El creciente intercambio entre Cuba y Rusia, desde el máximo nivel hacia abajo, ya tiene una traducción en los hechos: un comercio revigorizado y con perspectivas en el mediano plazo.
El representante comercial de Moscú en La Habana, Serguéi Baldin, dijo a la agencia rusa Sputnik que las exportaciones de su país la isla se multiplicaron por 7,9 en los primeros ocho meses de 2023.
Como contrapartida, las ventas cubanas al mercado ruso crecieron más de tres veces respecto al mismo período del pasado año.
Baldin explicó el florecimiento comercial en el interés de ambos países en seguir promoviendo la agenda industrial, comercial, económica y de inversiones, y otras áreas de cooperación, para apuntalar la asociación estratégica y alianza a largo plazo.
“Estoy convencido de que a través de los esfuerzos conjuntos podremos contribuir no solo a la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta 2030, sino también a la expansión y el aumento significativo del comercio (bilateral)”, consideró el funcionario ruso destacado en la isla .
Acería reflotada
De acuerdo con Baldin, la modernización y ampliación de la empresa siderúrgica José Martí, conocida como Antillana de Acero, en La Habana, será completada a fines de 2024.
Se trata del primer proyecto a gran escala en una siderúrgica cubana en los últimos 25 años, con un capital comprometido de 95 millones de dólares y que dará empleo a medio millar de trabajadores
Ya en mayo se puso en marcha la acería eléctrica, considerada el corazón de la planta, y en la siguiente fase se espera la activación del tren de laminación .
Boca de Jaruco
En el sector energético, donde Cuba tiene grandes urgencias por resolver, las empresas rusas cooperan para incrementar la producción petrolera en el campo Boca de Jaruco, en la costa norte de la isla.
En 2019, el entonces primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, inauguró el primer pozo de perforación horizontal del plan para recuperar crudo.
Los trabajos de exploración geológica permitieron poner en los inventarios 195 millones de toneladas de betún y seleccionar tecnologías de inyección y producción que garanticen la eficiencia comercial del yacimiento, con el fin de monetizarlo lo más pronto posible
Las principales empresas de petróleo y gas de Rusia, país que es una de las tres primeras potencias globales en el sector, brindan a la isla consultoría técnica, soluciones digitales y servicios logísticos a las refinerías de petróleo de la empresa Cuba Petróleo (CUPET), según los reportes oficiales.
Las halagüeñas estadísticas expuestas por Baldin están respaldadas por un diálogo político al más alto nivel.
Entretanto, una seguidilla de contactos intergubernamentales a través de ministerios y departamentos, representantes de las comunidades empresariales y círculos financieros de ambos países están haciendo fluir los vínculos de distintas direcciones.
Foro moscovita mira hacia Cuba
Este jueves en Moscú, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernyshenko, presidió un seminario para promover el favorable ambiente que envuelve los negocios rusos en la isla.
Insertado en la Exposición-Foro Internacional Rusia, que se desarrolla en el Recinto Ferial VDNKh hasta abril de 2024, al foro asistieron cerca de 200 empresarios, algunos ya con negociaciones avanzadas con sus pares cubanos y otros interesados en ellas, reseña Prensa Latina.
“Las relaciones entre nuestros países están probadas en el tiempo y tienen visión de futuro”, validó Chernyshenko.
El viceprimer ministro señaló al turismo como una de las carteras más prometedoras del país caribeño, con más de 300 playas, una de las atracciones para los turistas rusos, que este año sumarían 180 mil.
El embajador cubano en Moscú, Julio Garmendía, presente en el evento, ponderó el avance de los vínculos en diversas áreas estratégicas, impulsados en la vigésima sesión de la Comisión Intergubernamental para la cooperación económico-comercial y científico técnica Rusia-Cuba, celebrada en La Habana en mayo pasado.
La nueva era de las relaciones bilaterales, de marcado pragmatismo, no lleva el mismo signo de los tiempos soviéticos, pero se sirve de la historia común generada desde entonces —1960-1990— para respaldar la confianza, la empatía y el mutuo conocimiento de intereses.
En agricultura y minería hay mucho por hacer.