En la tarde y noche del sábado 6 de mayo, ciudadanos de Caimanera, municipio cubano más cercano a la base naval de Guantánamo, se manifestaron públicamente frente a las sedes gubernamentales, según reseñan publicaciones y videos en las redes sociales, fundamentalmente Facebook.
La protesta, según fuentes oficiales, se debió a “insatisfacciones y necesidades poblacionales que no han sido atendidas con sistematicidad y otras que requieren ser atendidas”.
Los hechos se produjeron un día después de celebrarse el Día Internacional de los Trabajadores, conmemoración pospuesta por el Gobierno del 1 al 5 de mayo, con un formato reducido debido a la crisis de combustible.
En algunos de los videos que circulan en las redes sociales puede verse a decenas de personas caminando por calles o concentrados en varios lugares. Por momentos todo transcurre en tranquilidad y silencio; otras veces se escuchan gritos de “libertad”, mientras muchos filmaban lo que sucedía.
Según la vesión oficial, narrada por el periodista guantanamero Miguel Reyes, “tres personas que consumían bebida alcohólica empezaron a manifestarse en contra del gobierno cubano en el municipio, luego se les unieron otras que también se expresaron abiertamente por insatisfacciones y necesidades poblacionales que no han sido atendidas con sistematicidad y otras que requieren ser atendidas”.
No obstante, el reporte no detalla el contenido de los reclamos. En cambio, sí reseña que “se aglomeraron en el sitio, frente al Gobierno y PCC Municipal personas y residentes del municipio”.
El hecho se volvió rápidamente viral en las redes y fue divulgado y compartido por medios extranjeros y alternativos. Algunos opositores al Gobierno cubano, como ha ocurrido ante situaciones de este tipo en el pasado, llamaron a extender las protestas a otras localidades del país.
De acuerdo con Romero, “se envió un auto de patrulla que al tratar de calmar la situación recibió resistencia por parte de los manifestantes, impididiendo el actuar de la Policía”. Por su parte, la periodista Mabel Pozo, directora de la emisora provincial CMKS, apuntó que se trató de “un hecho de indisciplina social que requirió la presencia de agentes del orden público”.
Además, “unidos a las fuerzas del orden, otras personas contribuyeron a disuadir a los pobladores concentrados en la calle quienes respondieron a ello y regresaron a sus hogares”, refiere Pozo en una publicación compartida por el canal estatal Caribe.
Durante las protesta se produjo un corte de Internet que se extendió por varias horas, según reportes de numerosos usuarios. Ni la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) ni las autoridades, medios u otras fuentes oficiales se han referido al asunto.
Videos publicados posteriormente muestran detenciones y acciones represivas contra los manifestantes.
Las informaciones de voceros y medios oficiales no han ofrecido detalles al respecto. Han enfatizado en que, tras lo sucedido, en la localidad reina la “tranquilidad ciudadana”.
Cuba vivió hace casi dos años, en julio de 2021, las mayores protestas antigobierno en décadas, en medio de una crisis económica recrudecida por la pandemia de COVID-19. Cientos de manifestantes fueron detenidos y condenados a fuertes penas por los hechos, considerados por el Gobierno como sediciosos, y “actos de vandalismo” como parte de una “operación de cambio de régimen” alentada desde Estados Unidos.
Además, se produjo un corte de Internet de varios días en la isla. En 2022, a raíz de la crisis energética y los largos apagones, tuvieron lugar manifestaciones y protestas en diferentes localidades, incluida La Habana.
Desde entonces, la crisis económica se ha profundizado, debido al efecto combinado de las deficiencias internas, la pandemia y las sanciones de Estados Unidos. Cuba padece una crónica escasez de alimentos, medicinas, combustible y otros bienes esenciales; así como de una elevada inflación, lo que se ha traducido en un creciente malestar social y una masiva oleada migratoria.