Severa sequía en La Habana obliga a espaciar distribución de agua

La Empresa Aguas de La Habana informó que los niveles de las fuentes de abasto de la capital cubana "se encuentran muy deprimidos", lo cual que impide mantener los ritmos de abastecimiento previos y hace necesario el cambio a ciclos cada tres días en varias zonas de la ciudad.

Acueducto de Albear, en La Habana. Foto: Alain Gutiérrez Almeida / Archivo.

Acueducto de Albear, en La Habana. Foto: Alain Gutiérrez Almeida / Archivo.

La sequía que afecta desde hace meses a La Habana ha obligado a espaciar la distribución de agua en zonas del centro de la ciudad, por encima de los ciclos de distribución establecidos hasta el momento.

La Empresa Aguas de La Habana informó en una nota que debido a esta situación, a la que calificó de “severa”, los niveles de las fuentes de abasto de la capital cubana “se encuentran muy deprimidos”, lo cual que impide mantener los ritmos de abastecimiento previos y hace necesario el cambio a ciclos cada tres días a repartos de los municipios del Cerro y 10 de Octubre.

Entre las zonas afectadas por esta situación se cuentan los repartos de La Víbora, Luyanó y Santo Suárez, así como Casino Deportivo, Santa Catalina, Palatino y Martí, entre otros, los que, ahora cada tres días, continuarán recibiendo el agua en los horarios habituales de servicio.

La empresa, que pidió disculpas a sus clientes por las molestias ocasionadas por el cambio, y llamó a la población y a las entidades económicas y sociales afectadas a tomar “todas las medidas de ahorro necesarias” para “minimizar las afectaciones”.

La capital cubana arrastra una compleja situación hidrológica, provocada por el déficit de lluvias y el alto consumo de agua en la ciudad, la más poblada y el principal centro económico de la Isla. A ello se unen las reiteradas afectaciones por averías y salideros, que impactan tanto al sector estatal como a la población y provocan la pérdida de una significativa cantidad del líquido, según han reconocido las propias autoridades.

Recientemente, una avería en una conductora de combustible que había contaminado el canal de Vento afectó el servicio a varios municipios habaneros, lo que obligó entonces –a la par de una compleja reparación– a cambiar ciclos y horarios de distribución, y a abastecer con pipas a algunas de las zonas afectadas.

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