Una brigada de médicos cubanos que participó durante más de dos meses en la lucha contra el Covid-19 en Lombardía, la región de Italia más castigada por la pandemia, regresó este lunes a La Habana, donde, mediante una transmisión televisiva que ellos vieron en el aeropuerto, les dio la bienvenida el presidente de la Isla, Miguel Díaz-Canel.
La brigada de 52 sanitarios integrada en el contingente internacionalista Henry Reeve -especializado en situaciones de desastres y graves epidemias- fue la primera en salir de Cuba para asistir en el control de la pandemia a solicitud de las autoridades italianas.
Con tremenda emoción y admiración dimos bienvenida a nuestros Valientes. Un abrazo desde el corazón y los sentimientos, desde la distancia física, pero cercanos por la gratitud ante el ejemplo. #CubaPorLaVida pic.twitter.com/x8cemkJfmY
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 8, 2020
El recibimiento a la brigada de 36 doctores, 15 enfermeros y un especialista en logística en el aeropuerto habanero José Martí contó con una amplia cobertura mediática en el país caribeño, aunque estuvo marcado por estrictas medidas de bioseguridad de acuerdo a los protocolos establecidos.
El recibimiento
En el acto oficial de recibimiento a la brigada médica -transmitido en directo por la televisión estatal- participó mediante comparecencia en video, el presidente Miguel Díaz-Canel, acompañado del primer ministro Manuel Marrero, el titular de Salud Pública, José Ángel Portal, y otros altos representantes del Gobierno.
En su mensaje, el mandatario cubano resaltó el “ejemplo” y la “intensa, arriesgada y heroica” labor desempeñada por los galenos, así como el “profundo regocijo” por su regreso “victorioso” con “la más humanitaria y noble de las misiones cumplidas: salvar vidas”.
También elogió el “noble gesto” y la disposición a “desafiar la muerte” de la brigada médica y subrayó que “personas de todas las latitudes confían en la calidad profesional y humana de los trabajadores de la salud en Cuba”.
En sus palabras de reconocimiento, Díaz-Canel manifestó a los brigadistas que “han mostrado al mundo una verdad que los enemigos de Cuba han pretendido silenciar o tergiversar: la fortaleza de la medicina cubana”.
En ese sentido, el mandatario reiteró sus denuncias sobre una “descomunal, millonaria y mendaz campaña de descrédito y ataques infames” de “voceros imperiales” contra el Gobierno cubano.
Las misiones médicas se han convertido en un frente de batalla entre Cuba y Estados Unidos, que insta a los países que solicitan ayuda a La Habana a que examinen los acuerdos con su Gobierno, al que acusa de retener la mayor parte del salario del personal sanitario mientras los expone a “condiciones laborales atroces”.
Cuba, por su parte, tacha de “mentiras” y “campaña inmoral” esas acusaciones y ha pedido dejar a un lado “la mezquindad y la hostilidad” en medio de la pandemia.
Díaz-Canel expresó el “sano orgullo” de su país por el creciente movimiento internacional en favor de nominar a las brigadas del contingente Henry Reeve para el Premio Nobel de la Paz.
Esta brigada que prestó servicios en la zona roja de la ciudad italiana de Crema (Lombardía) fue trasladada este lunes al centro internacional de salud “Las Praderas” donde permanecerá durante dos semanas bajo una cuarentena de rigor.
Cuba ha enviado 34 brigadas -que agrupan a 3.337 médicos y enfermeros- a petición de las autoridades de 27 países de África, América y Europa, que hasta el momento han atendido a más de 61.000 pacientes contagiados con el SARS-CoV-2, según datos del Ministerio de Salud Pública de la isla.
El contingente médico internacional Henry Reeve fue creado por el fallecido expresidente Fidel Castro en 2005 para auxiliar al estado de Nueva Orleans (EE.UU.) tras el devastador paso del huracán Katrina, pero Washington rechazó la ayuda.
Hace unos cinco años, integrantes del Henry Reeve ayudaron a controlar la epidemia de ébola en África y su labor fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con un premio en 2017.