El Instituto Meteorológico e Hidrológico del Caribe (CIMH, por sus siglas en inglés) alertó de la posibilidad de sequía durante los próximos tres meses en la región, incluida Cuba.
Las previsiones del CIMH divulgadas este martes señalan que bajo la influencia del fenómeno de El Niño –calentamiento de las aguas del Pacífico que condiciona el clima en otras partes del mundo– es posible que durante la época de menores precipitaciones en la región caribeña se produzcan períodos secos, que en algunos lugares podrían ser extremos.
Según el CIMH, desde diciembre de 2018 se registró sequía en áreas de Bahamas, Cuba, Islas Caimán, República Dominica, Haití y Jamaica, entre otros territorios caribeños.
A corto plazo, los períodos de sequía podrán afectar especialmente a Barbados, Islas Caimán y la costa de Surinam, y es posible en muchas otras áreas, mientras que a largo plazo podrá registrarse en Antigua, el norte de las Bahamas, el oeste de Cuba, Granada, Jamaica y San Cristóbal y Nieves.
En sus previsiones, el CIMH afirma que tras la transición de la estación seca a la húmeda, durante los meses de abril a junio, se pueden esperar temperaturas más cálidas de lo habitual con la posibilidad de olas de calor en mayo, particularmente en Belice y Trinidad y Tobago.
Además, apunta la posibilidad de precipitaciones de abril a junio más copiosas de lo normal en el Caribe Oriental.
Cuba sufrió una intensa sequía entre entre 2015 y la primera mitad de 2017, considerada la peor de sus últimos 110 años, que causó severas pérdidas en la economía y afectó a casi un millón de personas.
La situación comenzó a cambiar en septiembre de 2017, cuando el huracán Irma golpeó la Isla y sus precipitaciones, seguidas de otros períodos lluviosos, permitieron una recuperación de los embalses. Sin embargo, desde entonces el escenario meteorógico ha oscilado entre lluvias intensas –como las de la tormenta Alberto— y períodos secos.
En diciembre solo un 5 % de Cuba presentó déficits en sus acumulados de lluvias, mientras que en el último trimestre las afectaciones alcanzaron al 42 % del territorio cubano, con un 3 % con déficits catalogados de severos a extremos, un 13 % como moderado y un 26 % como débiles, de acuerdo con el Instituto de Meteorología de Cuba.
EFE / OnCuba
Me parece una aberrante contradicción los vaivenes de las sequías a las que siempre por nuestra naturaleza insular vamos a estar sometidos y los delirios de algunos ejecutivos del turismo que hablan y planean hacer campos de golf. ¿Han contado con la población local para consumir su agua? ¿Quiénes mueven esos hilos y cómo se toman esas decisiones?
El desarrollo de la economía del turismo debe y puede buscarse por otras vías y no por satisfacer a esta modalidad turística para los alto standing. Y la prensa no se pronuncia sobre esto, habrá que formar un movimiento ecologista