Los taxistas privados de La Habana que se vinculen a piqueras estatales, como parte de un experimento que comenzará el próximo octubre, recibirán bonificaciones tributarias al pagar sus impuestos, de acuerdo con el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP).
Vladimir Regueiro, director de Política Fiscal del MFP, aseguró que la Resolución 195/2018 de su ministerio, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria número 35, “establece beneficios” para quienes decidan acogerse a la modalidad de taxis en ruta para la que deben cumplir con un grupo de exigencias gubernamentales, entre ellas limitar el precio del pasaje y brindar servicio solo en la ruta convenida.
La normativa del MFP, que integra las nuevas regulaciones sobre el trabajo por cuenta propia anunciadas esta semana, “fija que en la liquidación de la Declaración Jurada sobre los ingresos personales [los taxistas que trabajen como ruteros] podrán disfrutar de una reducción de entre el 10 y el 20 por ciento, dependiendo del tipo de vehículo y combustible que utilice”, informa la Agencia Cubana de Noticias.
Sin embargo, para obtener este beneficio el taxista privado debe cumplir varios requisitos. Primero, “debe declarar ingresos brutos superiores en no menos de un dos por ciento a los definidos como mínimos”, una cuota resultante del consumo de combustible por el índice de ingresos estimados por litro, explicó Regueiro.
Además, no puede haber cometido infracciones de tránsito ni violaciones o indisciplinas en su servicio, y tampoco puede incumplir en el pago de sus tributos, agregó.
El director de Política Fiscal del MFP afirmó que la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) verificará el cumplimiento de estos requisitos una vez que el transportista privado entregue su Declaración Jurada.
Quienes se conviertan en taxistas ruteros podrán declarar como gasto deducible (exento de pago), todo el combustible que consuman a través de la tarjeta magéntica establecida oficialmente como parte del experimento. Este mecanismo fija precios diferenciados en pesos cubanos (CUP) para esta modalidad del transporte privado: diesel a 2 CUP, gasolina de motor a 10 CUP, gasolina regular a 13 CUP y gasolina especial a 16 CUP.
No obstante, Regueiro aclaró que a los taxistas se les exigirá una certificación del combustible consumido por esta vía, emitida por Fincimex, como justificante para el pago de sus impuestos.
El resto de los gastos vinculados a su actividad podrán ser deducidos hasta el 40 por ciento, del cual solo la mitad deberá ser justificada.
El experimento con los taxis privados en La Habana contempla otras facilidades para los ruteros, como la venta de herramientas, partes, piezas y accesorios “en correspondencia con la disponibilidad”, con un descuento del 20 por ciento.
Para esto, los transportisyas deberán habilitar una cuenta bancaria fiscal, para las principales operaciones de compra-venta.
Regueiro afirmó que “se va perfilando un mercado mayorista en el suministro de insumos para el sector del trabajo por cuenta propia, de acuerdo con la disponibilidad de determinadas empresas de transporte”, siguiendo la diversidad de marcas y modelos y los recursos “más gastables” en el servicio: baterías y neumáticos.
Además, las autoridades del MFP explicaron que el Ministerio del Transporte “desarrolla un plan de habilitación” de más de 30 talleres en La Habana a los cuales los taxistas privados “puedan acceder de manera ordenada en correspondencia con el tipo de servicio que ofrezcan”.
El experimento entrará en vigor en 90 días y comprende a más de 6,000 transportistas con licencia y sus trabajadores contratados, quienes ofrecen sus servicios en autos y otros medios con capacidad de entre 4 y 14 plazas.
Los transportistas privados que opten por acogerse a la modalidad de taxis ruteros, formarán parte de un sistema de 26 piqueras con 23 rutas asociadas y deberán firmar un contrato con el operador estatal encargado de la piquera que seleccionen.
El precio será de 5 pesos por persona para tramos de hasta ocho kilómetros, y los taxis también deberán tener a la vista la delimitación de sus tramos y precios, y números de teléfono “para que el pasajero pueda plantear sus quejas o sugerencias”.