La muerte de un niño en Matanzas este sábado por maltrato infantil se ha viralizado en las redes sociales y ha conmocionado Cuba por las implicaciones y la naturaleza del caso.
El menor, nombrado Roberto Carlos Suárez Machado y de apenas dos años de edad, murió luego de varios días ingresado en el hospital pediátrico provincial Eliseo Noel Caamaño, según informó el periódico matancero Girón.
Una comunicación de este domingo del propio medio confirma que la madre y el padrastro del niño fueron detenidos tras confirmarse su responsabilidad y que ambos “enfrentan proceso penal por homicidio”.
De acuerdo con el medio, fuentes del Ministerio del Interior (Minint) corroboraron que “los acusados golpeaban ‘con frecuencia’ al menor, atribuyéndose al padrastro la última agresión”. Tanto este como la madre “permanecen bajo custodia mientras se recaban pruebas para presentar ante tribunales”.
La nota enfatiza que esos hechos “no reflejan la cotidianeidad de la sociedad cubana” y han generado “repudio y dolor” en la población, y asegura que “el caso será procesado bajo el rigor del Código Penal cubano, que establece sanciones severas para delitos contra menores”.
“Indicios de violencia”
La Dra. Anaelis Santana Álvarez, directora del pediátrico matancero, había dicho ayer a Girón que el niño presentaba “indicios de violencia”, razón por la cual se determinó avisar al Minint siguiendo el protocolo establecido para estos casos en la isla.
De acuerdo con el informe de la autoridad de Salud, el menor fue ingresado el pasado miércoles al mediodía, luego de que una vecina lo notara “muy adormecido, con mala apariencia” y le insistiera a la madre que lo llevara al hospital. La madre refirió a los médicos que su hijo “se encontraba en ese estado de letargo desde hacía unas 24 horas”.
“Llegó en muy malas condiciones y se lleva directo al servicio de terapia intensiva. Allí en primera instancia los médicos lo evalúan e interpretan como un shock séptico, porque el niñito venía somnoliento, con dificultad respiratoria y en ese momento tenía fiebre”, detalló Santana Álvarez, quien añadió que “desde el inicio se detectaron estigmas de traumas en el cuerpo, venía con varios hematomas”.
La doctora explicó al medio que Roberto Carlos no tuvo en ningún momento una evolución satisfactoria, a pesar de todos los procedimientos realizados, incluida una intervención quirúrgica abdominal en la que se detectaron “varias perforaciones”.
Según dijo, ante la presencia de esos “indicios de violencia” llamaron a los servicios de atención al menor del MININT, “quienes se presenciaron en el hospital y tomaron sus acciones”.
“Nosotros somos testigos por oficio y cuando hay estigmas de que puede existir un caso de maltrato infantil, es deber llamar a las instituciones pertinentes, en este caso atención a menores, quien se encarga de la parte investigativa. Los médicos informamos lo que se visualiza según la clínica del paciente que llegue. En este caso, el niñito sí tenía algunos hematomas”, añadió.
Impacto en redes
El fallecimiento del niño, que según la nota oficial ocurrió este sábado a las 6:05 AM, se hizo de conocimiento público a través de las redes sociales, donde varias personas denunciaron el caso y muchas otras han mostrado su repulsa y han lamentado lo sucedido.
Medios independientes y publicaciones en las redes apuntaron desde el principio a la propia madre de Roberto Carlos —quien apenas tendría 18 años— y al padrastro como responsables del maltrato que provocó su muerte, al tiempo que afirman que el padre reside fuera del país.
Además, afirmaron que los dos responsables ya habían sido detenidos por las autoridades, tal como Girón ha confirmado este domingo.
El medio matancero enfatizó que el cuidado de los niños y las niñas está amparado y reflejado en la Constitución cubana y que el Código de las Familias en su artículo 5 “aborda el papel de la familia como responsable de asegurar el disfrute pleno (de los menores) y el ejercicio efectivo de sus derechos”.
“De ahí que quienes incurran en maltratos a infantes, en violaciones a los derechos de los menores, e incumplan sus deberes como máximos responsables de esos seres a los que le dieron la vida, serán severamente penados por los órganos encargados de impartir justicia”, concluyó la comunicación oficial, en sintonía con el Código Penal cubano, el cual establece duras sanciones para el asesinato de un menor de edad, que pueden incluir cadena perpetua o pena de muerte.