La Habana entrará este viernes en la primera fase de la recuperación post COVID-19, con lo que ya todos los territorios cubanos habrán comenzado la vuelta progresiva a la normalidad.
A la par, las autoridades de la Isla decretaron el pase del resto de las provincias a la segunda fase de la desescalada, también a partir del viernes, a excepción de Matanzas, que lo hará la próxima semana.
Aun cuando mantiene la mayoría de los casos activos del país, la capital muestra un avance en el enfrentamiento a la enfermedad, de acuerdo con la consideración del gobierno cubano dada a conocer la tarde de este miércoles por el primer ministro Manuel Marrero.
Según lo apuntado por Marrero, quien es citado por medios de prensa oficiales, “hace siete días se vienen cumpliendo, de manera general, los indicadores sanitarios establecidos, aun cuando se reportan algunos casos diarios, cuestión que es parte de este proceso”.
No obstante, en opinión del gobierno cubano La Habana “continuará siendo el lugar donde se concentran los mayores riesgos, por lo que los habaneros deberán incorporarse a esta nueva etapa con mucha responsabilidad y cautela, cumpliendo estrictamente las medidas sanitarias establecidas”.
La Habana se prepara para iniciar la primera fase post-COVID-19
Por su parte, las autoridades habaneras reconocieron “la complejidad y el compromiso” que representa este paso, y explicaron que en estos momentos los indicadores sanitarios “manifiestan una tendencia favorable”, según Cubadebate.
Yanet Hernández, vicegobernadora de La Habana, apuntó que los cinco casos positivos detectados este miércoles en la capital pertenecen al municipio del Cotorro y están asociados a un foco abierto en la vecina comunidad de El Roble, de la provincia de Mayabeque.
Hernández explicó que en ese territorio se realiza “un constante monitoreo de la situación epidemiológica y persiste el estudio de la población a través de muestras PCR para lograr detectar posibles nuevos casos y contener la transmisión de la enfermedad”.
Último día de junio deja en Cuba siete contagios por COVID-19, todos asintomáticos
En cuanto a las restantes provincias, el primer ministro comentó que se ha monitoreado el comportamiento de la primera fase de recuperación en dichos territorios, la cual fue evaluada positivamente. Marrero señaló que la comprobación de los indicadores sanitarios allí alcanzados “avalan pasar a una etapa superior”.
Aun así, aseguró que “del comportamiento individual y colectivo de la población de manera responsable y del cumplimiento exitoso de las medidas sanitarias, dependerá continuar avanzando en el proceso de recuperación” y minimizar los riesgos.
La mayoría de las provincias cubanas entraron en la primera fase de la recuperación post COVID-19 el pasado 18 de junio, con excepción de Matanzas, que lo hizo el 23, y La Habana, cuya entrada no se había decidido hasta ahora.
La estrategia de desescalada en la Isla es gradual y asimétrica, por lo que todos los territorios no tienen que avanzar al mismo ritmo, sino en dependencia de su situación epidemiológica, y en cada una de sus tres fases están contempladas medidas para un paulatino regreso a la normalidad sin descuidar las pautas sanitarias para evitar rebrotes.
Muy bien
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