“El objetivo fundamental es continuar el fomento de estos actores económicos no estatales, cumpliendo con las normativas, promoviendo las relaciones con el resto de los actores y su inserción en las estrategias de desarrollo territorial”.
Así definió Mercedes López Acea, presidenta del flamante Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales (Inaene), el norte de la nueva entidad gubernamental.
“Para nada constituye un retroceso, sino todo lo contrario”, defendió en el programa Mesa Redonda de este viernes, resumido por el sitio Cubadebate, y argumentó que “el ordenamiento que estamos proponiendo” es para “mejorar e incrementar las relaciones contractuales entre todos los actores económicos”.
Todas las formas de gestión no estatal desde la legalidad, en un ambiente laboral justo, inclusivo y respetuoso, pueden aportar al bienestar de la sociedad.#EconomíaConTodos
@PartidoPCC @DrRobertoMOjeda @MMarreroCruz @minalcuba @MTSS_CUBA @MEP_CUBA pic.twitter.com/g6dXcA7WyQ— Mercedes López Acea (@acea_lopez) September 10, 2024
Subordinado al Consejo de Ministros, que encabeza el premier Manuel Marrero, el Instituto llevará el timón de un universo económico integrado las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), los trabajadores por cuenta propia (TCP) y las cooperativas no agropecuarias (CNA).
Estructura
La nueva estructura cuenta con una presidencia y vicepresidencia, y cinco direcciones fundamentales: las tres primeras de ellas para la atención a las mipymes, las CNA y los TCP, además de una para la inspección y otra para el desarrollo, la ciencia y la innovación.
Esa última, dijo la ingeniera López Acea, facilitará el vínculo con las universidades y los centros de investigación, en momentos en que el gobierno trata de emplear la ciencia y la tecnología como motores para paliar la crisis y buscar producciones con valor agregado.
El Instituto, asimismo, tenderá conexiones con otro entramado: el de las direcciones de desarrollo territoriales que se subordinan a los Consejos de Administración Municipales y con los departamentos económicos subordinados a ellas.
De acuerdo con la funcionaria, tales direcciones ya acumulan más de un año de experiencia y muchas han tejido relaciones con los nuevos actores. “No estamos hablando que surgen de la nada”, manifestó para calmar las dudas de muchos sobre la profesionalidad de los decisores municipales.
Funciones
Entre las funciones del Inaene está la de coordinar y evaluar con los organismos de la Administración Central del Estado y entidades nacionales, las propuestas de políticas relacionadas con los actores económicos no estatales, “en las materias de su competencia”.
Su otra función, sobre la que muchos atribuyen superpoderes y no pocas suspicacias, será la de controlar el cumplimiento de las normativas del gobierno dirigidas a “insertar” a los actores no estatales en los programas económicos oficiales, sobre todo en la territorialidad de su radio de acción.
Por otra parte, el Instituto debe dirigir metodológicamente la creación de los actores no estatales y su inserción en la economía, en correspondencia con las prioridades y necesidades del desarrollo territorial del país.
“Hoy es un reto para cada municipio esta descentralización, pero al mismo tiempo es una oportunidad de decidir y poder conducir mejor los procesos, de poder contar con los actores que pueden aportarle más al territorio”, ponderó López Acea.
Para la presidenta del Inae otro de los imperativos es construir consensos a partir de escuchar a todos los participantes en el proceso, incluso, desde el sistema empresarial, el cual debe aportar también respuestas “a insatisfacciones de la población”.
Pertinencia
La pertinencia de una entidad como el Inaene fue defendida por Aizel Llanes Fernández, directora del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas.
La entidad “no es algo que inventó Cuba”, argumentó y dijo que, por el contrario, se trata de un organismo rector común en muchos países de la región latinoamericana, y también en Europa y Asia.
Igualmente, la académica indicó que el ente regulatorio es resultado de investigaciones sobre la necesidad de su existencia, y también por el propio reclamo de los actores no estatales, quienes requerían de una entidad que los representara desde la institucionalidad.
