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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) impulsa una campaña de donaciones para la estudio y la protección del cocodrilo cubano.
El proyecto busca financiar el monitoreo del Crocodylus rhombifer, exclusivo de la Ciénaga de Zapata, Matanzas, cuya supervivencia “está amenazada por la acción humana sobre el ecosistema, el cambio climático y otros factores”, refiere la entidad internacional.
No obstante, el PNUD ve posible crear una oportunidad para protegerlo a través de la investigación, “acciones urgentes” de conservación y el compromiso de las comunidades locales.
Por este motivo lanzó la campaña a través de la plataforma Every.org, empleada para “experiencias de crowdfunding de alto impacto”, en la cual se podrán realizar las donaciones. Además, el organismo recabó apoyo para divulgar el proyecto entre potenciales donantes.
El financiamiento recibido se empleará para la compra y colocación de etiquetas satelitales para monitorear los desplazamientos del cocodrilo en su hábitat natural y ayudar así a su conservación.
Dichas etiquetas, que no son más que dispositivos de rastreo GPS, permitirán a los investigadores conocer mejor cómo y dónde vive esta especie amenazada, mediante el estudio de sus áreas de actividad, y también “seleccionar con precisión dónde liberar ejemplares criados en cautiverio”, lo que aumenta sus probabilidades de sobrevivir.
“Nos vemos pronto, cocodrilo”
Esta iniciativa, nombrada “Nos vemos pronto, cocodrilo”, es liderada por los especialistas Etiam Pérez y Gustavo Sosa, con más de 25 años de experiencia en el estudio y protección del cocodrilo cubano en la Ciénaga de Zapata.
“Ellos serán los responsables de colocar las etiquetas satelitales y liderar las acciones de investigación y conservación que se harán posibles gracias al apoyo reunido en esta iniciativa de crowdfunding”, explica el PNUD, que combina esfuerzos en el proyecto con la Fundación Antonio Núñez Jiménez y la Empresa para la Conservación de la Ciénaga de Zapata, entre otras entidades.
El programa no solo protege una especie clave, sino también impulsa beneficios económicos para las comunidades locales al fortalecer el ecoturismo.
De acuerdo con una publicación del Parque Zoológico Nacional, el mayor peligro que enfrenta esta especie es la pérdida de hábitat, así como la caza furtiva por su piel y su carne.
También sufre hibridación con el cocodrilo americano (Crocodylus acutus), lo que amenaza su pureza genética.
En la actualidad, está clasificado En Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), aunque programas de conservación en Cuba, tanto en la Ciénaga de Zapata como en parques zoológicos, trabajan en su reproducción en cautiverio y reintroducción.
Cuba promociona criaderos de cocodrilos como atractivo turístico
Criaderos de cocodrilos como atractivo turístico
A la par, las autoridades cubanas impulsan el turismo de naturaleza con los criaderos de cocodrilos en las ciénagas de Zapata y Lanier, que combinan conservación e investigación, una atracción para visitantes nacionales e internacionales.
En la Ciénaga de Zapata, ubicada en Matanzas y considerada el mayor humedal del Caribe, con 300 mil hectáreas, los turistas exploran un criadero que alberga cocodrilos cubanos y americanos, sobresaliendo por su rica biodiversidad, señaló el pasado agosto un reporte de Prensa Latina (PL).
En la Isla de la Juventud, la Ciénaga de Lanier, un Parque Nacional de 100 km², cuenta con 80 cocodrilos en Cayo Potrero, incluyendo 27 hembras y siete machos reproductores de la especie Rhombifer, agregó entonces el medio.
Este criadero, establecido hace más de 25 años tras la sobrexplotación de los años 50, ofrece visitas guiadas que promueven el aprendizaje sobre estos reptiles prehistóricos, capaces de alcanzar 3.5 metros y velocidades de 80 km/h en tierra.
Ambos centros, diseñados para la recría y estudio científico, responden al creciente interés por un turismo activo que combina aventura y conciencia ambiental.