Reputadas marcas como Ford, Cadillac, Chevrolet, Plymouth o Dodge tienen aún en Cuba un muestrario de sus maravillas de antaño, no ya en un garaje o una vidriera, sino en plena actividad en La Habana u otras ciudades de la Isla.
La antigüedad de no pocos autos que circulan aún por las calles de Cuba han convertido a la Isla en un sitio singular, en el que historia y presente convergen con naturalidad sobre el asfalto, y hacen del país una añorada atracción turística para los amantes del motor.
Aunque en la nación caribeña ruedan automóviles de diferentes épocas y modelos, son los de las primeras seis décadas del siglo XX, llegados al país antes de que triunfara la Revolución Cubana, los que concitan la mayor admiración de los visitantes y se repiten en fotos, postales y portadas de revistas.
Reputadas marcas como Ford, Cadillac, Chevrolet, Plymouth o Dodge tienen aún en Cuba un muestrario de sus maravillas de antaño, no ya en un garaje o una vidriera, sino en plena actividad en La Habana u otras ciudades de la Isla. Y aunque algunos no pueden esconder el peso del tiempo, otros se exhiben relucientes, con una belleza y lozanía que les hace parecer recién salidos de la fábrica.
Se trata de verdaderas joyas sobre ruedas, máquinas que asombran incluso a los más conocedores como verdaderos prodigios de la voluntad y el ingenio humano. Solo sus dueños y mecánicos saben cuánta inventiva y recursos se necesitan para que luzcan como nuevos; para, manteniendo su exterior clásico, se renueven y modernicen sus motores y piezas. O, más insólito todavía, se conserven en plenitud las originales.
Numerosos turistas sucumben a la tentación de pasear en uno de estos autos antiguos —techados o descapotables—, o, cuando menos, de fotografiarse junto a alguno de ellos, como testimonio de una travesía que parece remontarse a décadas atrás.
A ella también pueden acceder visitando el Museo del Automóvil, ubicado en el centro histórico habanero. Allí los esperan modelos únicos tanto por sus características y antigüedad —el más “veterano” data de 1905— como por las figuras que hicieron uso de ellos.
Así puede disfrutarse, por ejemplo, del De Soto donado al historiador Eusebio Leal por el coleccionista, empresario y filántropo estadounidense Richard Herman Driehaus. También de otros autos de reconocidas marcas como Rolls Royce, Packard, Masserati, Mercedes Benz, Oldsmobile y Fiat.
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1. DeSoto de 1949, donado al historiador Eusebio Leal por el coleccionista Richard Herman Driehaus. Foto: Otmaro Rodríguez.
DeSoto de 1949, donado al historiador Eusebio Leal por el coleccionista Richard Herman Driehaus. Foto: Otmaro Rodríguez.
2. MG-TD de 1953 fabricado en Inglaterra, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
MG-TD de 1953 fabricado en Inglaterra, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
3. Packard modelo Single-Eight, de EE.UU., exhibido en Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Packard modelo Single-Eight, de EE.UU., exhibido en Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
4. Ford modelo A, año 1929, país EE.UU, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Ford modelo A, año 1929, país EE.UU, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
5. Rolls Royce, modelo Phantom, de Gran Bretaña, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Rolls Royce, modelo Phantom, de Gran Bretaña, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
6. Auto Ford, modelo T, de EE.UU., operado por tres pedales. Foto: Otmaro Rodríguez.
Auto Ford, modelo T, de EE.UU., operado por tres pedales. Foto: Otmaro Rodríguez.
7. Auto Ford, modelo T, de EE.UU., operado por tres pedales. Foto: Otmaro Rodríguez.
Auto Ford, modelo T, de EE.UU., operado por tres pedales. Foto: Otmaro Rodríguez.
8. Daimler Limousine, modelo DW ATL, del Reino Unido, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Daimler Limousine, modelo DW ATL, del Reino Unido, exhibido en el Museo del Automóvil de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
9. Antiguas bombas de gasolinas, las cuales llevan el nombre de las diferentes compañías que operaban en Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguas bombas de gasolinas, las cuales llevan el nombre de las diferentes compañías que operaban en Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez.
10. Los tres Papamóviles utilizados por Sumos Pontífices Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, durante sus visitas a Cuba, marca Peugeot, Hoggar. Foto: Otmaro Rodríguez.
Los tres Papamóviles utilizados por Sumos Pontífices Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, durante sus visitas a Cuba, marca Peugeot, Hoggar. Foto: Otmaro Rodríguez.
Sin embargo, el mayor encanto para muchos sigue estando en los que todavía recorren las calles. En los más glamorosos que pasean turistas, quinceañeras o recién casados, o en los “almendrones” duros de roer, que hacen de taxis o de autos familiares, y sortean baches y carencias con más soltura que los carros del año.
Ellos, aunque no fueron fabricados ayer ni tampoco en Cuba, han sabido sobreponerse al tiempo y han reclamado, por derecho propio, su ciudadanía en una Isla que los tiene ya como uno de sus hijos adoptivos más ilustres y perseverantes, y como una de sus imágenes más icónicas.