Tres proyectiles presumiblemente vinculados a acciones militares de la Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana de 1898 fueron extraídos recientemente de las aguas de la bahía de Matanzas para su conservación y posterior exhibición al público.
Ese proceso se valoró de “complejo y de suma cautela” por Esteban Grau, vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba, de acuerdo con un reporte publicado por la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
#Radio26 – Como un proceso complejo valoró Esteban Grau, vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de #Cuba, la extracción de tres de los proyectiles que permanecían en la bahía de #Matanzas como evidencia de los ataques a la Batería de Peñas Altashttps://t.co/suEWZokTcf
— Radio26 (@radio26cu) August 2, 2023
Estudios realizados desde hace un año determinaron la existencia de al menos cinco de los explosivos correspondientes a la primera batalla de esa guerra, que ocurrió en Matanzas el 27 de abril de 1898 como parte del enfrenamiento entre buques norteamericanos y la defensiva colonial, según comentó al medio Odlanyer Hernández de Lara, aspirante a Doctor en Arqueología por la Universidad de Syracuse, en Nueva York.
Agregó el experto que luego de recuperar los materiales sumergidos hace 125 años en el mar, se iniciará un proceso de conservación preventiva para evitar un incremento de la corrosión y posibilitar su posterior exposición en los museos atendiendo a sus valores patrimoniales.
Durante las acciones subacuáticas se emplearon novedosas técnicas como la fotogrametría, con el propósito de reconstruir y crear modelos virtuales del espacio marino que permitieran documentar de manera detallada el lugar donde se encontró cada elemento.
Los especialistas también señalaron el uso de la tecnología de GPS de conjunto con otros dispositivos digitales para señalar con exactitud el momento y tiempo del hallazgo.
Judith Rodríguez Reyes, líder del grupo espeleológico Guamacaro, explicó a la ACN que el trabajo se organizó en dos equipos: los buzos para las actividades marinas y un apoyo terrestre para el montaje de cuerdas que permitieran la extracción de los proyectiles.
Además, contaron contaron con el asesoramiento de especialistas en la temática de explosivos del Ministerio del Interior (Minint) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Por su parte, el Proyecto Arqueológico Escuadrón 41-Batería de Peñas Altas, en su tercera etapa de trabajo, comprende la excavación de nuevas áreas que permitan localizar elementos arquitectónicos para definir las dimensiones reales del edificio que perteneció a la defensa colonial y que posteriormente ocuparon las fuerzas de la dictadura de Fulgencio Batista.
“Estamos inmersos en la ubicación de otras áreas de interés, entre ellas las destinadas a las torturas; encontramos algunos muros que aún conservan la pintura amarilla característica de los cuarteles de la guardia rural, balas, casquillos, cerámica y en particular examinamos algunos elementos óseos de especies que no tenemos documentadas hasta ahora y recién empezamos a procesar”, resaltó Hernández de Lara.
A su vez, Ercilio Vento Canosa, historiador de la Ciudad de Matanzas, consideró que poner al descubierto los cimientos de una edificación que constituyó un emplazamiento español, y donde torturaron y asesinaron a muchos de los mártires locales, representa un compromiso por rescatar la historia y consolidar el sentido de pertenencia, de nación y de la llamada matanceridad.