En Cuba solo se ha sembrado hasta el momento el 41 % de las 149.334 hectáreas (ha) de caña de azúcar previstas en el plan anual, de acuerdo con fuentes oficiales.
Esa cifra representa unas 59.658,9 ha sembradas y se espera sumar otras 9.000 para llegar al 46 % del plan, según declaró al diario oficial Granma Dionis Pérez, director de Informática y Comunicaciones del grupo estatal Azcuba.
El directivo mencionó entre las causas del atraso en la siembra de la campaña de primavera y en la de frío “la falta de combustible o su llegada tardía, los problemas de explotación de la maquinaria, la baja disponibilidad técnica de los equipos, y la escasez de fertilizantes y herbicidas”.
A ellas se suman, según Pérez, “la falta de motivación de los trabajadores y la pérdida gradual de la fuerza laboral necesaria para llevar a cabo las principales tareas en el campo”.
“Hasta la fecha, ninguna empresa ha cumplido su plan”, comentó el funcionario, aunque aclaró que “algunas logran resultados superiores a la media nacional”.
“Es importante lograr una buena siembra, pues las cañas nuevas son las de mayor rendimiento, además de que los retoños, a medida en que aumenta el número de corte, van disminuyendo su producción”, explicó Pérez, quien dijo que en la Isla “se considera que es necesario reponer el 14 % del área de caña cada año, para mantener los niveles de producción”.
Cuba prevé producir menos de medio millón de toneladas de azúcar en la próxima zafra
La zafra azucarera en Cuba 2022-2023 debe comenzar a mediados de este mes con 23 centrales activos, luego de que la pasada cosecha fuera catalogada como la peor en más de un siglo. En esa ocasión, 36 ingenios molieron “algo más de seis millones de toneladas de caña” y se fabricaron alrededor de 480 000 toneladas de azúcar, según datos de un reporte anterior.
Azcuba aspira a producir 455.198 toneladas de azúcar en la zafra 2022-2023, como resultado de la molienda de 6,5 millones de toneladas de caña.
El presidente del grupo estatal Azcuba, Julio García Pérez, explicó que se trata de planificar la zafra para que sea “objetiva, flexible y, aunque pequeña, con buenas prácticas”, concentrando los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia.
El destino de esta cosecha será la canasta familiar —que se vende de manera racionada a través de la llamada libreta de abastecimiento— , así como para el turismo, las producciones industriales y la exportación, según las autoridades del sector.
La industria del azúcar fue en otras épocas la locomotora económica de Cuba, pero sufrió una drástica caída productiva a partir de la década de 1990 con la crisis económica que siguió a la caída de la URSS y el campo socialista de Europa del Este, recuerda la agencia EFE.
Según reseña el medio español, Cuba tenía 156 fábricas operativas en 1959, al triunfo de la revolución, que en ese año produjeron 5,6 millones de toneladas de azúcar. Luego, las producciones se elevaron hasta 8 millones de toneladas en las mejores cosechas, registradas entre 1970 y 1989.
EFE / OnCuba