Sancti Spíritus celebra este 4 de junio sus 504 años. Aunque no nació en su actual ubicación, es aquel momento fundacional el que festejan sus pobladores.
La cuarta villa fundada por los españoles en Cuba, única de la Isla que conserva su nombre en latín, fue emplazada inicialmente en la ribera derecha del río Tuinucú por el Adelantado Diego Velázquez en su camino hacia el occidente cubano.
Sucedió, según los historiadores, el domingo 4 de junio de 1514, Día de Pentecostés, y la misa fundacional la dirigió el fraile dominico Bartolomé de las Casas, defensor de los aborígenes cubanos.
Sin embargo, seis años después Sancti Spíritus fue trasladada a los márgenes del Yayabo, a unos ocho kilómetros de su primer asentamiento. Es este río –y no el Tuinucú primigenio– el que ha identificado a la localidad desde entonces, al punto de que a sus habitantes se les conoce como yayaberos.
La leyenda achaca la mudanza a una plaga de hormigas bravas, pero al parecer las razones fueron menos urticantes. La búsqueda de más oro y mejores tierras motivaron el desplazamiento de una villa que no recibió el título de ciudad hasta 1867.
A pesar de su distancia del mar, la historia espirituana está marcada por los asaltos de corsarios y piratas desde el temprano 1584 y en los siglos XVII y XVIII. También por los cuentos de los míticos güijes en las orillas del río.
Sancti Spíritus guarda, además, memoria de las guerras de independencia, y en particular de su principal patriota, el General Serafín Sánchez, en cuyo honor fue nombrado el parque principal de la ciudad.
Capital de la provincia del mismo nombre desde 1976, esta urbe mediterránea de Cuba tiene poco más de 140,000 habitantes. En el siglo XXI luce aún su aire colonial, aunque no vive de espaldas a la contemporaneidad.
Sus calles empedradas, su Parroquial Mayor y su emblemático puente sobre el Yayabo, alternan con las zonas wifi y los grupos de turistas que desandan la ciudad. A ellos ofrece también la belleza de sus museos, como el de Arte Colonial, las Casas de la Trova y de la Guayabera, y otras edificaciones patrimoniales.
Cerca, a poco más de 70 kilómetros al sur, Trinidad y su valle de los ingenios le hacen un guiño cómplice a pesar de la histórica tensión entre las dos antiguas villas. Entre ambas seducen a visitantes de todo el mundo y hacen del turismo uno de los motores de la economía de la provincia.
Hace solo unos días, las lluvias de la tormenta Alberto desbordaron el Yayabo. Pero las inundaciones no cortaron el ánimo de la celebración. Así, con sus melodías trovadorescas y la amabilidad de sus pobladores, Sancti Spíritus festeja hoy su aniversario.