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El recinto ferial Pabexpo ha sorprendido este agosto con una de las propuestas de verano más atractivas, pero sobre todo más inesperadas en el contexto actual cubano.
El Festival de Verano Pa´Cuba abrió sus puertas al público hasta el 31 de agosto ocupando las cuatro salas expositivas con un concepto bastante novedoso para el público acostumbrado a las diversas ferias que habitualmente tienen como sede este espacio como son la Fería Internacional de Artesanía (FIART) o en años pasados Arte para Mamá.
Pa´Cuba no se trata de una feria, se anuncia como un festival, aunque tampoco se ajusta del todo a lo que habitualmente entendemos como uno. Este es un espacio para el ocio de la familia en un sentido amplio.
“Hay mucha variedad de cosas, lo mismo hay cosas para el hogar, que comida, una sala de recreación donde los niños puedan jugar y sentirse felices, también puedes decorar tu casa, lo mismo puedes encontrar muñequitos, gafas…” dice Anielis, una adolescente que junto a un grupo de amigas recorre los pabellones divididos temáticamente.
El área centra, o Sala C, acoge la zona de entretenimientos con una gran diversidad de juegos y atracciones infanto-juveniles que van desde videojuegos, entrenamiento de bateo, pistas de patines, bicicletas y carros eléctricos, inflables y camas elásticas.

Las salas A y parte de la B están dedicadas a la expoventa en la que conviven mayormente negocios privados de las distintas formas de gestión no estatal con una gran variedad productos. Desde lo artesanal, hasta electrodomésticos en moneda nacional pueden ser adquiridos por el público. El resto de la Sala B reúne las opciones gastronómicas que también están lideradas por negocios privados.
La Sala D es el espacio reservado a la programación cultural, que incluye la actuación cada tarde de la Compañía Infantil “La Colmenita”, y otro grupo de presentaciones variadas que van desde proyecciones audiovisuales, presentación de proyectos, hasta discotecas temáticas.
Otro de los grandes atractivos de Pa´Cuba es su horario de 10 de la mañana a 10 de la noche todos los días de la semana.
En total más de 300 negocios conforman el festival de verano más grande que sucede hoy en la capital cubana. Un terreno que por más de una década estuvo prácticamente monopolizado por la feria Arte en la Rampa que organiza el Fondo Cubano de Bienes Culturales, una cita que, a pensar de ubicarse en uno de los lugares más céntricos de la ciudad, El Pabellón Cuba en el medio de La Rampa en el Vedado; ha mostrado en los últimos años una depresión en sus ofertas comerciales y culturales.

“El evento se gestó desde un sueño de la dirección de la Empresa Palco, hará cuestión de dos meses. Pensamos que en el verano a la familia cubana le hacía falta tener un festival como el que estamos viviendo. Hicimos un lanzamiento a todas las entidades estatales, no estatales, a todas las formas de gestión, para una primera reunión y que soñaran con nosotros el festival, y se ha logrado lo que estás viendo acá”, dice Rafael Rodríguez, director del Recinto Ferial Pabexpo.
¿Cómo se vive Pa´Cuba?
El sector privado tuvo la mayor respuesta y hacen mayoría brindando sus ofertas, y también creando comunidad, conviviendo en alianzas grandes y pequeños emprendimientos y generando una máxima del mercado pocas veces explotada en Cuba, la competitividad. El resultado: opciones diversas y mejores precios.
“Más allá del ámbito comercial esto es para darse a conocer, brindar un servicio en esta época es un poquito complicado, sobre todo para los niños, y manejar precios para que estén un poco más para abajo que los que están en el mercado”, nos explica Joel Suárez, dueño Huella Asociados, empresa de servicios, juguetería, alquiler de medios y cafetería.

“Al principio yo no estaban muy segura de venir, pero fue tanto el entusiasmo y la forma en que se nos trató desde el primer momento, dándonos buenas condiciones que por eso fue que vine y aquí me siento super bien”, nos resume su experiencia María Elena Barba, dueña de Pa La Escuela, un emprendimiento dedicado a la confección y comercialización de artículos para uso escolar, una de las demandas importantes del público en esta época del año.
Chulerías para la casa se nombra el pequeño stand de Sheyla Hernández para quien “la experiencia es espectacular, las personas maravillosas, mucho público, es una buena opción para los emprendedores porque es una manera de darnos visibilidad, y no es simplemente la parte de las ventas, sino que puedes darte a conocer y que de esa manera que el público pueda llegar a ti aunque estemos en nuestros puntos de venta u otros espacios”.

