un diálogo abierto, franco y sin cortapisas, pero el diálogo de un rey no es el trato de un presidente del Gobierno”, añadió.
En 2017 fue Raúl Castro quien invitó formalmente a los reyes a visitar la isla.
Felipe VI ha sido el primer rey que pisa la isla en visita de máximo nivel, después de que su padre, Juan Carlos I, estuviera en la isla en 1999 con la reina Sofía para participar en la cumbre iberoamericana, en la que Fidel Castro tuvo un trato preferente hacia él, y luego en noviembre de 2016 para asistir al funeral del líder de la Revolución cubana.
Con Goya en La Habana
También durante esta jornada de jueves, la última en la Isla los reyes visitaron la sala del Museo Nacional de Bellas Artes donde estará expuesto durante un mes uno de los icónicos autorretratos de Francisco de Goya.
En su discurso durante la cena ofrecida la noche anterior al presidente cubano Miguel Díaz-Canel, el rey insistió en su deseo de que la cultura española sea mejor conocida en la isla y que pueda influir en los creadores locales.
“Queremos que conozcan nuestras grandes obras y por ello, en este viaje, tenemos el privilegio de ofrecer al pueblo de Cuba el impresionante retrato de Goya que será albergado en el MNBA las próximas semanas”, señaló don Felipe, que destacó la importancia de la colaboración cultural como “elemento esencial” de la relación bilateral.
El lienzo, fechado por Goya en 1815, pertenece a los fondos del Museo del Prado, que celebra sus dos siglos este año y ha aplicado una política restrictiva de préstamos, lo cual hace mucho más excepcional esta cesión, la primera de la pinacoteca madrileña a Cuba.
Esta será la cuarta ocasión en la que el cuadro llega a América en las últimas dos décadas: la más reciente durante una exhibición en Estados Unidos.
La pintura llegó a la isla con apoyo de la sociedad Acción Cultural Española y desde el pasado día 9 se encontraba en “reposo aislado” en una sala para su aclimatación, contó a Efe el embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo.
Al conocer sobre el “déficit de pintura del siglo XVIII” en la colección del MNBA y la especial atracción de los cubanos hacia Goya, Fernández Trigo y su equipo contactaron con el Prado, que en medio de los festejos por el bicentenario mostraron “gran generosidad” al dejar que el lienzo pase en Cuba algo más de un mes.
“Creo que va a ser un éxito. Va a tener una capacidad de atracción de público enorme. Los cubanos van a tener una oportunidad histórica de ver un cuadro de primera línea”, subrayó el diplomático.
Desde hace unos días, una gran banderola anuncia la muestra desde la fachada de la edificación que da al Parque Central habanero, uno de los puntos neurálgicos de la capital, que en dos días cumplirá 500 años.
Este será uno de los últimos actos oficiales de los reyes en La Habana antes de partir a Santiago de Cuba (este), la segunda ciudad cubana en importancia y la primera sede del Gobierno colonial español en la isla, desde su fundación en 1515 hasta 1556.
EFE / OnCuba