Estadísticas
La fotografía estadística corrió a cargo de Carmen López, directora de Empleo No Estatal del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
El pasado año, precisó, había 4, 3 millones de cubanos empleados, de ellos 38% en el sector no estatal.
Los trabajadores de Mipymes y Cooperativas No Agropecuarias representan 16 % del total de la fuerza laboral activa del país. En tal mercado laboral, 38 % son mujeres.
Al cierre de agosto, el país contaba con más de 620 mil trabajadores por cuenta propia y más de 142 mil vinculados a Mipymes y Cooperativas No Agropecuarias.
“Hasta esa fecha se habían incorporado más de 135 mil personas al trabajo, más del 40 % de ellas directamente en el sector no estatal. Hemos visto un crecimiento del empleo en lugares donde no había otras opciones laborales, así como una mejor estabilidad en la fuerza de trabajo, y todo eso repercute en revitalizar producciones”, estimó la funcionaria.
La directora de Empleo No Estatal del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social exhortó a los jóvenes a que exijan a sus empleadores privados la firma de un contrato laboral.
“Se trata de una vulnerabilidad voluntaria ante el empleo que debemos enmendar con mayor preparación y capacitaciones sobre las obligaciones de los empleadores con su fuerza de trabajo”, agregó.
Nadar contracorriente
Despojadas de incentivos fiscales a partir de enero de este año, las empresas privadas fueron sometidas a nuevas regulaciones que entraron en vigor el 19 de septiembre mediante el decreto-ley 88/2024, el cual, justamente, oficializó el nacimiento del Inaene.
Las nuevas normas reconocen al sector privado solo como un actor complementario de la economía y permiten que las organizaciones políticas, sociales y de masas puedan también crear micro, pequeñas y medianas empresas.
A diferencia del decreto-ley 46/2021 que le dio origen a las mipymes, el nuevo instrumento jurídico amplió las obligaciones que deben cumplir estas empresas, entre ellas registrar en su cuenta bancaria corriente todas sus operaciones y comercializar sus bienes y servicios en pesos cubanos, con algunas excepciones.
Por otra parte, no emplear canales digitales de pago o no utilizar la cuenta fiscal constituyen delitos previstos en la nueva legislación que pueden dar al traste con el propio negocio.
La ausencia de un mercado cambiario oficial es una de las razones esgrimidas por algunos emprendimientos privados que comercializan directamente en monedas extranjeras y evaden la trazabilidad de sus finanzas.
Por otra parte, se rediseñó una de las facultades de las mipymes relacionadas con la formulación de precios, los cuales tendrán que seguir las reglas del Ministerio de Finanzas y Precios, respetando los precios de aprobación centralizada (topados).
Nuevas reglas para el sector privado en Cuba: control, bancarización y residencia efectiva
Las nuevas normas establecieron, a su vez, que las empresas privadas “están obligadas a no involucrarse en manifestaciones delictivas o actos ilícitos, en particular aquellos que atenten contra la Seguridad del Estado”.
Igualmente, deben desarrollar su actividad “sin incurrir directamente, o a través de terceros, en manifestaciones de lavado de activos, financiamiento al terrorismo o proliferación de armas de destrucción masiva”.
Actuar como testaferro o prestanombres en la titularidad de una empresa constituye una conducta delictiva con consecuencias, advirtió el decreto-ley 88/2024.
Un flamante instituto totalmente innecesario. Las empresas de capital privado (ellos le apodan “Actores Economicos NO estatales”) pueden ser fiscalizados por los propios ministerios ya establecidos. Lo que hay que dejarlos trabajar y, por el contrario, aprobar muchas miles de mipymes mas, que mientras mas hayan, mas competencia habra y llegara un momento que seran tantas que comenzaran a bajar los precios. o a mejorar sus ofertas, o a diversificar sus actividades y todo eso redundara en benificio de la gente y del pais. Dejen que los emprendedores trabajen, que hagan dinero, total, que el estado no ha puesto ni un centavo en eso. Los minitserios tienen todas las condiciones para hacer cumplir lo establecido para el correcto funcionamiento de las mipymes, no habia que crear una estuctura intermedia entre ellos y los ministerios, mas bien es un estorbo.