Gretchen Casas lidera junto a su esposo Álvarez Pieles, una de las ofertas de manufactura artesanal que participan en Pa´Cuba. Ellos son asiduos desde hace años en las ferias organizadas mayormente por el Fondo de Bienes Culturales en este y otros espacios de la ciudad.
“Realmente la experiencia ha sido muy satisfactoria, un público diferente, la calidad del lugar, la variedad de personas. La feria está diseñada más bien para el entretenimiento, la gastronomía, los niños, pero nosotros nos hemos beneficiado porque conocemos personas, nos conocen como emprendedores, hacemos familia y los clientes que nos conocen de otras ferias siguen viniendo y nos pueden reencontrar, a la vez que nos seguimos dando a conocer”, nos enumera los beneficios que han encontrado aquí. “Ojalá que esto siga extendiéndose porque realmente nosotros los emprendedores lo necesitamos, no solamente en una fecha determinada del año”, concluye.
Otro de los habituales en ferias de emprendimientos es Deshidratados Habana. Su administradora y comercial Danis Mary Medero nos explica: “lo que buscamos es que el público tenga un conocimiento sobre nuestros productos y en las ferias vamos llevándole a las personas la cultura sobre qué cosa es Deshidratados Habana y en qué favorece a la salud”.
En su primera semana el festival logró cifras de público que llegaron hasta las tres mil personas diarias. Se espera que ese número vaya en ascenso, pues la mayoría del público ha encontrado aquí alguna oferta de su interés.

“A mí lo que me gusta son los aparatos que hay para montar, porque la ferias que hacen en diciembre (FIART) nada más tienen feria”, nos dice Jade mientras su amiguita Aysha afirma que “puedes encontrar desde lo que necesites para la cocina en la casa, variedades de juguetes, útiles para la escuela, todo está muy bueno”.
A Yuneika la fuimos encontrado varias veces en nuestro recorrido por Pa´Cuba, y al preguntarle qué le parecía cuando ya iba de salida nos dijo que “esta feria está increíble porque hay diversas ofertas, muchas cosas y actividades para niños que normalmente estas ferias no tienen. Hay vestidos, zapatos, hasta accesorios para el pelo, muchas cosas y los precios están módicos, considero que hasta más económicos que en la calle”.
Yamilé llegó con su pequeña y su esposo y dice que “la feria me ha parecido una opción muy representativa para la familia cubana, tiene precios bastante accesibles, las ofertas muy variadas, los niños y la familia se pueden divertir, la hemos pasado bien”.
Reciclaje
Cestos de basura visiblemente improvisados, creados con cajas de cartón recicladas y diferenciados: “papel, cartón y textil”, “metales”, “plástico y cristal”, “residuo orgánico” y “no recuperable”. Tuvimos que detenernos. Es de esas cosas que parece increíble encontrar en Cuba, aunque debiera ser lo habitual.

Luego nos dimos cuenta que por cualquier pared, vitrina o puerta podía encontrarse la explicación. Pequeños posters educativos que explicaban cómo clasificar los residuos. Nufor SURL, empresa de base tecnológica privada es la responsable.
“Esto es una prueba piloto, estamos tratando de demostrar que es posible clasificar los residuos y buscar reciclarlos y reutilizarlos para que no terminen ni en los vertederos, ni en los microverteros que se van creando, ni tampoco en los mares y océanos. Buscar que se aproveche lo más posible cada recurso natural que extraemos de la naturaleza”, nos explica Lemar Hurtado Hoyos, presidente de Nufor SURL.

“Cuando nos invitaron todo el mundo estaba hablando de qué es lo que iba a aportar, qué iniciativas iba a hacer, la gastronomía que se iba a hacer, el entretenimiento y nosotros, como tenemos este bichito de tratar de buscar cómo crear mayor sostenibilidad para todos, la economía circular y la mejor utilización de los residuos, pensamos que estamos hablando de cómo consumir más y entonces dónde está la parte de qué pasa después de que se consume”, cuenta a OnCuba sobre como surgió esta idea.
Nufor SURL tiene experiencia en otras iniciativas mediambientales como limpiezas de playas y costas, pero esta es su primera vez trabajando con la clasificación y procesamiento de residuos en origen. Junto a ellos, voluntarios de otros proyectos, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA) y de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre conforman el personal que a diario ayuda a orientar al público en el uso adecuado de los cestos clasificadores y procesamiento de los residuos.
Negocios de distinto tipo, además de la Empresa de Recuperación de Materias Primas La Habana reciben y continúan el camino de dar una nueva vida a los grandes volúmenes de basura que pueden generarse en un evento de esta magnitud. La respuesta del público ha sido una de las grandes sorpresas.

“Tal vez no lo esperaban en un inicio, pero una vez que nos acercamos a ellos y les explicamos hemos visto que sí tienen una conciencia al respecto, lo único que hay es que educarles y guiarles un poco, y eso es lo que queremos hacer pasito a pasito”, asegura Hurtado.
“Es un proceso de crecimiento, todos estamos aprendiendo aquí y esperamos ser más sabios en esto cada día y poder extenderlo”, resume, y esta idea va perfecta para mirar todo lo que está ocurriendo en el Festival de Verano Pa´Cuba que hasta el 31 de agosto se desarrolla en Pabexpo.