Las explosiones que sacudieron desde la madrugada del pasado martes la zona de Melones, en la provincia de Holguín, parecen haber terminado, pero el lugar es todavía “inestable”.
De acuerdo con oficiales de las Fuerzas Armadas cubanas, citados por el diario Granma, desde la madrugada del miércoles no se habían vuelto a reportar explosiones en esa zona del municipio holguinero de Rafael Freyre.
Los estallidos se produjeron en una unidad militar donde se almacenaban armas y municiones, como consecuencia de un incendio, aunque todavía no se ha podido precisar la causa del siniestro que ha dejado 13 desaparecidos, de los que por ahora no ha vuelto a darse noticias.
Según lo reseñado previamente, los desaparecidos eran oficiales, suboficiales y soldados acantonados en el lugar, y sus familiares fueron “oportunamente informados” de lo ocurrido.
Trece personas desaparecidas tras las explosiones en un almacén militar en Holguín
Aunque oficialmente no se les ha dado por muertos, Granma afirma que “es profundo el pesar y el dolor por los 13 combatientes”.
“A todos nos entristece lo ocurrido”, dijo al medio el general de División Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, quien destacó “el comportamiento heroico de los custodios y el personal que acudió, desde un primer momento, al área de peligro”.
Los evacuados
Los más recientes reportes reiteran que se investiga el hecho, que el Gobierno cubano ha dicho seguir con “total atención”.
Mientras, se mantienen evacuadas cerca de 500 personas residentes en varias comunidades de la zona, cuya vuelta a sus hogares dependerá de la evaluación del nivel de riesgo existente, según las autoridades.
Su retorno será “de acuerdo a la apreciación que se haga”, con el objetivo de “no poner a nadie en riesgo”, declaró en un reporte televisivo el general Pardo Guerra, quien calificó lo sucedido como un “desastre de origen tecnológico”.
Granma, por su parte, ponderó “la rápida evacuación de los pobladores de zonas aledañas a los sitios del siniestro”, la cual se inició en la propia madrugada del martes, luego de las primeras explosiones, y se continuó a lo largo de ese día, mientras seguían ocurriendo estallidos.
Una parte de los evacuados se encuentran en una escuela politécnica, “con todas las atenciones necesarias”, mientras otros fueron a casas de familias en localidades seguras.
Mientras, se mantiene la vigilancia en la zona, que según el reporte televisivo “aún es inestable”.
De acuerdo con Granma, esa vigilancia es “constante” y en la misma se emplean “diversos medios”, entre ellos drones. Además, brigadas campesinas custodiaban, junto a fuerzas del Ministerio del Interior, las viviendas y pertenencias de los evacuados.