El gobierno de Canadá, principal emisor de turistas a Cuba, aconsejó a sus nacionales un “alto grado de precaución” si viajan a la isla debido a la escasez de artículos de primera necesidad, incluidos alimentos, medicinas y combustible, entre otros factores.
El aviso sobre estos riesgos se advierte en la web gubernamental travel.gc.ca, que ofrece información a quienes viajan al extranjero.
Tener un “alto grado de precaución” es el segundo nivel en el listado de recomendaciones del gobierno canadiense a los viajeros de su país. El mismo implica que “existen ciertas preocupaciones de seguridad o la situación podría cambiar rápidamente”.
No obstante, aunque de manera general Ottawa coloca a Cuba en ese segundo nivel, mantiene a varias de las principales zonas turísiticas de la isla en el primer nivel, para el cual recomienda tomar “precauciones de seguridad normales“, similares a las que tomaría en Canadá.
En este caso mantuvo a los polos turísticos de Cayo Coco, Cayo Largo del Sur, Cayo Santa María, Guardalavaca y Varadero.
En 2022 más de medio millón de canadienses visitaron Cuba, y entre enero y abril de este año la isla también se mantiene a la cabeza de los mercados emisores con 495 905 visitantes, de acuerdo con información de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei).
Aviso general sobre Cuba
“La escasez de combustible es actualmente crítica y afecta a una amplia gama de servicios. Viajar por la isla es un gran desafío”, apunta el aviso del gobierno de Canadá a sus viajeros.
“Los servicios de transporte público, incluidos los taxis, a menudo se ven interrumpidos, lo que deja a los turistas pocas opciones para viajar. Algunos viajeros se han quedado temporalmente varados con un coche de alquiler”, añade.
A esto agrega que los hoteles y resorts, que a menudo usan generadores durante los cortes de energía, pueden no ser capaces de mantener sus servicios.
Además de la escasez, el Gobierno canadiense llama la atención sobre robos en zonas turísticas, mercados y playas, así como sobre acoso sexual, fraude y estafas.
“Evite mostrar signos de riqueza. Mantenga los dispositivos electrónicos fuera de la vista”, se lee en el sitio web. También aconseja tener cuidado con actividades fraudulentas, pues “algunos se especializan en estafar a los turistas. La mayoría habla algo de inglés o francés y se esfuerzan por parecer amigables”, refiere el texto.
“En los bares, las trabajadoras sexuales, incluidas las menores, pueden ser muy persistentes e intrusivas con los turistas que rechazan sus insinuaciones. Los extranjeros, incluidos los canadienses, han sido víctimas de robo después de mantener relaciones sexuales, y algunos han enfrentado acusaciones de abuso sexual infantil”, agrega.
El aviso incluye también información y consejos acerca de la alimentación, las telecomunicaciones, las transacciones en línea, el estado de las carreteras y las actividades acuáticas, entre otras.
La advertencia canadiense se produce en un momento de profunda y prolongada crisis económica en Cuba, una de las principales preocupaciones del Gobierno, así como de la población, que ha visto cómo se sigue deteriorando su poder adquisitivo con una inflación que no para de crecer.
Los efectos de esa situación se vieron acrecentados por el impacto de la pandemia de la COVID-19, el reforzamiento de las sanciones de Estados Unidos a la isla y el poco efecto de las medidas tomadas internamente por las autoridades para revertir el problema.
Qué pena. El Gobierno canadiense sigue atado a los ataques sónicos de la era Trump. Cuándo entenderán que no son un estado de sus vecinos?