Cuatro días después del incendio que afectó un tramo de la conductora de 900 milímetros en el kilómetro 2 y medio de la Autopista Nacional, más de 90 mil personas siguen sin servicio de agua en Santa Clara.
En la mañana de este jueves sereiniciaron las labores técnicas para restablecer el bombeo, paralizadas desde la madrugada “por nuevas roturas en la máquina de termo-fusión”, indicó en Facebook la emisora CMHW.
Faltaba entonces emprender la tercera y última soldadura en el tramo de la conductora destruido por las llamas, señala el medio sin precisar cuándo quedará restablecido el servicio, que debía estar listo para la madrugada del miércoles.
El incendio, ocurrido la noche del pasado domingo, fue presumiblemente provocado por un ciudadano, según vecinos de la zona, aunque “en estos momentos continúa el trabajo policial para esclarecer las causas”, agrega CMHW.
“Hasta el momento no existen elementos ni evidencias de que haya sido intencional y daremos a conocer los resultados a la opinión pública una vez concluidas las investigaciones”, dijo a la emisora radial el jefe del Ministerio del Interior en la ciudad, teniente coronel Héctor de la Fe Freire.
Pocas horas después del suceso, Ramón Pérez Jova, director del Acueducto en la ciudad, dijo a la radio local que el trabajo de reparación sería “intenso” y “complejo” por la magnitud de los daños provocados por el fuego.
Entonces, Pérez Jova estimaba el reinicio del servicio a los barrios de Santa Clara “no antes de la noche de del pasado martes o en la madrugada del miércoles”, lo que no se ha podido cumplir.
Hace apenas un mes llegaron a Santa Clara seis bombas nuevas importadas, más componentes y accesorios para la estación de bombeo de agua Palmarito. La instalación de esos equipos beneficiará, precisa CMHW, a alrededor del 60 % de los habitantes de la ciudad.
De acuerdo con un reporte del noticiero de la TV cubana, especialistas aseguran que estos medios poseen parámetros de operación para bombear 200 litros por segundo en pozos con elevadas entregas.
La crisis que atraviesa en los últimos años el servicio de agua, tanto a la producción como a la población, mantenía hasta octubre último a unas 156 000 personas sin abasto “de manera adecuada“, según datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH). Asimismo, más de 400 lugares con más de 2 000 personas aún no tienen sistemas de abasto.