La temporada ciclónica en el Atlántico Norte, que comenzó el 1 de junio, concluye este miércoles con un total de 14 ciclones tropicales (tormentas tropicales y huracanes) en la región, informan medios oficiales en la Isla.
En ese período se organizaron ocho huracanes bautizados como Danielle, Earl, Fiona, Ian, Julia, Lisa, Martin y Nicole. De ellos, solo Fiona e Ian llegaron a ser de gran intensidad, de acuerdo con los datos del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet) de Cuba, reseñados por la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El texto aclara que ninguno llegó a la categoría 5 de la escala Saffir-Simpson, aunque Ian resultó ser el más impetuoso con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora y una presión central de 936 hectoPascal, señala la información.
El reporte destaca que también se originaron dos depresiones tropicales, pero sin desarrollo alguno, en el área geográfica del océano Atlántico tropical, incluidos el Golfo de México y el mar Caribe.
Los expertos de la institución calificaron de normal la temporada, con cifras similares a los promedios registrados durante la últimas tres décadas (14 tormentas tropicales y 7 huracanes), aunque separó a la media recogida entre 1851-2020, refiere el medio.
Destaca que llama la atención lo sucedido durante el pasado mes de agosto, cuando no hubo actividad ciclónica en la zona, un acontecimiento inusual que desde la segunda mitad del siglo XX solo había sucedido antes de 1961 y 1997.
Según los especialistas citados por la ACN, entre los factores que influyeron en el hecho están la notable disminución de la humedad relativa asociada a la influencia de una masa de aire con presencia de polvo proveniente del Sahara, las fuertes corrientes superiores en la troposfera alta y el fortalecimiento de la influencia anticiclónica sobre el Atlántico tropical.
No obstante, septiembre se comportó muy activo porque se originaron siete organismos ciclónicos tropicales, dato muy por encima del promedio histórico para esa misma etapa. Cuatro huracanes, de ellos dos de gran fortaleza (Fiona e Ian), dos tormentas tropicales y una depresión tropical, especificaron, fue el saldo dejado por el noveno mes del año.
A principios del pasado mayo los especialistas del Insmet habían pronosticado la posible formación en la temporada de hasta 17 ciclones tropicales, de los que nueve podrían alcanzar la categoría de huracán, y uno de ellos afectar a Cuba, con un 85 % de probabilidades.
Instituto de Meteorología de Cuba prevé una activa temporada ciclónica
Para los meteorólogos cubanos, lo más significativo estuvo relacionado con las afectaciones del huracán Ian en las provincias occidentales, en particular su despiadado azote a Pinar del Río a finales de septiembre, la influencia de una baja tropical al comienzo de junio, y las lluvias fuertes y extremas en las regiones occidental y central.
A pesar de no llegar a la máxima categoría, en su cruce de sur a norte por el occidente cubano Ian dejó un saldo final de cinco personas fallecidas y numerosos daños daños materiales, sobre todo en la infraestructura eléctrica, de comunicaciones y en el fondo habitacional del territorio pinareño, además del impacto negativo en la agricultura.