Expertos británicos capacitan a especialistas cubanos en el uso de la resonancia magnética cardíaca, una tecnología que facilita el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del corazón para bien de quienes las padecen.
Las enfermedades cardiovasculares son uno de los padecimientos de mayor incidencia en Cuba y una de las principales causas de muerte. Por ello, contar con métodos de diagnóstico eficaces, que contribuyan a un mejor tratamiento de quienes las padecen, resulta fundamental para reducir sus afectaciones.
A esta dirección apunta un proyecto internacional del Reino Unido, gracias al cual un grupo de expertos internacionales comparten sus conocimientos este fin de semana en La Habana. El Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, centro de referencia en la atención de estas enfermedades en la Isla, es el escenario de un entrenamiento recibido por especialistas cubanos en el uso de la resonancia magnética cardíaca.
“En esta primera intervención lo que estamos realizando es la capacitación del personal médico local para realizar el estudio de resonancia cardíaca con este protocolo abreviado, y que de esa manera más pacientes se puedan beneficiar acá en el Instituto de La Habana”, explica en exclusiva con OnCuba James Moon, profesor del University College London y director de Barts Heart Centre, institución líder en el empleo de esta tecnología en el Reino Unido.
Un equipo internacional, compuesto por cuatro expertos británicos, así como de la Sociedad Americana de Resonancia Cardíaca y de Argentina, tiene a su cargo el entrenamiento de 190 delegados de toda Cuba, primer paso de un proyecto que se extiende a países en desarrollo y persigue divulgar el empleo de esta tecnología con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, de las embajadas británicas y de instituciones médicas de las naciones participantes.
“Específicamente en el caso de Cuba, se ha establecido una colaboración con la Embajada del Reino Unido y el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, a través del cual hemos logrado implementar este proyecto en su resonador y, de esta forma, poder realizar las imágenes de resonancia cardíaca”, detalla Moon, toda una autoridad en el diagnóstico y evaluación de las enfermedades cardíacas.
Sobre la respuesta de los especialistas cubanos, el profesor asegura que ha sido “sorprendente”.
“Hemos tenido una excelente acogida y ha habido una buena interacción entre los expertos internacionales y los doctores locales. Hemos discutidos casos clínicos, impartido clases teóricas y percibido un gran interés por conocer y aplicar esta herramienta diagnóstica –cuenta–. A partir de esta conferencia esperamos que se logren abrir nuevos caminos para que más centros cubanos puedan iniciar la resonancia cardíaca e involucrar a más hospitales y especialistas”.
Pero Moon apunta más allá.
“Este proyecto no solo abre esta puerta para mejorar el diagnóstico de más pacientes cubanos con este estudio de resonancia, sino que también va a permitir un intercambio científico y profesional, como parte del cual médicos cubanos podrán ir al Reino Unido para capacitarse y aprovechar la experiencia que temenos en el Barts Heart Centre”, dice.
De momento, el profesor confirma la visita el próximo año a su institución de una especialista del instituto habanero, quien realizará un mes de capacitación “de manera gratuita”. También que una especialista en el área de ingeniería va a estar aplicando a una beca en el Reino Unido para la especialización en imágenes cardíacas y que existen otros médicos cubanos que podrían sumarse a este intercambio en tierras británicas.
“De esta manera no solo respondemos al objetivo del proyecto –afirma–, sino también a uno de los pilares de University College London, que es la difusión del conocimiento y brindar oportunidades a estudiantes extranjeros, en particular jóvenes, a la investigación colaborativa y el apoyo internacional. Y estoy encantado de este trabajo con Cuba, porque puede parecer pequeño ahora, pero aspiramos a que crezca y tenga un gran impacto en las instituciones médicas y los pacientes cubanos. A que sea el inicio de una mayor colaboración en investigación, en intercambio estudiantil, en capacitación especializada entre el Reino Unido y Cuba.”
Las palabras e intenciones del profesor Moon son compartidas por el Sr. Antony Stokes, embajador británico en la Isla y uno de los principales promotores de esta cooperación bilateral, pues su realización fue posible gracias a los Fondos de Proyectos de la Embajada.
“Aunque la presencia del Reino Unido en Cuba no es tan grande, porque tenemos una cooperación muy positiva pero modesta por ahora, sí existe mucho potencial para su desarrollo. Y la salud es precisamente un campo de cooperación en el que estamos interesados”, dice a OnCuba.
“Hay muchas oportunidades de intercambio entre los dos países en la medicina y los servicios de salud, y sabemos que podemos tener un gran impacto si lo enfocamos de la manera correcta. Existe una indiscutible resonancia entre la experiencia y la fortaleza que tenemos en este campo. Más allá de las diferencias políticas y económicas, compartimos principios como el brindar servicios de alta calidad y potenciar un sistema de atención médica gratuita”, explica Stokes, quien defiende el intercambio médico y científico de este fin de semana como una “muestra indiscutible” de cuánto se puede lograr en esta dirección.
“Este proyecto de resonancia cardíaca no es el primero en el sector de la salud entre los dos países –acota–, pero sí vemos en él un excelente ejemplo de cooperación que ha funcionado muy bien en esta primera etapa, y que tiene grandes potencialidades para su extensión, no solo de la tecnología sino de su aplicación acertada, efectiva”.
“Como embajador y, por tanto, responsable de impulsar los vínculos bilaterales, me resulta muy gratificante poder tener en Cuba la visita de expertos mundiales de este tema a través de un proyecto del Reino Unido –agrega el diplomático. Es un ejemplo que puede servir como modelo para otras colaboraciones que aprovechen esas resonancias y principios compartidos en el tema de la salud, y aprovechar el mucho talento que hay en Cuba para producir resultados cada vez más positivos.”
“Tenemos potencialidades en la biotecnología, con la empresa BioCubafarma, en el uso y la comercialización en Europa de productos y medicinas específicas de gran calidad y efectividad producidas en el país, y también otras oportunidades en las que podemos trabajar juntos. Así que el campo de la salud es para mí el corazón de nuestra cooperación con Cuba”, finaliza.
espectacular, gracias!!