Ni mítines ni pasquines, pero sí “hashtag” y “memes”: en Cuba, donde las campañas políticas están prohibidas, la pugna para pedir el apoyo o el rechazo a la nueva Constitución en el referendo del 24 de febrero se libra en las redes sociales.
Con las etiquetas #YoVotoSí, #YoVotoNo e incluso el llamado a la abstención bajo el lema #YoNoVoto, el oficialismo y los críticos defienden estos días sus posturas a golpe de tuit en el ciberespacio, un terreno que escapa, de momento, a las severas regulaciones políticas vigentes en el país caribeño, donde el Partido Comunista es el único legal.
Por el bien de mi país #YoVotoSi pic.twitter.com/oRqcSe8zbS
— maguyzamo (@maguyzamo) 11 de enero de 2019
Se trata de otro de los efectos del aumento del acceso a internet en el país, uno de los más desconectados del mundo hasta que en 2017 se habilitó el acceso a la red desde los hogares y, hace unas semanas, el servicio 3G en los teléfonos móviles.
Aunque cualquier cuestión que tenga que ver con Cuba siempre generó discusiones encendidas en las redes –y fuera de ellas–, estos debates hasta ahora los protagonizaban principalmente cubanos que viven en el extranjero.
Pero con la llegada de internet a los celulares, son muchos los ciudadanos que comienzan a opinar desde la isla.
El pueblo demostrará el 24 de febrero en las urnas el respaldo mayoritario a su Revolución y el Socialismo. #YoVotoSí #Cuba #60YMás @DiazCanelB @SecUJCuba pic.twitter.com/w15v68Mmqa
— UJC (@UJCuba) 11 de enero de 2019
“A medida que se desplaza hacia plataformas digitales, el debate se hace mucho más abierto e impredecible, especialmente en Facebook, que es más popular [en Cuba] que el elitista Twitter”, afirmó a Efe el sociólogo especializado en asuntos cubanos Ted Henken, del Baruch College de Nueva York.
Un ejemplo del debate en Facebook está en el grupo “Reforma Constitucional de Cuba“, que cuenta con algo más de 2,500 miembros y en el cual pueden leerse opiniones a favor y en contra de la propuesta de nueva carta magna, expresadas en general de manera bastante cívica.
Para Henken, las plataformas sociales están sirviendo para “nivelar el campo de juego y forzar la interacción verbal a niveles sin precedentes entre el oficialismo y las voces críticas”, en un terreno, además, al que “el Gobierno llega con relativo retraso y que está hábilmente dominado por actores independientes”.
El académico se refiere así al desembarco en Twitter del presidente Miguel Díaz-Canel y casi todos sus ministros, con quienes los cubanos, poco acostumbrados a tutearse con sus dirigentes, han comenzado ahora a “tratar” virtualmente.
En las últimas semanas, a las etiquetas de #SomosCuba y #SomosContinuidad que incluye en todas sus publicaciones en la red de los 280 caracteres, el mandatario ha comenzado a añadir con frecuencia #YoVotoSí y #NosotrosVotamosSí, consignas que han reproducido de inmediato el resto de los dirigentes cubanos presentes en esa plataforma.
Cubano de #Cuba. No hace falta que demuestres públicamente cuál será tu voto el próximo #24F. Solo déjate llevar x tu conciencia y recuerda que el futuro dependerá de una simple X. No te dejes manipular por nadie. La verdad sólo la tienes tú. #YoVotoNo
— Lázaro J Chirino Díaz (@lazarochirino) 6 de enero de 2019
También ha hecho campaña con sus mensajes, como cuando el pasado 5 de enero tuiteó: “Por Cuba, por la Patria, defendiendo nuestras verdades; el noble, heroico y aguerrido pueblo demostrará el 24 de febrero el respaldo mayoritario a su Revolución y al Socialismo ratificando la Constitución”.
Estas consignas no son solo retuiteadas y repetidas por ministros y otros altos cargos, sino también por cuentas de organismos institucionales, medios de comunicación y empresas estatales como la Asamblea Nacional, el diario Granma o la compañía de telecomunicaciones Etecsa.
Para el diplomático retirado y analista político Carlos Alzugaray, “los órganos del estado deben ser neutrales y en caso de publicidad electoral debe estar identificado quién la financia”, aunque precisa que “la propaganda por el ‘sí’ y por el ‘no’ empezó antes de que el texto fuera publicado, cuando lo cívico es decirle a la gente que examine la Constitución y vote en conciencia”.
Sin embargo, fuera de las redes sociales el debate está supeditado al control estatal, y los detractores de la nueva carta magna no tienen cabida ni en la televisión ni en la prensa escrita: “es importante tener en cuenta que muchos cubanos aún están desconectados y dependen mayoritariamente de los medios estatales para recibir información”, acota Ted Henken.
“Hay gente exigiendo que se le dé un espacio al ‘no’ en la televisión” estatal, advierte a su vez Alzugaray.
Además, grupos defensores del “no” han denunciado que las autoridades censuran el contenido de los mensajes SMS, los cuales no llegan al receptor si incluyen consignas como #YoVotoNo, pero sí son cobrados por el monopolio estatal Etecsa.
En una comprobación realizada por Efe, los SMS con la etiqueta #YoVotoSí fueron recibidos por su destinatario, pero los que contenían #YoVotoNo nunca llegaron.
“¿En qué medida esta situación quedará reflejada en los resultados del referendo? Solo después del 24 de febrero seremos capaces de calibrar el impacto real de este verdaderamente inédito debate en las redes sociales”, concluye Henken.
Vea toda la cobertura de OnCuba sobre el tema:
Que miedo tienen!! Estan “chorrea’o” Saben que el pueblo esta en una situacion muy critica y dificil y arrancarle un SI, incluso a los mas adeptos se torna dificilisimo, requieren redoblar todo su arcenal propagandistico y mezclarlo con todo para confundir.
Efren, creo que lo mas que puede suceder es que un porciento de los votantes no se presente a votar, vote en blanco o No. Sin aventurar cabalas o pretender que tengo la bola de cristal, aventuraria un porciento tal vez mas alto que el de boletas anuladas o en blanco de la ultima votacion pero muy por debajo de una cifra que envie un mensaje de oposicion y descontento generalizado. No digo que este ultimo no exista y hasta se haya incrementado dado el agudizamiento de la ya cronica escasez y desabastecimiento. Pero, viendo la historia de los ultimos 28 annos y del pronostico de discreto crecimiento para el 2019.Pero durante periodos aun mas tensos que el que se vive ahora, los resultados de las votaciones revelan una mayoria, convencida o no que juega con las reglas del juego. Asi que no creo que ahora sea muy diferente.
Por algo se empieza o se acaba, no?