El Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, uno de los sitios religiosos más venerados por los católicos cubanos, necesita ayuda tras quedar muy dañado este miércoles por el potente huracán Melissa.
Así lo explicó en declaraciones a EFE, el rector y párroco del Santuario, Rogelio Dean Puerta, quien señaló que el templo de la Patrona de Cuba sufrió “deterioros parciales” a causa del intenso azote de Melissa, que con categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson, castigó el oriente de la isla con intensas lluvias y fuertes vientos.
“Dañó la mitad de los vitrales de la basílica, la carpintería, arrancó puertas y ventanas,…”, relató el párroco, quien se mostró sin embargo confiado en la recuperación.
Pese a los desperfectos, Dean aseguró que dentro de dos días la iglesia tiene previsto retomar sus actividades religiosas.
El Santuario de la Virgen de la Caridad, declarado Monumento Nacional en 2012, está ubicado en una colina de la pequeña localidad El Cobre, en Santiago de Cuba .
Cada día, más de 500 personas visitan la iglesia, donde cada mañana se oficia misa, y también acuden personas desde distintos lugares de la isla a cumplir promesas y dejar ofrendas a la Virgen.
Daños cuantiosos
Aunque en las últimas horas el huracán Melissa ha seguido alejándose de Cuba, sus provincias orientales se mantenían en alarma ciclónica hasta la noche de este miércoles.
En esos territorios los medios oficiales han reportado inundaciones, severas afectaciones a viviendas y otras infraestructuras, ríos desbordados, deslaves, comunidades incomunicadas y daños a las telecomunicaciones, entre otros estragos aún sin cuantificar.
“Ha sido una noche de mucho dolor y mucha tensión. El huracán Melissa azotó el poblado de El Cobre con una fuerza increíble. Dicen los mayores que nunca antes habían visto algo así”, dijo previamente el rector del Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad en un audio divulgado en redes sociales.
El párroco contó que el panorama que se divisaba desde el Santuario es que el poblado que lo acoge estaba “devastado”, porque “prácticamente solo quedaron sin daños las casas con techos de mampostería”.
Por ello hizo un llamado a “los amigos de iglesias hermanas, organizaciones, grupos, cofradías, diócesis, congregaciones y ONG para que dirijan su mirada hacia el oriente cubano en este momento que es muy duro”.
También instó a “grupos de hermanos locales que puedan aportar su esfuerzo y ayudar en la restauración de casas y del Santuario”.











