Ayer fui testigo, por pura casualidad, de un espectáculo de música celta en una taberna que inauguraron hace pocos días en La Habana Vieja. En la calle Amargura y Compostela sonaban las gaitas, guitarras, bajos, entre otros muchos instrumentos de músicos irlandeses, gallegos, asturianos y cubanos. La descarga duró hasta la madrugada.
Me comentó uno de los irlandeses, de manera informal, que se estarán presentando allí hasta el viernes para recrear un poco el ambiente en el que suelen tocar esa música en su país.
Todo ocurre porque desde el pasado 15 de abril y hasta el 24, se celebra en La Habana el Festival Internacional de Música y Tradiciones Celta.
Diversas personalidades culturales de esta música de legendarias raíces se dan cita en La Habana.
Según Rodolfo Zamora en un artículo publicado en la revista Opus Habana “la cultura celta se estableció hace siglos en las tierras que hoy ocupan Bretaña, Gales, Irlanda, Escocia, Isla de Man, Cornwall, Asturias y Galicia, aunque se reconoce que el territorio arqueológico que llegaron a ocupar se extienden hasta Los Balcanes. Varios aspectos de la cultura y el idioma de aquellos guerreros han sobrevivido a los embates del tiempo. En la actualidad, el celtismo moderno conocido como New Age (Nueva Era) ha intentado rescatar y desarrollar los valores culturales originarios de las naciones celtas, con el protagonismo de la música”.
“En Cuba, las raíces célticas provienen, fundamentalmente, del gran flujo migratorio de las regiones ibéricas de Asturias y Galicia. Asimismo, ciudadanos irlandeses, escoceses e ingleses también se erigieron en transmisores de esas tradiciones. A partir de la reinauguración del Hotel Palacio O’Farrill se comenzó a investigar la presencia irlandesa en la Isla, sobre todo alrededor del antiguo propietario de ese maravilloso inmueble, Ricardo O’Farrill y O’Daly. Desde 2003, un grupo de gaiteros y amantes de la cultura celta celebran, cada 17 de marzo, el Día de San Patricio —patrono de Irlanda— homenajeando también a varias figuras trascendentales de la historia cubana que guardan relación con la cultura irlandesa como Julio Antonio Mella, Bonifacio Byrne, Antonio Guiteras, Ignacio Cervantes y Ernesto Guevara”.
“De acuerdo con el Calendario celta, se necesitaba una celebración internacional de primavera. Los festivales que ya se habían establecido cubrían las restantes estaciones del año. La cultura celta reverenció siempre a la naturaleza y sus dinámicas. Por eso, el Festival Internacional Intercéltico de L’Orient, Francia, en agosto, coincide con el verano; el Festival Internacional de los Colores Célticos, en el octubre canadiense, coincide con el otoño, y el Festival de las Conexiones Celtas, de Escocia, se realiza en el enero invernal. El Festival Internacional de Música y Tradiciones Celtas, que se celebra anualmente en Cuba, ya es único en la región del Caribe, combinado con la entrada de los vientos primaverales y la conmemoración del Día de los Tartanes, de la cultura escocesa”.