La inflación interanual del mercado formal de Cuba se situó en abril en el 32,33 %, algo inferior a la del mes previo, por el empuje del transporte y los alimentos, informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
El índice de precios al consumo (IPC) sigue aparentemente sin reflejar el incremento de más del 400 % que se aplicó a los combustibles el 1 de marzo, apunta la agencia Efe.
La ONEI asegura que su canasta de bienes y servicios cuenta con 298 artículos que representan más del 90 % del gasto de los hogares.
Este índice no recoge las fuertes subidas de precios que se registran en el mercado informal, más surtido e inflacionario. Algunos economistas estiman que los incrementos aquí superan los tres dígitos, precisa la agencia española.
El mayor incremento interanual por categorías lo registró el acápite de Transporte (47,11 %), seguido de Restaurantes y Hoteles (40,78 %), así como Alimentos y Bebidas no alcohólicas (34,79 %). Todos los rubros experimentaron subidas, en su mayoría por encima del 10 %, y solo Comunicaciones y Salud, sectores con participación solamente del Estado, registraron porcentajes por debajo del 1 %.
La ONEI estimó el aumento de los precios con respecto al mes previo en el 2,13 %, frente al 2,78 % del mismo mes del año anterior. La inflación acumulada en lo que va de año se ubicó en el 12,23 %, frente al 11,39 % de abril de 2023, refiere el informe citado por el medio.
1/7 A pesar de la moderación de la inflación oficial mensual de Cuba en abril, esta superó 2%, un nivel que se ha rebasado en 12 de los últimos 16 meses. Los alimentos (comercio y gastronomía) explicaron casi tres cuartas partes del aumento de precios de abril pic.twitter.com/bo9aY6HZ4p
— Pedro Monreal (@pmmonreal) May 15, 2024
De esa forma, la inflación interanual en el mercado formal cubano detiene momentáneamente la tendencia, pues en marzo se había ubicado en el 33,17 %, ligeramente superior al registrado en febrero (32,08 %), que, aunque elevado, se había distanciado de 54,82 % alcanzado en enero de 2024.
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis económica desde hace cuatro años, evidente en la escasez de productos básicos (alimentos, medicinas y combustible), una inflación galopante, dolarización parcial de la economía y frecuentes y prolongados apagones.
La capacidad adquisitiva de los salarios se ha visto seriamente afectada por el tema de la inflación, que les mueve a la par del incontrolable crecimiento del precio de las divisas en el mercado informal, con el dólar y el euro cotizándose actualmente cerca de los 400 CUP.
La combinación de la pandemia de la COVID-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y el poco efecto de las medidas centralizadas puestas en marcha para revertir la situación ha provocado desesperanza y gran descontento social, evidente en inusuales protestas y una oleada migratoria sin precedentes por su escala y duración.