OnCuba sugiere este texto de Jorge Luis Rodríguez, asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, publicado recientemente en la edición online de Cuba Contemporánea:
En días recientes se dieron a conocer nuevas cifras oficiales sobre la evolución socioeconómica de Cuba durante 2013, con la publicación digital del Panorama Económico y Social Cuba 2013 por la ONEI. Esta información permite perfilar mejor el desempeño económico y social del país el pasado año, lo que puede completarse con algunas valoraciones de lo ocurrido durante los primeros meses de 2014.
El crecimiento del PIB durante 2013 alcanzó solo 2,7 por ciento, cifra inferior al 3 por ciento de 2012 y por debajo también al crecimiento planificado de 3,6 por ciento. El desempeño sectorial mostró decrecimientos en el sector de la minería (-5,6 por ciento), quizás asociados al cierre de la planta de níquel de Nicaro, que no resultaba viable económicamente.
También desciende el valor agregado en actividades de administración pública y educación, en línea con la política de reducción de gastos gubernamentales, tomando en cuenta que los egresos del presupuesto del Estado bajaron del 70 al 60,3 por ciento del PIB entre 2012 y 2013.
El documento recién publicado confirma que diferentes sectores de la economía mostraron una discreta mejoría en 2013, especialmente el sector agropecuario, que creció 2,6 por ciento frente a 0,5 por ciento el año precedente.
En términos físicos aumentó 8,8 por ciento la producción de tubérculos y raíces, 13,9 por ciento la de hortalizas, 9,7 por ciento la de cereales y 2,1 por ciento la de leguminosas. No obstante, se redujeron en 4,2 por ciento las viandas, con caídas significativas en la papa (-18,5 por ciento), los plátanos (-25,6 por ciento) y los cítricos (-18,1 por ciento), asociadas a falta de recursos en tiempo para la adquisición de insumos y a factores naturales negativos.
En el sector agroindustrial continuó una igualmente discreta recuperación en la producción azucarera, con un crecimiento de 8,4 por ciento en su valor agregado, lo que permitió alcanzar una zafra de 1 513 mil toneladas.
En relación con la de 2013-2014, la zafra mostraba un cumplimiento de 86 por ciento del plan a inicios de mayo, afectada por factores climáticos y otros elementos operacionales, lo que permite suponer que se obtendrá una producción por debajo del nivel planificado (1 800 mil toneladas), aunque ligeramente superior a la del año anterior.
La industria manufacturera creció a un ritmo similar al período precedente (2,1 por ciento) y continuó la recuperación del sector de la construcción, que incrementó su valor agregado en 13,4 por ciento, cifra superior al 11,2 por ciento de 2012. No obstante, la tasa de formación bruta de capital se mantuvo en 13,2 por ciento, similar a la de la etapa de referencia (13,6 por ciento).
Otros sectores mostraron igualmente crecimientos, pero se desaceleraron en relación con el año anterior el transporte y las comunicaciones (1,8 frente a 6,2 por ciento), el comercio (4,8 de 5,3 por ciento), ciencia e innovación tecnológica (0,3 de 7 por ciento) y hoteles y restaurantes, que bajó a 3,5 desde 5,1 por ciento.
Precisamente, en el sector relacionado con el turismo se observó un ritmo de crecimiento de sólo 0,5 por ciento en el número de visitantes extranjeros, frente a un incremento de 4,5 por ciento en 2012. De forma correspondiente evolucionaron los ingresos brutos asociados con el ramo.
Frente a este discreto desempeño -y como se ha anunciado antes- para el actual año está previsto un crecimiento superior al 10% en el número de visitantes, para alcanzar una cifra de unos 3 millones 150 mil turistas. Al cierre del primer trimestre de 2014 el auge registrado alcanzaba el 5 por ciento, lo que implicará un importante esfuerzo durante el resto de 2014.
Con respecto al comercio exterior, el valor de la exportación de bienes decreció 5,3 por ciento en 2013, mientras que las importaciones crecían 6,6 por ciento, lo cual incrementó el déficit comercial de mercancías a 9 190 millones de dólares, superior en 1 221 millones al del año precedente.
Este déficit se cubrió con el superávit de la balanza comercial de servicios, que -según se informó en la Asamblea Nacional de diciembre del 2013- produjo un saldo positivo en el total de 1 256 millones de dólares, que se estima inferior en unos 200 millones de dólares al registrado en 2012.
En general, la coyuntura comercial externa de 2013 estuvo marcada por descensos en los precios de las exportaciones de azúcar (-15 por ciento) y níquel (-17 por ciento), en tanto se incrementaban los de una parte de las importaciones, particularmente en los alimentos.
Durante lo que ha transcurrido de 2014 se ha producido una recuperación del 6 por ciento en los precios de las exportaciones de azúcar y del 38 por ciento en los del níquel. Sin embargo, los de la mayoría de los alimentos importados también han mostrado una clara tendencia al alza entre enero y mayo de este año, por lo que el resultado neto de todo este movimiento deberá precisarse en los meses que restan hasta diciembre.
En síntesis, alcanzar el ritmo de crecimiento de 2,2 por ciento previsto en los planes para el actual ejercicio económico requerirá de un importante esfuerzo en medio de las complejas circunstancias de la economía internacional. Una valoración más adecuada de la situación podrá realizarse cuando estén disponibles los resultados del primer semestre.
Aquí hay buenas estadísticas que ya son “públicas”, ahora pregunto: donde está el análisis de las causas? y que medidas se piensan tomar mas allá del “reordenamiento empresarial”?