Las autoridades cubanas no descartan el cierre de sus fronteras ante la expansión de la pandemia de la COVID-19 en el mundo, pero consideran que todavía no es necesario ante la situación reinante en la Isla, donde hasta el miércoles se habían confirmado 11 casos y un fallecido por la enfermedad.
“El cierre de frontera es una medida que en el momento que haya que tomarla, se tomará”, aseguró el Dr. José Raúl de Armas, Jefe del Dpto de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública cubano (Minsap).
“No es una medida descartada para la protección de nuestro país, pero el equipo técnico (del Minsap) considera que hasta este momento no es necesaria, atendiendo al nivel de introducción y transmisión que hasta ahora ha tenido la enfermedad en Cuba”, respondió De Armas a OnCuba durante una conferencia de prensa realizada este jueves.
El especialista explicó que “cuando se considere necesaria”, siguiendo el contexto de la transmisión epidemiológica en el país, las autoridades médicas propondrán su aprobación al grupo temporal nacional creado por el gobierno para el enfrentamiento al coronavirus y entonces “se determinará si se introduce o no se introduce” la medida.
De esta forma, el Minsap confirmó una postura reiterada por el gobierno de la Isla, que ha apostado por una vigilancia reforzada en aeropuertos y marinas, en especial de los viajeros llegados de países con transmisión sostenida de la COVID-19 –cuya cifra crece por días–, en lugar de cerrar o limitar los viajes desde el extranjero, como sí han hecho numerosas naciones.
Además, se ha adoptado un grupo de medidas de prevención y control hacia el interior del país, dirigidas principalmente a evitar posibles contagios –como la suspensión temporal de actos masivos y eventos culturales y deportivos– y a detectar casos sospechosos y sus contactos, con los que se sigue un protocolo de aislamiento y vigilancia epidemiológica, según su sintomatología.
“Cuba tiene estructurado un sistema de vigilancia que se fundamenta en la detección de los casos sospechosos de la enfermedad; es decir, de personas que presentan sintomatología respiratoria y provienen de un área de riesgo, o son contacto de un caso diagnosticado”, aseguró el Dr. De Armas.
El directivo de salud explicó que “una vez que es identificado un sospechoso, sea cubano o extranjero, se procede a su aislamiento en una institución de salud y se realiza un estudio epidemiológico alrededor del caso, para identificar los contactos que ha tenido esa persona en los últimos 14 días”.
“A esos contactos –dijo– se les realiza una evaluación clínica, y en el caso de que aparezca alguno con sintomatología respiratoria, se le aísla en una instalación hospitalaria. A los que no presentan síntomas se le mantiene la vigilancia en el área de atención primaria, a través del médico de familia”.
Además, comentó que a las personas bajo sospecha de haberse contagiado que residen en Cuba “también se le aplican medidas de desinfección en su casa, para evitar posibles fuentes futuras de contagio que hayan quedado en el medio, y se instruye a sus familias sobre cómo proceder”.
Según De Armas, el sistema implementado ha permitido la identificación de los casos confirmados en Cuba hasta la fecha –los cuales han sido importados o por contacto con viajeros llegados a la Isla– y posibilita mantener una adecuada vigilancia sobre los sospechosos.
La cifra de las personas que han pasado por una institución hospitalaria cubana por sospechas de padecer la COVID-19, de acuerdo con el especialista, asciende a 851. Este miércoles se encontraban ingresados por este motivo 356 pacientes, de ellos 101 extranjeros y 255 cubanos; en tanto estaban en vigilancia en la atención primaria de salud un total de 26.415.
Según trascendió este miércoles en la reunión diaria que realiza el gobierno cubano sobre el coronavirus, desde que se estableció el plan gubernamental de enfrentamiento a la enfermedad se habían investigado en la Isla 1.049 casos de infección respiratoria aguda, 400 de los cuales resultaron positivos a virus respiratorios, principalmente la Influenza A.
En cuanto a las pruebas para detectar en Cuba a la COVID-19 –que ya ha infectado a más de 240 mil personas y causado la muerte a alrededor de 10 mil en todo el mundo–, se habían realizado 259 estudios, 11 de los cuales resultaron positivos.
Gente, cuidense!